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3 principios clave que distinguen a las empresas más exitosas

Con márgenes operativos entre un 50 % y 150% superiores a los de la competencia, y capitalizaciones de mercado que pueden alcanzar hasta seis veces sus ingresos, las empresas más exitosas perfeccionaron el arte del éxito sostenido.

3 principios clave que distinguen a las empresas más exitosas [Foto: Pixabay]

En el mundo empresarial, existe un grupo selecto de empresas que consistentemente superan a sus pares. Estas organizaciones no solo destacan: redefinen lo que significa un desempeño excepcional. Con márgenes operativos entre 50% y 150% superiores a los de la competencia y altas capitalizaciones de mercado que alcanzan hasta seis veces sus ingresos, estas empresas de alto rendimiento perfeccionan el arte del éxito.

Entonces, ¿qué es lo que distingue a estas empresas exitosas?

Todo comienza con una mentalidad. Los líderes de estas organizaciones establecen metas ambiciosas y se hacen responsables de alcanzarlas. Al descentralizar, trasladan la toma de decisiones y la responsabilidad sobre ganancias y pérdidas a niveles más bajos de la estructura organizacional, empoderando a los equipos en todos los niveles. Esta estructura ágil acelera las decisiones e inculca un sentido de propiedad en toda la organización, con líderes senior comprometidos que actúan como maestros y entrenadores en lugar de supervisores distantes.

En última instancia, los líderes de estas empresas nunca están satisfechos con el statu quo. Constantemente refinan procesos, innovan productos y afinan estrategias. Aunque estas prácticas pueden parecer estándar, su rigor las diferencia. La disciplina organizacional en la asignación de recursos, ya sea actuando rápidamente cuando es necesario o con paciencia cuando se requiere; impulsa un crecimiento que a menudo parece contraintuitivo para los externos.

El secreto está en el enfoque. Las empresas de alto rendimiento crecen, se dividen y vuelven a crecer, creando valor a través de la excelencia más que de la mera escala.

Principios clave de liderazgo

En estas empresas, el crecimiento ocurre de manera orgánica o mediante adquisiciones, pero siempre se enfocan en optimizar lo que ya existe. Cuando un negocio se vuelve demasiado complejo o difícil de manejar, se divide, se retira y se suspende la inversión para mantener el enfoque en crear valor a través de la excelencia y para proporcionar acceso a capital a las unidades no esenciales dentro de la estructura actual.

Los líderes de estas compañías equilibran características aparentemente opuestas: son humildes y ambiciosos, impulsan la mejora continua mientras abrazan la transformación. Proveen libertad dentro de límites claros, exigen responsabilidad sin caer en el micromanagement y se sumergen en los detalles sin perder de vista el panorama general.

Una ética de desempeño

En el núcleo de estas empresas de alto rendimiento se encuentra una ética de desempeño entre los líderes: la combinación de ambición y disciplina en la ejecución. La ambición sin disciplina es solo un deseo irreal, mientras que la disciplina sin ambición es como correr en una caminadora: mucho esfuerzo pero sin verdadero progreso.

La ambición impulsa a las empresas y a sus líderes a apuntar hacia lo imposible y aunque no siempre alcancen esas metas, a menudo logran resultados extraordinarios. Las metas ambiciosas no pueden alcanzarse con mejoras que se incrementen; obligan a las organizaciones a replantear fundamentalmente su forma de operar.

Por ejemplo, los equipos pueden preguntarse: “¿Cómo podemos lograr lo que hicimos el año pasado en 70% del tiempo?”. En estas empresas, el progreso de un mes equivale al trabajo de un año en una organización tradicional. Un aspecto central de esta cultura ambiciosa es entender que el fracaso en la búsqueda de lo imposible no será castigado.

La clave para la mejora continua

Por otro lado, la disciplina en la ejecución surge de la autodisciplina, lo que hace innecesario el control externo. Cada repetición es mejor que la anterior, convirtiendo la mejora en una segunda naturaleza. Esta disciplina suele estar respaldada por un sistema operativo o estándares claros que reducen la variabilidad en los resultados.

La resolución de problemas y la toma de decisiones se basan en hechos y en análisis de causas raíz, lo que agiliza las discusiones al establecer un lenguaje común. Los planes se ejecutan, se toman medidas correctivas y se entregan resultados con precisión. El efecto acumulativo de pequeñas decisiones tomadas a tiempo resulta en un desempeño sobresaliente, pero desarrollar esta disciplina requiere años de práctica y rigor, ya que implica un cambio en el ADN de la organización.

Sin una ética de desempeño, muchas empresas caen en la trampa de un crecimiento lento, resultados inconsistentes y metas incumplidas. Al carecer de una visión clara y liderazgo, se conforman con la mediocridad o con un “desempeño aceptable pero insuficiente”.

Un liderazgo que libera

El liderazgo empodera a las organizaciones al fomentar un sentido de pertenencia y una mentalidad emprendedora dentro de un marco claro de comportamiento y prácticas. Este estilo de liderazgo combina una estructura descentralizada con un enfoque que enciende energía y creatividad en todos los niveles, incluyendo la primera línea.

En una estructura organizacional empoderada, las empresas se dividen en unidades más manejables, manteniéndolas lo más pequeñas posible, generalmente según las necesidades del cliente. Esta descentralización es integral, minimizando la dependencia de recursos y supervisión centralizados. Con el tiempo, la estructura permanece consistente, con pocas reorganizaciones y una total responsabilidad sobre ganancias y pérdidas (P&L, por sus siglas en inglés) desde etapas tempranas en la carrera de un empleado, aumentando en complejidad a medida que crecen.

Este modelo desafía la suposición de que las unidades más grandes se benefician de las sinergias. En realidad, la escala puede derivar en una toma de decisiones más lenta, responsabilidades poco claras y costos ocultos. Las culturas orientadas al desempeño demostraron que la verdadera propiedad de ganancias y pérdidas genera mejores resultados, superando con creces las ineficiencias que la multiplicación de ciertos costos traería. Sin embargo, esta libertad viene con responsabilidad. La descentralización debe estar respaldada por un marco compartido, estándares de comportamiento o prácticas comerciales probadas, que no sean negociables.

Otras características de este tipo de liderazgo

El liderazgo emprendedor requiere que la independencia se equilibre con supervisores que prestan atención a los detalles. Estos líderes saben exactamente lo que está sucediendo en el negocio, priorizando los datos sobre las presentaciones y los hechos sobre las opiniones. Son impulsados por el mercado, curiosos y motivados por lograr impacto y excelencia, no simplemente por acumular poder. Los líderes sénior se ven a sí mismos como maestros, no como controladores, participando activamente en los esfuerzos de mejora del desempeño para enseñar y aprender al mismo tiempo.

La credibilidad proviene de ser un experto destacado en el modelo de negocio de la empresa. Por eso, es poco común que se contrate a personas externas para ocupar roles sénior. La colaboración entre líderes de Ganancias y Pérdidas se basa en la lógica, los hechos y la transparencia y ocurre solo cuando tiene sentido, no porque lo dicte la alta dirección.

Por otro lado, las organizaciones centralizadas o con estructuras matriciales pueden sofocar el espíritu emprendedor al imponer un control rígido de arriba hacia abajo y limitar el alcance de las responsabilidades de la primera línea, lo que genera una falta de compromiso. Estas estructuras cambian con frecuencia debido a luchas internas de poder, con líderes sénior desconectados de las operaciones diarias y de las realidades del mercado.

Mentalidad de reinvención

Es fácil sentirse atraído por los elementos individuales de este enfoque: ambición, autonomía, reinvención; pero el éxito duradero solo se logra cuando los tres trabajan en conjunto.

Una ética de rendimiento sin liderazgo liberador resulta en una estructura rígida y jerárquica en la que un líder senior se convierte en un cuello de botella y la fuente de toda sabiduría. Por otro lado, el liderazgo liberador sin una mentalidad de reinvención y ética de rendimiento crea dominios conformistas que no alcanzan su potencial.

El rendimiento sostenible solo surge cuando estas fuerzas se alinean y se apoyan mutuamente.

Las organizaciones más exitosas son aquellas cuyos líderes entienden que el rendimiento no solo se trata de cumplir metas, sino de empujar continuamente los límites de lo que es posible. Al combinar una ética de rendimiento, liderazgo liberador y una mentalidad de reinvención, estas empresas crean un ambiente dinámico donde la innovación prospera, la propiedad se asume y el progreso es imparable.

Este enfoque holístico no solo impulsa ganancias a corto plazo, sino que construye una base para el éxito a largo plazo. Para estas empresas, la excelencia no es un destino, sino un viaje en constante evolución, refinándose, creciendo y redefiniendo los estándares de logro.

Los líderes con una mentalidad que transforma ayudan a que las empresas prosperen y adoptan la reinvención. Buscan activamente desafíos, buscando avances en lugar de mejoras que se incrementen. Constantemente escaneando posibles cambios, son proactivos y actúan rápidamente sin esperar aprobaciones innecesarias. Su estilo de liderazgo evoluciona junto con el negocio, construido sobre una base de curiosidad y disposición para adaptarse.

Es tiempo de tener un enfoque holístico para el desempeño

Es fácil sentirse atraído por elementos individuales de este enfoque—ambición, autonomía, reinvención—pero el éxito duradero solo se logra cuando estos tres trabajan en conjunto.

Una ética de desempeño sin un liderazgo que inspire resulta en una estructura rígida y jerárquica, en la que un líder senior se convierte en un cuello de botella y la fuente de toda sabiduría. Por otro lado, un liderazgo que libera sin una mentalidad de reinvención y una ética de desempeño crea áreas o departamentos conformistas que no logran alcanzar su máximo potencial.

El rendimiento sostenible solo surge cuando estas fuerzas se alinean y se apoyan mutuamente. Las organizaciones más exitosas son aquellas cuyos líderes comprenden que el desempeño no se trata solo de cumplir metas, sino de empujar continuamente los límites de lo que es posible. Al combinar una ética de desempeño, liderazgo liberador y una mentalidad de reinvención, estas empresas crean un entorno dinámico donde la innovación prospera, la propiedad se asume y el progreso es imparable.

Este enfoque holístico no solo impulsa ganancias a corto plazo; construye una base para el éxito a largo plazo. Para estas empresas, la excelencia no es un destino, sino un viaje en constante evolución, refinando, creciendo y redefiniendo los estándares de logro.

Authors

  • Yves Doz

    Yves Doz es profesor emérito de Gestión Estratégica en INSEAD y autor de Escaping the Growth Curse: The Path to Stronger Corporate Strategy (Escapando la maldición del crecimiento: el camino hacia una estrategia corporativa más sólida).

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  • Olli Laurén

    Olli Laurén es socio y asesor senior en Egon Zehnder, donde asesora a líderes globales y juntas directivas en Europa y América del Norte. Durante más de 10 años, lideró la práctica global de Maquinaria y Tecnología Industrial de la firma y ha sido socio gerente de tres de sus oficinas.

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    Yves Doz es profesor emérito de Gestión Estratégica en INSEAD y autor de Escaping the Growth Curse: The Path to Stronger Corporate Strategy (Escapando la maldición del crecimiento: el camino hacia una estrategia corporativa más sólida).

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  • Olli Laurén

    Olli Laurén es socio y asesor senior en Egon Zehnder, donde asesora a líderes globales y juntas directivas en Europa y América del Norte. Durante más de 10 años, lideró la práctica global de Maquinaria y Tecnología Industrial de la firma y ha sido socio gerente de tres de sus oficinas.

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Sobre el autor

Yves Doz es profesor emérito de Gestión Estratégica en INSEAD y autor de Escaping the Growth Curse: The Path to Stronger Corporate Strategy (Escapando la maldición del crecimiento: el camino hacia una estrategia corporativa más sólida).

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