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50% de gamers en México son mujeres, pero los sesgos de género todavía dominan el juego

Las mujeres en el gaming mexicano están cambiando las reglas del juego, pero aún enfrentan barreras para lograr una industria más inclusiva y segura.

50% de gamers en México son mujeres, pero los sesgos de género todavía dominan el juego [Foto: Depositphotos]

Cuando era niña, veía a mis primos adolescentes jugar videojuegos en casa de mi abuelita. Era su plan favorito de los sábados por la tarde. Se reunían como si fueran una boy band noventera: apretados frente a la tele, riéndose y compitiendo. Unos años después, comenzaron a incluirnos a mi prima y a mí. Nos encantaba jugar Mario Kart y mi favorito era Marvel vs Capcom. Disfrutábamos elegir personajes y demostrar que también podíamos ganarles… aunque hubiera una brecha grande simplemente porque nuestro género era distinto.

Con los años entendí que ese espacio que se nos dio no era la norma para las mujeres gamers. Más bien, fue una excepción dentro de una industria que todavía sigue ignorando o excluyendo a las mujeres.

El mundo de los videojuegos estuvo marcado por un estereotipo muy claro, el gamer como un hombre joven, nerd y aislado frente a la pantalla y por la realidad de que las mujeres no solo eran invisibilizadas, sino que enfrentaban múltiples barreras para participar activamente en este universo.

Actualmente, 50% de la comunidad gamer está integrada por mujeres, de acuerdo con The CIU, y muchas están transformando la industria desde las raíces: crean comunidades más inclusivas, lideran proyectos con impacto social y rompen con los prejuicios que históricamente las dejaron fuera del juego. Sin embargo, jugar no siempre significa tener voz o poder de decisión.

Aunque las mujeres representan la mitad de los gamers en el país, aún hay una gran brecha entre quienes juegan y quienes lideran o crean. Según datos de la Asociación Mexicana de Videojuegos (AMV), solo 15% de los desarrolladores de videojuegos en el país son mujeres y muchas de ellas se concentran en áreas como arte y diseño, mientras que su participación en programación y liderazgo es aún más limitada.

Las ideas que siguen excluyendo a las mujeres del gaming

Durante el evento Voces Compartidas, organizado por AMD, varias participantes compartieron sus experiencias dentro del ecosistema gamer. Esta iniciativa busca abrir espacios de diálogo para visibilizar las voces de mujeres y personas diversas en la industria de los videojuegos, con el objetivo de reflexionar sobre los retos que enfrentan y promover entornos más inclusivos, seguros y equitativos.

“Muchas veces dicen cosas como ‘no podemos tener una morra en un equipo de puros hombres, ¿qué pasa si tiene una relación con uno?’ O ‘no podemos tener una game house mixta'”, contó una gamer. Esas ideas, que todavía son muy comunes, refuerzan la percepción de que las mujeres son un riesgo o una distracción, en lugar de reconocerlas como talento.

Además, la experiencia dentro de las plataformas online tampoco es segura. Muchas jugadoras reportaron ser objeto de acoso, aislamiento o burlas solo por participar en partidas públicas. Fuera de la pantalla, la falta de representación en conferencias, competencias, patrocinios o paneles de discusión confirma que todavía hay cosas por ordenar.

“A mí me ha tocado de todo: desde violencia por parte de extraños hasta agresiones de mis propios amigos”, contó una gamer en el evento. “Algunos me decían cosas como: ‘Ya no te soportamos. Mejor vete’. Y claro que eso duele. Duele más cuando viene de personas cercanas. También me tocó que alguien me insultara, me mandara ‘a la cocina’ y hasta dijera que mi pareja me iba a violentar, entre otras cosas. Ese tipo de comentarios, esa violencia, nos obliga muchas veces a ocultarnos”.

Ante estas experiencias, muchas jugadoras optan por no hablar durante los juegos, evitar comunicarse o usar nombres de usuario neutros o masculinos para pasar desapercibidas. “Y sí, todavía se escuchan cosas como: ‘Ay, es que pueden cambiar de humor’ o ‘se va a pelear con los hombres'”, expresó otra de las gamers.

No basta con jugar, hay que liderar

Para cerrar esa brecha de género, no basta con que las mujeres participen como jugadoras. Es necesario abrir espacios reales para que también puedan ser creadoras, líderes y tomadoras de decisiones. Esto implica fomentar su presencia en todos los niveles de la industria: desde la programación y el diseño hasta la gestión de equipos de eSports y la ocupación de cargos ejecutivos.

En cuanto a liderazgo, la disparidad es clara. A nivel global, solo 16% de los puestos ejecutivos en gaming están ocupados por mujeres. En América Latina, esa cifra baja a 10%. En México, apenas 20% de los profesionales en empresas de videojuegos son mujeres y la mayoría se concentra en áreas como marketing o relaciones públicas.

Estas cifras no son casualidad. Responden a barreras estructurales que siguen vigentes: desde la escasa oferta de oportunidades hasta los estereotipos que dominan la narrativa de muchos videojuegos. La hipersexualización de los personajes femeninos, los roles secundarios o de “apoyo” y la falta de protagonistas mujeres son reflejo de una industria que históricamente no pensó en nosotras como audiencia, mucho menos como creadoras.

Políticas inclusivas para cambiar el universo gamer

La representación también importa fuera del gameplay. Más mujeres en eventos, conferencias, patrocinios y jurados ayuda a transformar el entorno. La industria necesita dejar atrás los estereotipos y reconocer el talento diverso que impulsa el crecimiento del gaming, no solo como consumidoras, sino como protagonistas de su futuro.

Promover políticas que favorezcan la equidad de género, el liderazgo inclusivo y la creación de entornos libres de acoso en plataformas online es crucial para que más mujeres puedan desempeñarse y tomar decisiones en esta industria. Además, programas de mentoría, redes de apoyo y más visibilidad en medios especializados también pueden hacer la diferencia y enriquecer con perspectivas frescas.

Tal vez así las niñas que hoy ven a sus primos jugar en casa de la abuelita no tengan que esperar su turno, sino que lleguen con el control en mano y un juego propio.

Author

  • Priscila Peñaranda

    Licenciada en Escritura Creativa y Literatura por la UCSJ, fue editora de la antología Pulso. Antología Urgente (2019) y publicó un libro de relatos, Identidades Disociativas (2020). Su novela Las Hijas del Aceite (2023) explora la violencia sexual en la guerra y la sororidad femenina. Además, como reportera en Business Insider México, destacó por el especial "Mi Primera Chamba" y su análisis de tendencias en estrategia empresarial e historias de impacto social.

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  • Priscila Peñaranda

    Licenciada en Escritura Creativa y Literatura por la UCSJ, fue editora de la antología Pulso. Antología Urgente (2019) y publicó un libro de relatos, Identidades Disociativas (2020). Su novela Las Hijas del Aceite (2023) explora la violencia sexual en la guerra y la sororidad femenina. Además, como reportera en Business Insider México, destacó por el especial "Mi Primera Chamba" y su análisis de tendencias en estrategia empresarial e historias de impacto social.

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Sobre el autor

Licenciada en Escritura Creativa y Literatura por la UCSJ, fue editora de la antología Pulso. Antología Urgente (2019) y publicó un libro de relatos, Identidades Disociativas (2020). Su novela Las Hijas del Aceite (2023) explora la violencia sexual en la guerra y la sororidad femenina. Además, como reportera en Business Insider México, destacó por el especial "Mi Primera Chamba" y su análisis de tendencias en estrategia empresarial e historias de impacto social.

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