
Cuando los trabajadores repavimentaron parte de la Interestatal 94, cerca de Minneapolis, el otoño pasado, parecía que estaban vertiendo concreto convencional, pero en realidad, la autopista fue la primera en utilizar un nuevo material con emisiones casi nulas.
Es uno de varios grandes proyectos que han adoptado el material de C-Crete, una startup con sede en el Área de la Bahía. Poco después de la repavimentación, la empresa vertió losas y cimentaciones en el Aeropuerto Internacional de San Francisco. A mediados de año, también instaló una losa en un rascacielos en construcción en Manhattan, que será la futura sede de JPMorgan Chase. Actualmente, hay otros proyectos en marcha.
La producción de cemento, el aglutinante que mantiene unido al concreto, es una de las principales fuentes de emisiones globales, representando entre 8% y 9% del total, tres veces más que la industria de la aviación. Sin embargo, a medida que las startups se apresuran a lanzar alternativas con bajas emisiones, algunos de estos nuevos productos podrían estar en un punto de inflexión.
“Es competitivo en costos”, dice Rouzbeh Savary, CEO de C-Crete, quien comenzó a desarrollar una alternativa de cemento más sostenible mientras realizaba su doctorado en el MIT. “Estamos fabricando aglutinantes que tienen el mismo costo, el mismo rendimiento y cero CO2“.
El cemento Portland convencional, utilizado durante los últimos 200 años, es altamente contaminante por dos razones. En primer lugar, se fabrica calentando piedra caliza, lo que libera CO2 cuando el material se descompone. Además, el proceso requiere grandes cantidades de energía, generalmente proveniente del carbón y otros combustibles fósiles.
C-Crete reemplaza la piedra caliza con otras rocas que no contienen CO2, como granito o zeolita. Otras startups están adoptando enfoques similares. Brimstone, por ejemplo, una empresa respaldada por Breakthrough Energy Ventures de Bill Gates, usa calcio en lugar de piedra caliza. Sublime Systems, otra startup, disuelve el silicato de calcio con productos químicos. Sublime vertió su primer concreto en un edificio en Boston hace un año y en diciembre ganó un premio del Departamento de Energía de Estados Unidos para construir una nueva fábrica de cemento limpio en Massachusetts.
C-Crete afirma que su proceso es más simple: en lugar de extraer un solo elemento de las rocas, lo que requiere múltiples pasos y genera residuos, han encontrado una manera de utilizar toda la mezcla de materiales dentro del granito y otras rocas.
El equipo pasó años desarrollando un proceso funcional. “Tuvimos miles de fórmulas fallidas, esto no ocurrió de la noche a la mañana”, dice Savary. En el proceso final, las rocas se pulverizan y luego se les agrega una mezcla de productos químicos calibrados para su composición específica, formando un nuevo material resistente.
Este método consume mucha menos energía que la producción de cemento Portland; si se utiliza energía renovable, el aglutinante puede fabricarse con cero emisiones. Los otros materiales del concreto, como arena y agua, solo generan una pequeña parte de las emisiones. Además, el concreto vertido actúa como una esponja, capturando CO2 del aire mientras se cura.
Cuando se usa el aglutinante para fabricar concreto, el material es tan duradero y resistente como el concreto convencional, según la empresa, cumpliendo con los estándares de rendimiento ASTM. También fluye y se bombea como el concreto tradicional, por lo que no es necesario cambiar los métodos de construcción.
En sus primeros proyectos, C-Crete produce el cemento por sí misma. Sin embargo, la startup está en conversaciones con empresas de concreto premezclado en todo el país que podrían adoptar su método. Estas compañías ya tienen canteras donde extraen rocas como el granito para agregados. Solo necesitarían comprar equipos estándar para pulverizar las rocas y luego utilizar los aglutinantes de C-Crete. Los cambios pueden integrarse fácilmente en la industria de la construcción sin requerir grandes inversiones en manufactura.
Como era de esperarse, la industria de la construcción es cautelosa con los materiales nuevos. Pero a medida que más proyectos reales demuestren el rendimiento del concreto, su adopción podría acelerarse. Algunos desarrolladores podrían elegirlo por razones de sostenibilidad, pero su mayor ventaja probablemente sea el costo. Aunque ya compite en precio, tiene el potencial de ser incluso más barato que el concreto convencional, ya que su producción es más eficiente.
“Creemos que lo que estamos haciendo es la manera más escalable, simple y asequible de descarbonizar el concreto”, dice Savary.