
La Iglesia católica entra en una nueva era con la elección de León XIV como el sucesor de Francisco, convirtiéndose en el primer pontífice estadounidense en la historia.
“Quiero agradecer a todos los cardenales que me han elegido para ser el sucesor de Pedro y caminar junto a ustedes como una Iglesia unida, buscando siempre la paz y la justicia”, expresó el Papa en su primer discurso púbico. “Queremos ser una Iglesia sinodal, una Iglesia que camina, que busca siempre la paz, que busca siempre la caridad, que busca siempre estar cercanos sobre todo a aquellos que sufren”, dijo.

¿Quién es Robert Francis Prevost? El nuevo Papa
Con la llegada de León XIV, este jueves 8 de mayo del 2025 se abre un nuevo capítulo en la historia del Vaticano. Mientras el pontificado de Francisco será recordado por su enfoque progresista y su cercanía con los fieles, la gran incógnita es qué visión traerá su sucesor.
El cardenal Robert Francis Prevost, de 69 años, es un líder pragmático dentro de la Iglesia Católica, con un enfoque centrado en los problemas sociales y culturales que enfrenta la institución. Su perfil moderado y su habilidad para mediar entre distintas corrientes dentro del Vaticano lo han convertido en una figura clave, aunque su presencia en el cónclave no parecía tan destacada como la de otros candidatos.
Nacido en Chicago en 1955, Prevost ingresó a la Orden de San Agustín en su juventud y se ordenó sacerdote en 1982. Su trayectoria lo llevó a servir como misionero en Perú, donde trabajó en comunidades marginadas y desarrolló una pastoral centrada en la cercanía y la defensa de los derechos humanos. Su experiencia en América Latina le otorgó una perspectiva global sobre los desafíos de la Iglesia, combinando el rigor doctrinal con una sensibilidad pastoral.

Primer Papa estadounidense
Desde 2023, ocupó el cargo de Prefecto del Dicasterio para los Obispos, lo que lo conviertió en el principal asesor del Vaticano en la designación de obispos en todo el mundo. Su papel en esta función le dio una posición estratégica dentro de la estructura de poder eclesiástica, consolidando su influencia en la toma de decisiones clave, razón que podría explicar su rápida elección.
Sin embargo, su trayectoria también ha estado marcada por controversias, ya que durante su tiempo en Perú enfrentó cuestionamientos sobre su manejo de casos de abuso dentro de su diócesis.
El cónclave para elegir al nuevo Papa comenzó con una primera jornada sin resultados concluyentes, marcada por humo negro, indicando que los cardenales aún no habían alcanzado un consenso. Sin embargo, en el segundo día de deliberaciones, finalmente se logró la elección con la cuarta votación, lo que llevó al esperado humo blanco.

Miles de fieles se congregaron en la Plaza de San Pedro, expectantes ante el anuncio del nuevo pontífice, mientras los cardenales, aislados en la Capilla Sixtina, llevaban a cabo el proceso de votación bajo estrictas normas de confidencialidad.
El legado de Francisco
Desde su elección en 2013, Jorge Mario Bergoglio, fue un Papa que marcó una diferencia. Su liderazgo estuvo enfocado en la inclusión, el diálogo interreligioso y la justicia social. Defensor de los más desfavorecidos, promovió reformas dentro del Vaticano, abriendo debates sobre temas como el papel de la mujer en la Iglesia, el cambio climático, la diversidad sexual y los derechos de los migrantes.
Más allá de sus reformas y su manera cercana de conectar con la gente, Francisco también enfrentó desafíos dentro de la Iglesia. Su lucha por erradicar los abusos dentro del clero y sus posturas sobre economía y política generaron tanto admiración como resistencia.
Durante su papado, Francisco también redefinió la relación de la Iglesia con la tecnología y la comunicación moderna. Fue el primer pontífice en utilizar redes sociales de manera activa, llevando su mensaje a millones de fieles a través de plataformas digitales. Su personalidad directa y accesible le permitió conectar con nuevas generaciones. Su legado no solo se centró en la fe, sino también en la manera en que la Iglesia puede adaptarse a una era de constante evolución.

Con León XIV al frente, la Iglesia Católica enfrenta un momento de transición. ¿Seguirá el camino marcado por Francisco o tomará una dirección completamente distinta?