Desde innovaciones como los sistemas de piloto automático hasta la optimización de la gestión de la batería, la industria de los vehículos eléctricos ha aprovechado y mejorado constantemente las tecnologías de vanguardia para mejorar el rendimiento del vehículo y la experiencia del usuario.
La evolución continua de la IA trae aún más oportunidades nuevas para la innovación de los vehículos eléctricos, lo que mantiene a la industria a la vanguardia de una movilidad más inteligente y sostenible.
A continuación, se presentan cinco maneras en las que la IA está dando forma al futuro de los vehículos eléctricos.
1) Gestión de la batería y planificación de rutas
Al analizar factores como el nivel de carga, la temperatura y la carga del vehículo, la IA puede optimizar la gestión de la batería y la eficiencia energética, lo que garantiza que las baterías de los vehículos eléctricos funcionen al máximo rendimiento y mantengan su salud a largo plazo. Es una capacidad fundamental teniendo en cuenta que las baterías representan actualmente alrededor del 40% de los costos de estos.
El sistema de gestión de la batería impulsado por IA de Tesla, por ejemplo, prepara la batería del vehículo para el modo de carga antes de que el vehículo llegue a una estación de carga. Esto garantiza una carga más rápida y segura al mantener las temperaturas ideales de la batería y puede maximizar la vida útil general del vehículo.
La IA también puede analizar y optimizar el consumo de energía en diversas topologías de carreteras y condiciones climáticas. Los estudios indican que optimizar la velocidad y la dirección del viento puede conservar hasta 49% de la capacidad de la batería en un viaje de 50 km, mientras que seleccionar rutas con menos pendientes puede reducir el consumo de energía aproximadamente en 46%.
Y quizás la mayor ventaja… la capacidad de monitorear las condiciones de manejo y ajustar el uso de la batería en consecuencia puede ayudar a mejorar la autonomía de la batería, aliviando así la “ansiedad por la autonomía” de los conductores: el miedo a quedarse sin batería antes de llegar a una estación de carga o destino, que a menudo ocurre debido a una infraestructura de carga o capacidad de batería limitadas.
2) Mantenimiento preventivo
Los concesionarios de automóviles tradicionalmente dependen de controles de mantenimiento visuales, lo que genera reparaciones reactivas y costosos tiempos de inactividad.
Alternativamente, las inspecciones de IA pueden aprovechar los datos de los sensores del vehículo para monitorear motores, frenos, baterías y más, todo en tiempo real, y predecir cuándo se requiere mantenimiento. El resultado son menores costos de reparación, menos averías y una vida útil más prolongada del vehículo. El mantenimiento preventivo también permite a los conductores mantener sus vehículos en la carretera durante más tiempo, reduciendo su huella ecológica y minimizando el desperdicio de material debido a la disminución de la sustitución de vehículos o piezas.
Los vehículos eléctricos suelen pesar más que los vehículos con motor de combustión interna (ICE) debido a sus baterías, lo que puede provocar un desgaste acelerado, lo que contribuye a una mayor tasa general de problemas notificados (266 problemas por cada 100 vehículos frente a 180 para los ICE), lo que pone de relieve la necesidad de soluciones de mantenimiento avanzadas, que es exactamente donde entra en juego la IA.
3) Optimización de la estación de carga
La IA puede hacer que la experiencia de carga de vehículos eléctricos sea más sencilla de usar al alertar a los conductores cuando es necesaria una parada para cargar, identificar las ubicaciones óptimas a lo largo de la ruta, dirigirlos a la estación más cercana para evitar cortes de energía o recomendar los lugares menos costosos para cargar en función de datos en tiempo real.
Y para los propietarios de estaciones de carga, la IA puede ayudar a predecir la demanda de sus instalaciones utilizando datos sobre el registro de vehículos eléctricos y los patrones de tráfico. Estos análisis pueden aumentar la rentabilidad de las estaciones de carga y reducir los costos de energía mediante estrategias de equilibrio de carga: al pronosticar la demanda a través de datos de comportamiento de los usuarios y distribuir la energía en consecuencia, los operadores pueden maximizar el uso de la estación, reducir los costos de demanda máxima y mejorar la confiabilidad.
4) Autonomía del vehículo
La IA ya está desempeñando un papel fundamental en el avance de las capacidades de conducción autónoma de los vehículos eléctricos, lo que permite realizar tareas complejas con una mínima intervención humana.
Actualmente, la IA permite que los vehículos eléctricos autónomos aprendan y mejoren a partir de grandes cantidades de datos de conducción, tanto en tiempo real como históricos, recopilados por sensores, cámaras y otros datos, en el automóvil y en la carretera. A medida que avanzan los modelos de IA, este proceso de aprendizaje continuo mejora la precisión y la adaptabilidad del vehículo a nuevos entornos y reduce el riesgo de accidentes.
Considere el sistema Autopilot de Tesla, que combina sensores y cámaras junto con algoritmos impulsados por IA para procesar grandes cantidades de datos en tiempo real y tomar decisiones en fracciones de segundo. Estos algoritmos analizan la información del entorno del vehículo (proximidad de otros vehículos, posición en el carril, etc.) para predecir posibles escenarios y ejecutar maniobras seguras.
A medida que las empresas sigan invirtiendo en IA, estas funciones autónomas se generalizarán, lo que permitirá a los vehículos eléctricos circular por carreteras de forma autónoma o semiautónoma con mayor autonomía y seguridad.
5) Personalización del vehículo
La IA puede mejorar la interacción del usuario dentro de los vehículos eléctricos al aprender y adaptarse a los comportamientos y preferencias individuales del conductor y crear una experiencia de conducción más personalizada, ajustando automáticamente configuraciones como las rutas preferidas o el control del clima, de modo que el vehículo pueda atender intuitivamente las necesidades del conductor en función de factores como la hora del día o el destino.
La personalización va más allá de la comodidad. Las experiencias personalizadas aumentan la satisfacción del usuario y, a medida que se acelere la inversión en IA, estas funciones personalizadas se volverán aún más integrales para el sector de la movilidad e impulsarán la lealtad del consumidor.
Estas funciones ya están en el mercado con sistemas de IA en el automóvil que aprenden y se adaptan a los comportamientos y preferencias individuales del conductor: posición del asiento, control de climatización, capacidades de selfie desde una cámara en el vehículo e incluso selección de música basada en los gustos del conductor. Imagine subirse a un vehículo familiar compartido y que el asiento y el volante se ajusten automáticamente a sus preferencias.
La IA también puede alentar a los usuarios a optar por servicios personalizados adicionales, como oportunidades de venta minorista de movilidad, como ventas minoristas sin combustible y recompensas de fidelidad. Estos programas de fidelización impulsados por IA pueden profundizar la participación del cliente al personalizar las ofertas en función del historial de compras y las preferencias, incentivar el gasto en artículos no relacionados con el combustible, como alimentos y productos minoristas, a través de puntos o descuentos, y servicios de venta cruzada, como lavados de automóviles u opciones de carga premium adaptadas a los comportamientos individuales.
Aceleren sus motores
A medida que prolifera la IA, la industria de los vehículos eléctricos está preparada para beneficiarse de una mayor eficiencia, seguridad y experiencia del usuario, ya sea mediante la conducción autónoma, la gestión optimizada de la batería, medidas de mantenimiento preventivo o personalización a medida.
Es un punto de inflexión clave en la evolución del transporte, ya que la IA garantiza que los vehículos eléctricos no solo cumplan con las demandas de la movilidad moderna, sino que también aumenten continuamente sus estándares.