
Mi mamá siempre era la última en recogerme de mis prácticas de gimnasia. Mientras las demás mamás llegaban en jeans, ella entraba con un traje sastre impecable, recién salida de su puesto como ejecutiva senior de marketing en una importante empresa de software. En ese momento, me daba un poco de pena. Pero al mirar atrás, me doy cuenta de que estaba viendo a alguien que se negaba a aceptar límites artificiales sobre lo que podía lograr en su crecimiento profesional.
Años después, como directora de marketing (CMO), aprendí a valorar cómo esas lecciones en mi infancia moldearon mi visión sobre el crecimiento profesional. En los años 80, mi madre fue una pionera: no era común que una mujer tuviera un asiento en la mesa directiva. Pero también descubrí que, incluso con modelos a seguir que eran sólidos, podemos construir barreras invisibles que limitan nuestro propio potencial.
Techos invisibles que nos limitan
Estos límites autoimpuestos aparecen de formas inesperadas, no solo en nuestras aspiraciones de trabajo, sino también en la manera en que pensamos sobre él. Años antes de que el trabajo remoto se volviera la norma, yo misma cuestioné otra barrera artificial: la idea de que el liderazgo efectivo requería una oficina física. Durante mucho tiempo, las reglas sobre dónde y cómo trabajar parecían estar predeterminadas por normas corporativas arraigadas, hasta que demostré lo contrario.
¿Dónde está tu techo de cristal?
La tendencia a limitarnos es común en el mundo empresarial, especialmente en la forma en que percibimos el crecimiento profesional. He visto de primera mano cómo estas barreras artificiales afectan a los líderes, restringiendo su desarrollo pese a su conocimiento del mercado, los clientes y la estrategia de negocio. Aun así, muchos líderes de marketing talentosos, incluyéndome a mí hasta hace poco, dudan en aspirar a posiciones más allá del puesto de CMO. No es por falta de capacidad, sino porque hemos interiorizado ciertas ideas sobre la dirección que “deberían” tomar nuestra carrera.
Lo mismo ocurre en otras profesiones. Sin importar tu industria o cargo, ¿dónde sientes que llegaste a tu límite? ¿Por qué crees que es ahí donde termina tu crecimiento? Hazte esas preguntas. Y asegúrate de que ese techo que percibes sea realmente donde tú quieres estar. Por supuesto, no todos aspiran a ser CEO; lo importante es alinear tu percepción del éxito con lo que realmente deseas.
Rompiendo barreras
Mi proceso para romper estas limitaciones comenzó cuando redefiní el éxito en mis propios términos. Esto significó ir más allá de las métricas tradicionales de carrera y enfocarme en generar un impacto duradero. Para mí, eso significó desarrollar a la próxima generación de profesionales diversos, construir equipos de alto desempeño con perspectivas distintas y asumir roles que desafiaran las ideas convencionales sobre el crecimiento profesional.
Romper estos límites no solo tiene que ver con la trayectoria profesional, sino con la forma en que trabajamos. Mucho antes de que el trabajo en línea fuera aceptado globalmente, decidí liderar equipos a distancia, en una época en la que muchos dudaban de que esto fuera viable. Con el tiempo, he demostrado que el liderazgo efectivo trasciende la ubicación física. Hoy, mi éxito como ejecutiva ue trabaja en casa es prueba de que el crecimiento profesional, la mentoría y la construcción de equipos sólidos no dependen de compartir un mismo espacio de oficina.
Mis objetivos profesionales evolucionaron más allá del rol de CMO, un puesto que antes veía fuera de mi alcance, pero que ahora forma parte de mi visión de éxito. Lo más interesante es que superar estas barreras nunca se trató solo de subir peldaños en la escalera corporativa, sino de darme cuenta de que las métricas que realmente importan para mí y el impacto que quiero generar van más allá de ese puesto. Ahora, mi percepción del éxito está alineada con lo que realmente quiero alcanzar.
Eleva a otros en el camino
Romper barreras autoimpuestas no es solo un proceso personal; también tiene un efecto dominó en nuestras organizaciones, familias, círculos sociales y comunidades. Como mentora de nuevos profesionales, analicé cómo una persona que se atreve a desafiar sus límites inspira a otros a hacer lo mismo.
Es mucho más fácil reconocer y derribar estos techos invisibles cuando estamos en un entorno que nos anima a hacerlo. Y no, no se trata de estar físicamente en el mismo lugar. Cuando cuestionamos las reglas sobre cómo y dónde se debe trabajar, abrimos nuevas oportunidades para la colaboración, el talento y el éxito. Mis equipos demostraron una y otra vez que el liderazgo no está determinado por la ubicación. Por eso, te invito a que, sin importar dónde estés, tomes la iniciativa para crear ese entorno donde se impulse el crecimiento.
Empoderar a otros para que desafíen sus propias limitaciones requiere acción intencional:
- Cuestionar activamente los supuestos sobre las trayectorias profesionales tradicionales.
- Construir sistemas de apoyo que fomenten movimientos profesionales ambiciosos.
- Formar equipos que celebren perspectivas y enfoques diversos.
- Combinar la especialización con habilidades de liderazgo más amplias.
- Crear oportunidades para que otros amplíen sus propias expectativas.
Imagina el impacto de un mundo en el que todos redefinan el éxito, cuestionen los límites impuestos y luchen por alcanzar su máximo potencial. No solo se traduciría en mayor satisfacción profesional individual, sino en organizaciones más dinámicas y exitosas.
Y aunque no estés en posición de liderar un cambio cultural dentro de tu empresa, puedes marcar la diferencia con el ejemplo. Crea un nuevo camino para que otros lo sigan.
Convierte la incertidumbre en oportunidad
Si te encuentras cuestionando tus propios límites, empieza por examinar tus reacciones automáticas ante nuevas oportunidades. ¿Descartas ciertos roles sin pensarlo? ¿Asumes que algunas posiciones están fuera de tu alcance? Desafía esas creencias. Pregúntate si te estás limitando por ideas obsoletas sobre lo que es posible.
Es normal sentir incertidumbre cuando te enfrentas a nuevos retos y rompes barreras. Pero eso significa que estás avanzando. Significa que estás transformando la incertidumbre en nuevas oportunidades.
Yo comencé mi carrera metiendo folletos en sobres. Para llegar a la alta dirección, tuve que atravesar muchos escenarios desconocidos y superar innumerables obstáculos. Y sigo en ese proceso. La clave está en reconocer que muchas de estas barreras son construcciones artificiales que podemos derribar con intención y apoyo.
La próxima vez que te enfrentes a una oportunidad que parece inalcanzable, detente y pregúntate: ¿Es un límite real o uno que yo mismo me impuse? La respuesta podría abrirte puertas que nunca imaginaste y convertirse en el primer paso para alcanzar tu máximo potencial.