Este tramo de la costa de Toronto, que antes albergaba refinerías de petróleo y fábricas, ahora cuenta con un extenso parque que también sirve como protección contra inundaciones.
Si evaluamos el progreso desde la primera cumbre climática de la COP de la ONU en 1995, las cifras de emisiones confirman que, en efecto, no se concretó mucho tras años de palabras.