
Mientras otras startups se obsesionan con escalar a toda costa, Vetalia ha apostado por entender a fondo su industria a como dé lugar. El primer paso fue operar sus propios hospitales veterinarios, no como fin, sino como laboratorio de aprendizaje. “Queríamos vivir lo que realmente significa dar atención médica de calidad a las mascotas”, cuenta María Gutiérrez, fundadora de la empresa.
Esa inmersión inicial marcó el ritmo. Hoy, con 10 clínicas propias en Ciudad de México, Estado de México, Guadalajara y Querétaro y 5 en sociedad abiertas en menos de dos años, Vetalia ha evolucionado en algo más ambicioso: un ecosistema de salud animal. El modelo combina unidades propias con asociaciones estratégicas bajo un formato de roll-up, integrando clínicas líderes en distintas partes del país. ¿El objetivo? Crear sinergias operativas, compartir estándares, escalar eficiencias y profesionalizar una industria históricamente fragmentada.
“Nuestro enfoque no es solo sumar clínicas. Queremos que nuestros socios compartan una visión: hacer las cosas bien, profesionalizar el sector y crecer juntos”, explica Gutiérrez. A diferencia de consolidadores en Estados Unidos o España, Vetalia apuesta por relaciones bilaterales, donde la experiencia de los veterinarios independientes también retroalimenta su sistema.
Vetalia va más allá de de la oferta médica
Además de su estructura operativa, Vetalia ha desarrollado una oferta de servicios médicos veterinarios altamente especializada. Sus clínicas ofrecen atención de urgencias 24/7, hospitalización, medicina preventiva, laboratorio propio, imagenología avanzada, cirugía y programas de wellness. Esta atención integral permitió a la marca mantener un estándar homogéneo y una experiencia de cliente consistente en toda su red.
El diseño del modelo se apoya en tecnología desarrollada internamente: desde soluciones para gestión clínica y atención al cliente, hasta plataformas que ahora comercializan a terceros. Lo que empezó como una respuesta a necesidades internas hoy alimenta nuevas verticales B2B dentro de la industria veterinaria. Vetalia no solo presta servicios; diseña infraestructura para modernizar todo el sector.
Puertas adentro, el enfoque está en las personas. “Tenemos claro que si no cuidas al médico veterinario, tu operación no tiene futuro. Ellos son el corazón del servicio”, dice Gutiérrez. Por eso la cultura interna pone el foco en desarrollo, bienestar y crecimiento profesional. No como discurso, sino como ventaja competitiva.
Con planes de llegar a 20 clínicas para finales de 2025, el lanzamiento de nuevas líneas de negocio —como seguros para mascotas, nutracéuticos y plataformas educativas para veterinarios— y una expansión internacional en el radar, Vetalia se consolida como uno de los proyectos más ambiciosos en la salud animal de América Latina. Lo están haciendo con velocidad, pero sobre todo, con diseño.