
Imagina que pierdes la capacidad de hablar, pero la tecnología te devuelve tu propia voz, tal vez no de la forma que esperas, pero te la devuelve. Ese es el caso de Ann, una mujer de 47 años con cuadriplejía. Gracias a un implante cerebral con IA logró convertir sus pensamientos en habla con un retraso de apenas 80 milisegundos, un avance sin precedentes en neurotecnología.
Ann, quien era profesora de matemáticas antes de sufrir un accidente cerebrovascular hace 18 años, participó en un estudio donde su actividad cerebral logró transformar sus pensamientos en palabras con solo 80 milisegundos de retraso.
Hasta ahora, las interfaces cerebro-computadora (BCI, por sus siglas en inglés) podían decodificar señales cerebrales y convertirlas en palabras, pero con un desfase considerable. En un estudio previo, Ann experimentaba un retraso de ocho segundos entre pensar en una palabra y escucharla en voz alta, lo que hacía imposible una conversación fluida.
Para superar esta limitación, un equipo de investigadores de la Universidad de California en Berkeley desarrolló un nuevo modelo basado en aprendizaje profundo. Presentado en la revista Nature Neuroscience, este sistema acelera drásticamente el proceso al reconstruir su voz en menos de un segundo, permitiéndole comunicarse de forma más natural.
El sistema utiliza un algoritmo basado en IA, entrenado con miles de frases que Ann intentó pronunciar en silencio. Además, su voz se reconstruyó a partir de grabaciones previas a su lesión, esto le permitió volver a comunicarse con un tono similar al que tenía antes del accidente.
“Convertimos sus señales cerebrales en su voz personalizada casi inmediatamente”, explicó Gopala Anumanchipalli, autor principal del estudio. “Aunque todavía estamos lejos de lograr eso para Ann, este avance nos acerca más a mejorar drásticamente la calidad de vida de las personas con parálisis vocal”, indicó.
Más que tecnología, una experiencia emocional
Durante la prueba, Ann veía en una pantalla oraciones como “Entonces me amas” y las pronunciaba en su mente. Los electrodos del implante detectaron su actividad cerebral, la transmitieron a un ordenador y la convirtieron en habla casi de inmediato. “Ann estaba muy emocionada al escuchar su voz nuevamente y reportó una sensación de corporalidad”, afirmó Anumanchipalli.
A diferencia de la tecnología desarrollada por Neuralink, la empresa de Elon Musk, este sistema no requiere implantes invasivos. Los electrodos utilizados en la investigación no penetran en el cerebro, lo que facilita su implementación en hospitales donde se diagnostica la epilepsia.
Patrick Degenaar, experto en neuroprótesis de la Universidad de Newcastle, destacó que este avance es una prueba inicial del potencial de la tecnología, pero subrayó su impacto positivo: “Es un sistema genial y relativamente accesible”.
Lo que viene para esta nueva tecnología
El modelo aún tiene limitaciones: su precisión no es perfecta y su vocabulario está restringido a 1,024 palabras. Sin embargo, los investigadores consideran que este es solo el primer paso hacia una tecnología que podría cambiar radicalmente la vida de las personas con parálisis vocal.
Para Ann, el objetivo final es claro: quiere convertirse en consejera universitaria. Y aunque aún falta camino por recorrer, su caso demuestra que recuperar la voz es más que un sueño, es un futuro posible.