
Seamos honestos: no hay información, videos o publicidad que no salga de China sin permiso de su enérgico gobierno, como los nuevos agricultores. Esto también aplica con los videos —y estrategia mercadológica— alrededor de la producción de accesorios de lujo (como los bolsos Hermès), que primero inundaron TikTok y luego fueron replicados por el resto de las redes.
“¿Reconoces este estilo? ¿Esta bolsa? ¡Por supuesto que sí!”. Así comienza uno de estos videos con un hombre que sostiene una bolsa estilo Kelly 25 de Hermès, cuyo precio de venta usado ronda los 800,000 pesos. Así pasa a explicar que China ha sido el lugar de producción de esta y otras marcas —como las del conglomerado LVMH— y, por ende, tienen un excelente control de calidad al momento de la hechura, gracias a trabajadores impecables. También, aprovecha comentar los bajos sueldos de los mismos y presume su cadena de suministros, la cual puede conseguir cualquier color y calidad de cuero, cierres y los acabados metálicos de la bolsa, eso sí a precios menores a los de las originales.
China TikTok is so messy rn Because now that the Chinese government legalize Counterfeit products of all American goods because of the tariffs their now exposing a lot of Big brands and how their stuff is manufactured and encourages you to buy them in House China for cheaper pic.twitter.com/GLftzEnF3y
— Klair-O-Spinach ( Saint Era) (@ClairoSpinach) April 12, 2025
En otro video de TikTok, el mismo hombre te desglosa el costo de los bolsos Hermès Birkin de 38,000 dólares salida de fábrica. El cuero europeo (450 dólares), el hilo francés (25), los acabados (150) el sellador de aceite (50), la tela interior (100), los cierres (10), el embolsado (10) y la mano de obra (600) suman un total de 1,395 dólares. Asimismo, aprovecha para señalar que 90% del costo de esta bolsa proviene de colocar la marca.
Made in China, Made in US
Tariff war GETS NASTY as China touts 90% off $38,000 designer Western bags
— RT (@RT_com) April 15, 2025
Tempted? pic.twitter.com/U7L50uSGYP
El entusiasmo por adquirir una bolsa de calidad, aunque no sea de marca ya caldea internet. Atrás quedaron los tiempos en que “Made in China” era símbolo de mala calidad: hoy representa un respiro para las carteras flacas y las tarjetas de crédito infladas de muchas chicas y mujeres. Pero también ha suscitado un debate en torno a cuándo una prenda o accesorio puede ser considerada de cierto lugar.
Algunos de estos videos de TikTok, como uno donde se promociona el calzado Birkenstocks hecho en China a solo 10 dólares el par, ya están marcados con notas de la comunidad. Estos señalan que es común que China estafe a los compradores al asegurar que sus fábricas producen los productos en cuestión aunque estos sean copias de mala calidad.
Para Derek Guy, un afamado escritor de moda masculina, el hecho de que estos videos afirmen hacer bolsas iguales a las de lujo es como decir que “mi espagueti es igual que el de algún afamado chef porque uso el mismo jitomate y harina”. Esto ha hecho que se ahonde en el debate de lo hecho en Estados Unidos (o cualquier país occidental) y China.
Los videos virales señalan que a pesar de producir en su totalidad los accesorios, la etiqueta de procedencia es colocada tras el envío por la marca para “avalar” que el artículo es europeo, hecho que contradice las notas comunitarias. Esto puede sonar a fake news —¡¿cómo nos podría hacer eso Hermès o LV?!—, pero lo que sí es un hecho documentado es que hay marcas de lujo que contratan mano de obra indocumentada procedente de China y el sureste asiático para hacer bolsas a un costo menor. Como el reportaje de Business Insider sobre el costo de un bolso Dior, que brinda luz sobre las condiciones inhumanas de trabajo de esta mano de obra en suelo europeo para crear bolsas “Made in Italy” a 57 dólares que terminan con un precio de venta al público de casi 3,000.
La verdad podría estar a la mitad de todas estas historias. O disfrazada, como en el caso de las gorras MAGA.
Guerra comercial y de identidad
La agenda MAGA busca regresar la cadena de suministros a Estados Unidos, después de décadas de afianzarla fuera del país para aprovechar los bajos costos de producción. Y la “mejor manera” de incentivarlo —¡ja!— era imponer aranceles.
Ahora, para que una prensa pueda ser considerada “Made in US” debe estar fabricada en el país con materia prima de ese país. De lo contrario el etiquetado debe ser “Made in the USA of Imported Materials” o “Designed in USA, manufactured in China”, según la Comisión Federal de Comercio.
Hagamos una pausa y regresemos a MAGA y su icónica gorra roja, el símbolo por excelencia de cierto tipo de estadounidense. La buena noticia es que no es el único producto pro Trump diseñado en Estados Unidos; la mala, que existe The Trump Store. Pero la fea, es que la gorra está hecha en China, al igual que la chaqueta bomber o la taza con patrón de bandera diseñada en Oregón y hecha en China. Eso sí, con la etiqueta de precio tapando esta información (gloriosa ironía).
Funny fact:
— ShanghaiPanda (@thinking_panda) April 11, 2025
Most of the "Trump products" in the Trump Store in Trump Hotel are made in China.😂#MAGA pic.twitter.com/NJBvPEsDXM
Pero si algo de verdad tienen los TikTok chinos es que ellos conocen toda la cadena de producción, la oferta y demanda. Y no tienen miedo de perder ese 15% que representa el intercambio comercial con Estados Unidos.
De hecho, se burlan de la idea de pensar en estadounidenses en un trabajo de cuello azul con videos creados con IA a través de TikTok, la red social más satanizada por Estados Unidos (¿coincidencia? ¡No lo creo!). También, ya abundan las imágenes de Trump arrodillado frente al presidente chino Xi Jinping. O esperando su llamada.
Y es que, hasta el lunes 14 de abril, Xi ha ignorado la presión estadounidense de hablar con Trump para llegar a un acuerdo tras los aranceles de 145%, señaló CNN.
La guerra comercial hoy también es una guerra de memes y desinformación, pero aún más importante, del control de la narrativa. China muestra una cara poderosa ante el mundo mientras enloda la de su contrincante. Si los chinos llegan a pasarla mal no lo sabremos, no hay nada que se publique fuera del país que no esté controlado por el gobierno.
Pero en el caso de Estados Unidos y Trump, la narrativa parece escapar de sus manos.