En las notas de algunos de los álbumes más memorables y vendidos de todos los tiempos, encontrarás las palabras “Producido y arreglos por Quincy Jones”.
Era un sello de calidad.
Quincy Jones, quien falleció el 3 de noviembre de 2024 a los 91 años, transformó nuestra comprensión sobre los arreglos musicales. Su trabajo abarcó décadas y géneros, desde jazz y pop hasta hip-hop y bandas sonoras de cine. Colaboró con íconos de la música como Michael Jackson, Frank Sinatra, Ray Charles y Aretha Franklin, y también con artistas menos conocidos como Lesley Gore y Tevin Campbell.
Cada uno de sus proyectos, colaboraciones y exploraciones en nuevos géneros redefinió lo que significaba arreglar música.
Como maestro en los negocios de la música y emprendimiento, he estudiado y enseñado las técnicas de Jones, que espero puedan inspirar a la próxima generación de músicos.
Un arquitecto musical experto
El arreglo musical puede parecer un concepto abstracto.
En términos simples, es el arte de decidir cómo se desarrolla una canción. Mientras un compositor escribe la melodía y la armonía, un arreglista da forma a la experiencia, eligiendo qué instrumentos tocan cuándo, cómo se construyen las texturas y dónde cambian las dinámicas.
El arreglo transforma una canción de notas en papel a una obra de arte completa que resuena con los oyentes. En esencia, un arreglista actúa como un arquitecto musical, al diseñar la estructura de una canción para contar una historia cautivadora.
Jones aportó un enfoque visionario a los arreglos. No se limitaba a llenar los espacios en torno a una melodía con un ritmo de batería aquí y una sección de metales allá; creaba una narrativa musical que daba a cada instrumento un propósito, guiando a los oyentes en un viaje emocional.
Desde sus primeros trabajos en las décadas de 1950 y 1960 con grandes del jazz como Count Basie y la estrella del R&B Ray Charles, hasta sus producciones de gran éxito con Michael Jackson, Jones veía el arreglo como una herramienta para guiar a los oyentes de un momento musical a otro.
Elevando las voces
Su trabajo en Sinatra at the Sands es solo un ejemplo.
Jones creó arreglos de big band exuberantes y enérgicos que complementaban perfectamente la voz suave y cálida de Sinatra. La elección de los crescendos de los metales y los cambios dinámicos amplificaban el carisma de Sinatra, convirtiendo el álbum en una experiencia vívida y casi cinematográfica. A diferencia de muchos arreglos que suelen permanecer en segundo plano, los de Jones ocupaban un lugar central, fusionándose armónicamente con la voz de Sinatra mientras añadían profundidad y emoción a toda la interpretación.
En “I Can’t Stop Loving You” de Ray Charles, Jones utilizó crescendos orquestales y coros de fondo para resaltar el alma en la voz de Charles, creando una experiencia emocionalmente rica para los oyentes. Al emparejar inteligentemente la voz teñida de gospel de Charles con un arreglo orquestal pulido, Jones capturó la tensión entre la tristeza y la resiliencia, una muestra de su habilidad para comunicar emociones complejas a través del arreglo.
De canciones a historias
La habilidad de Quincy Jones para utilizar los arreglos como un dispositivo narrativo se ejemplificó en su colaboración con Jackson.
Álbumes como Thriller y Off the Wall mostraron la habilidad de Jones para crear capas de sonidos de manera inventiva. En Thriller, Jones combinó elementos electrónicos y acústicos para crear un paisaje sonoro multidimensional que estableció un nuevo estándar de producción.
Su capacidad para incorporar texturas, coros de fondo y elecciones de instrumentos únicas, como la icónica narración del actor de terror Vincent Price en la canción “Thriller”, transformó la música pop y abrió el camino para que futuros productores experimentaran con la narración en sus propios arreglos.
En Bad de Jackson, Jones llevó los límites del género al mezclar ritmos de funk con estructuras pop, dando a la música de Jackson un atractivo atemporal.
El arreglo de la canción principal tiene capas de ritmo y armonía que construyen una sensación de tensión y poder, realzando el mensaje de confianza y desafío de Jackson. Cada instrumento y coro en “Bad” cumple una función, creando un sonido audaz, emocionante y cautivador.
Lecciones para educadores
Para los educadores que enseñan producción musical y música comercial, el enfoque de Jones ofrece una mina de lecciones prácticas.
Primero, su compromiso con la fusión de géneros enseña a los estudiantes la importancia de la versatilidad. La carrera de Jones demuestra que combinar elementos de jazz, pop, funk e incluso música clásica puede crear algo innovador y accesible. Los estudiantes pueden aprender a liberarse de las limitaciones de la producción de un solo género, viendo en su lugar cómo varios estilos musicales pueden trabajar juntos para crear sonidos frescos y atractivos.
Segundo, el énfasis de Jones en la narración a través del arreglo ofrece a los estudiantes un marco para crear música que resuene.
En mis clases, aliento a los estudiantes a preguntarse: ¿Cómo apoya cada elemento musical el arco emocional de la canción? Al estudiar los arreglos de Jones, los estudiantes aprenden a verse a sí mismos como narradores, no solo como ingenieros de sonido. Pueden comenzar a ver el arreglo como una forma de arte en sí misma, una que tiene el poder de cautivar a las audiencias al llevarlas en un viaje musical.
Finalmente, el trabajo de Jones muestra el poder de la colaboración. Su disposición a trabajar en distintos géneros y con una variedad de artistas, cada uno aportando perspectivas únicas, demuestra el valor de la mente abierta y la adaptabilidad.
Su obra de vida nos recuerda que la música es más que solo sonido; es una experiencia moldeada por decisiones cuidadosas e intencionales, en la que cada sonido y silencio en una pieza musical tiene un propósito.
José Valentino Ruiz es profesor asociado de negocios de la música y emprendimiento en la Universidad de Florida.
Este artículo se reproduce de The Conversation bajo una licencia Creative Commons. Lee el artículo original.