En México, la precariedad laboral que viven algunos trabajadores afecta significativamente su estilo de vida y el bienestar de sus familias. En un contexto donde tener un salario alto es fundamental para alcanzar la satisfacción laboral, los mexicanos que perciben ingresos por debajo de la media nacional (con un salario mínimo de 248.90 pesos al día) suelen enfrentarse a un incremento en los niveles de estrés y ansiedad.
Según datos recientes de YouGov, empresa especializada en análisis de mercados, la percepción de ingresos elevados varía notablemente entre los distintos sectores y tipos de organizaciones en el país. Solo 8.7% de los mexicanos adultos encuestados reportan percibir ingresos considerados altos, es decir, equivalentes al 200% o más de la media nacional.
Los sectores de bajos ingresos perpetúan la precariedad
Los sectores donde se registran los salarios más bajos, como la educación y el trabajo informal, suelen ofrecer menos oportunidades de crecimiento y desarrollo profesional. Esto perpetúa un ciclo de pobreza que limita el acceso a mejores empleos y una mejor calidad de vida.
En contraste, sectores como Tecnología de la Información (TI) y manufactura, que tienden a ofrecer salarios más altos, brindan a sus empleados la posibilidad de alcanzar un nivel de vida más satisfactorio y seguro.
Salarios altos y satisfacción laboral
Los datos de YouGov muestran que 59% de los empleados con salarios altos se sienten confiados en su carrera y en sus perspectivas laborales. Esta cifra aumenta al 66% entre aquellos que ganan más del 200% de la media nacional.
Además, 64% de estos trabajadores tienen más probabilidades de estar satisfechos con su calidad de vida. Los empleados con mejores ingresos no solo están más motivados a avanzar en sus carreras, sino que también disfrutan más de su trabajo y muestran menos preocupación por el rumbo de su vida profesional.
La búsqueda de alternativas para complementar ingresos
Por otro lado, los mexicanos con ingresos más bajos son más propensos a cambiar de empleo. Según datos de YouGov Profiles, 44% de quienes ganan menos del 75% de la media nacional consideran probable buscar trabajo en otra empresa durante los próximos 12 meses, mientras que a nivel general este porcentaje es ligeramente menor, situándose en 42%.
Para aquellos que no logran llegar a fin de mes, la necesidad de buscar un segundo empleo o alternativas que complementen sus ingresos se vuelve una constante. Esta situación no solo afecta el tiempo de calidad que pasan con sus familias, sino que también impacta su capacidad para invertir en educación y en el desarrollo de habilidades que podrían mejorar sus oportunidades laborales en el futuro.
El tamaño de la empresa sí influye en la remuneración
El tamaño de las empresas también juega un papel importante en la probabilidad de obtener un salario elevado. El 15.7% de los trabajadores en empresas medianas ganan más del 200% de la media nacional, lo que sugiere que este tipo de compañías ofrecen mejores oportunidades salariales. Las empresas medianas suelen encontrarse en un punto de crecimiento donde necesitan atraer y retener talento competitivo, pero aún cuentan con flexibilidad financiera para ofrecer sueldos atractivos.
Por otro lado, solo 7.9% de los empleados en microempresas alcanzan niveles de ingresos altos. Esto se debe a que las microempresas, por su tamaño y recursos limitados, no pueden ofrecer los mismos salarios que las compañías más grandes. Además, muchas de estas pequeñas empresas son familiares o startups en sus primeras etapas, con márgenes de ganancia aún reducidos.