Entre las dimensiones de la comunicación gerencial, hoy en día estamos obsesionados con las métricas y los insights accionables. Nuestro deseo de ser buenos líderes nos lleva a sobrecomunicar los detalles. Pero la ciencia sugiere que explicar demasiado y comunicarnos con demasiados detalles como líderes puede limitar nuestro poder y la creatividad de nuestro equipo.
¿Te has dado cuenta de cómo los grandes líderes hablan de temas elevados y abstractos como pertenencia e innovación? Durante su tiempo en Facebook, Sheryl Sandberg dijo: “Nuestra misión es darle a las personas el poder de construir comunidades y acercar al mundo”. Ginni Rometty, ex CEO de IBM, dijo: “Vemos un mundo donde la IA complementa la inteligencia humana”.
El poder de la abstracción en la comunicación gerencial
Investigadores de la Universidad de California en San Diego exploraron cómo piensan las personas poderosas. Aquí, el poder no se refiere a una posición formal en una organización, sino a la creencia de la persona en su capacidad para generar impacto: su poder personal. El poder personal es el aura que hace que líderes como Indra Nooyi y Nelson Mandela sean poderosos, independientemente de si están en un escenario o en prisión.
Los investigadores descubrieron que las personas poderosas piensan y hablan de manera más abstracta. Ven el panorama general. Esta visión amplia les permite navegar en nuevos entornos y trazar un rumbo hacia adelante. Las personas poderosas ven el bosque, no solo los árboles.
No es casualidad que asociemos a los visionarios con los líderes. La investigación sugiere que el lenguaje abstracto se percibe como más poderoso. El discurso abstracto, como las visiones, es el lenguaje natural de los líderes. Y es natural que otros respeten a quienes hablan de visiones. Todo está en el lenguaje.
Las personas con menos poder se concentran únicamente en detalles concretos, los árboles. Por ejemplo, al enfocarse solo en métricas, estas personas a menudo pierden de vista el panorama general. Quienes se concentran únicamente en los detalles están, por tanto, menos capacitados para guiar estrategias de alto nivel.
Científicos de Harvard estudiaron qué hace que los pitches de startups sean exitosos para asegurar financiamiento de inversionistas. Descubrieron que los discursos que contenían más lenguaje abstracto eran vistos como más dignos de inversión. Una razón por la cual el lenguaje abstracto tuvo mayor impacto es que creó una percepción más alta de crecimiento futuro. Por ejemplo, en mi investigación sobre startups, encontré que más del 70% de los pitches exitosos contenían una visión, señalando oportunidades más amplias.
Pero los científicos de Harvard también postularon que el lenguaje abstracto hacía que los oradores parecieran más poderosos, incluso cuando el potencial de crecimiento no era un factor. Hablar de manera abstracta por sí solo genera respeto.
Líderes poderosos crean equipos poderosos
Un alto ejecutivo de una importante compañía de energía compartió una vez que su éxito derivaba de explicar a los empleados cómo sus tareas en los proyectos se conectaban con los objetivos generales de la organización. Al compartir su visión general, los empleados lo veían como un líder fuerte. Pero quizá más importante, cuando los empleados entendían cómo encajaban en el panorama general, derivaban un mayor significado de su trabajo, lo que también los empoderaba.
El lenguaje abstracto también empodera a los equipos al inspirar mayor creatividad. Un concepto importante de liderazgo en el ejército de Estados Unidos es la “Intención del Comandante”. Este concepto describe los roles de los comandantes superiores y subordinados al ejecutar misiones.
Bajo la Intención del Comandante, el papel del líder superior es identificar y compartir el objetivo abstracto. El rol del líder subordinado es interpretar y ejecutar ese objetivo. Al comunicar objetivos abstractos, los líderes superiores empoderan a los subordinados con la capacidad de probar diversas soluciones creativas. Esa capacidad es empoderamiento. Cuando Indra Nooyi dirigió PepsiCo, advirtió que los líderes deben centrarse en un mensaje central y evitar abrumar a las audiencias con detalles.
Algunos líderes dudan en delegar los detalles. Estos líderes quedan atrapados en la microgestión. La incapacidad de delegar y el deseo de microgestionar a menudo provienen de estados de desempoderamiento, ya que derivan del miedo. Este miedo consume nuestro poder personal y el de quienes están debajo de nosotros para contribuir de manera creativa.
Es crucial que los líderes poderosos deleguen los detalles. Aunque los líderes pueden tener visiones claras, los subordinados que trabajan directamente en la innovación conocen mejor los detalles específicos.
Vivimos en un mundo saturado de datos, pero los líderes deben mantenerse enfocados en el panorama general para parecer poderosos. Cuando los subordinados reciben instrucciones abstractas, se les empodera con claridad de propósito y la libertad de dirigir su energía creativa hacia las mejores soluciones.