En una era donde las startups brotan como sucursales de Starbucks en Latinoamérica, el éxito no solo depende de la tecnología disruptiva o de un modelo de negocios innovador.
Cada vez más, las soft skills –como la inteligencia emocional, la comunicación asertiva y el autoconocimiento– son el diferenciador clave para los founders que lideran con éxito sus equipos en el siempre turbulento ecosistema emprendedor.
Para la Gen Z, que valora la autenticidad y la conexión humana, el liderazgo ya no es solo una cuestión de pegar de gritos y dar órdenes desde la oficina grande: es un ejercicio de empatía, de entender las emociones del equipo y de crear conexión profunda.
Este tipo de liderazgo no solo fortalece el compromiso y la motivación del equipo, sino que también impulsa la innovación y la productividad. Estudios arrojan que entre el 70% y 90% de las estrategias empresariales fracasan no porque sean malas, sino por fallas en su implementación y planificación.
Además, menos del 10% de los empleados entienden claramente la estrategia de su empresa. Esto refuerza la importancia de que los líderes sean capaces de comunicar sus metas y visión de manera efectiva, conectando a todos los niveles de la organización.
Para empezar, hay que conocerte bien
El autoconocimiento juega un papel fundamental en esto. Un founder que comprende sus propios sesgos, fortalezas y áreas de mejora está mejor preparado para tomar decisiones críticas, manejar la incertidumbre y responder a los desafíos sin perder de vista sus objetivos.
La capacidad de reconocer cómo sus emociones afectan su liderazgo es una herramienta indispensable para mantener a flote su visión y a su equipo motivado.
La inteligencia emocional es más que una moda pasajera que nos dejó el covid-19; es una necesidad en el ecosistema emprendedor. Los founders con alta inteligencia emocional saben cómo manejar conflictos internos y externos, construir relaciones sólidas con inversores y socios, y mantener la calma bajo presión.
En el contexto actual, donde el valor de los activos intangibles como la marca y la reputación han crecido exponencialmente, estas habilidades son indispensables. A finales del siglo XX, los activos intangibles representaban hasta el 85% del valor de las empresas exitosas. Esto pone en evidencia que los founders no solo necesitan entender los números, sino también cómo construir relaciones y gestionar percepciones.
El impacto de estas habilidades no se limita al interior de la startup. En un mundo hiperconectado, donde las opiniones de los clientes y empleados pueden viralizarse en minutos, un fundador emocionalmente inteligente también protege la reputación de su empresa. Sabe cómo responder a críticas y cómo convertir los retos en oportunidades de aprendizaje y crecimiento.
Los comunicadores tienen un rol clave en el éxito del liderazgo
Aquí es donde entra el talento en comunicación. Contar con un experto en comunicación estratégica en el equipo no es algo deseable, es un must. Este profesional no solo se encarga de transmitir mensajes clave hacia el exterior, sino que también ayuda a los founders a comunicar su visión de manera efectiva dentro del equipo.
Por ejemplo, un comunicador puede ayudar a un fundador a articular sus ideas de forma clara y persuasiva, construir narrativas que inspiren a empleados e inversores, y manejar crisis de comunicación con maestría. Además, también puede servir como un espejo, ayudando al fundador a identificar patrones en su comunicación que puedan estar limitando su impacto.
Inteligencia emocional y comunicación: el combo ganador
Imagina un equipo liderado por un founder que no solo domina las finanzas o la tecnología, sino que también sabe escuchar, motivar y conectar. Ahora, agrega a esa ecuación a un profesional de la comunicación que sabe cómo amplificar esas fortalezas. El resultado es un liderazgo que inspira, un equipo que se siente valorado y una startup con la capacidad de adaptarse y prosperar en un mercado competitivo.
Para la Gen Z, que ya está redefiniendo el trabajo y los negocios, este enfoque también resuena profundamente con sus valores. Un founder que lidera con inteligencia emocional y apoya su liderazgo en una comunicación efectiva está mejor posicionado para atraer y retener el talento joven que busca no solo un empleo, sino un propósito.
Oye, pero ¿cómo llevamos esto de la teoría a la práctica?
- Participa en talleres de inteligencia emocional y liderazgo. Las habilidades blandas no se adquieren por arte de magia; requieren tiempo y práctica.
- Contrata a un comunicador estratégico. No lo veas como un gasto, sino como una inversión en el éxito a largo plazo de tu startup.
- Crea una cultura de feedback abierto. Los mejores equipos son aquellos que pueden comunicarse sin miedo a que te corran o a que tu jefe la agarre en tu contra. Fomenta la retro honesta y constructiva.
- Sé congruente, lidera con transparencia y autenticidad. Tu equipo te seguirá si perciben que eres genuino en tus intenciones.
En resumen, no todo es IA: hay actividades –como las comunicativas– en donde la tecnología dificilmente reemplazará al ser humano.
La inteligencia emocional y el autoconocimiento son las nuevas armas secretas del liderazgo emprendedor. Cuando se combinan con una comunicación efectiva, los resultados pueden ser extraordinarios. Si eres un founder, esta es tu oportunidad de liderar con empatía, inspirar con tu visión y construir un legado que trascienda más allá de los números.