
Nu México acaba de cumplir 6 años en el país. A inicios de 2025 anunció que en un lapso de doce meses había duplicado su base de clientes para llegar a 10 millones.
La filial del gigante brasileño Nubank ahora espera que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) le dé luz verde para operar como banca múltiple y así poder ampliar su oferta de servicios en México.
Nubank ocupa el puesto número 3 en la lista World’s 50 Most Innovative Companies of 2025 de Fast Company.
Como parte de la primera edición impresa de Fast Company México, platicamos con Iván Canales, director general de Nu México. Esto nos contó.
¿Cómo fue el reto inicial de lanzar Nu México?
Hay muchas historias de compañías brasileñas que han llegado a México y simplemente no entienden el mercado. Entonces, jamás tomamos como algo obvio el ganar a México. Sabíamos que íbamos a tener que esforzarnos para poder ganar el amor de los clientes en México.
No teníamos una oficina como la como la que tenemos ahora, el equipo era pequeño y le pusimos mucho énfasis a contratar en relación a la cultura para asegurarnos de que las personas que estaban entrando estuvieran emociona-das por el potencial del proyecto y que amaran esta idea de transformar el sistema
financiero mexicano.
Casi seis años después tienes 10 millones de clientes, parece que está funcionando, ¿no?
Diez millones de clientes. Obviamente es algo que soñamos, pero no es algo que dimos por hecho. Sabíamos que teníamos que ganar el mercado, que es muy distinto al mercado brasileño. Los principios de marca son los mismos, pero la forma en la que lo construyes en el mercado puede ser un poco distinta, porque estás atendiendo a los valores de usuarios y al contexto en donde estás operando.
¿Ves algún cambio en el sistema financiero mexicano desde que entraron comparado con lo que hay ahora?
Hemos visto mucha respuesta a nuestra propuesta de valor en México, a lo que hemos estado construyendo. La veo de dos formas: uno, la creación de nuevos jugadores que están intentando tener un modelo similar al nuestro, y dos, que la competencia en términos de productos específicamente también se vuelve más intensa, lo cual es bueno.
Con Cuenta Nu vimos la oportunidad de ofrecer rendimiento y liquidez 24/7; luego el mercado ha evolucionado y ha visto también esa oportunidad. De hecho, cuando hablamos los goles que tenemos dentro del mercado a nivel global, hablamos mucho de este tema de influencia. Es tanto crecer nuestro negocio y tener más clientes satisfechos con nuestros productos, como mover al mercado también.
Llevo décadas siguiendo el sector y tú rompes el modelo clásico del “señor banquero” ¿Te das cuenta del impacto que tienen voces como la tuya?
Me encanta que tomes ese tema, porque yo también me doy cuenta que las voces que estamos incluyendo en espacios como ABM [Asociación de Bancos de México] o en otros espacios financieros tienden a ser un poquito distintas a lo que históricamente se ha visto en esos foros. Nosotros tenemos un equipo directivo mucho más diverso en temas de género, aproximadamente la mitad del equipo en México son mujeres. También, no por hablar específicamente de mi historia, pero no ha sido común tener a un hombre abiertamente gay en una posición de liderazgo, en un sistema financiero que es relativamente tradicional. Creemos que esas diferentes voces ayudan a crear productos más inclusivos y más completos, porque tenemos esa empatía por diferentes demografías dentro del mercado mexicano, y creo que eso también ayuda a innovar de cierta forma.
¿Cuál es tu sueño para Nu en México?
En Brasil ya decimos que tenemos a uno de cada dos adultos como clientes. A mí me encantaría poder decir lo mismo en unos años: uno de cada dos mexicanos son clientes de Nu. Veo eso como algo con lo que soñar porque, si llegamos a ese punto, significará que hemos transformado la industria de servicios financieros de una manera considerable. Hoy solamente 50% de los mexicanos tiene acceso a productos financieros bancarios y solamente 11% tiene acceso a tarjeta de crédito.
¿Cómo es tu estilo de liderazgo?
Siempre estoy intentando subir la vara para el equipo y nunca evito conversaciones complejas. También veo a mi equipo como seres humanos que tienen un contexto de vida, que tienen una historia. Veo que vienen al trabajo inspirados por lo que vamos a hacer, pero tienen su situación personal que varía. Por eso también me gusta tener mucha empatía. No todos estamos al 100%, 24/7, 365 días del año. Para ser efectivo tienes que tener ambas cosas: poner una vara alta y ser empático por el individuo que está trabajando contigo.