
En su conferencia anual para desarrolladores Google I/O, que se celebrará la próxima semana en Mountain View, Google intentará emocionar a los desarrolladores en torno a una de sus próximas grandes apuestas: Android XR. A finales de este año, Samsung lanzará las primeras gafas de realidad virtual (RV) con el sistema operativo de computación espacial, y Google busca atraer al mayor número posible de desarrolladores para crear aplicaciones para el dispositivo.
No es tarea fácil para una empresa cuya historia con la realidad aumentada (RA) y la RV ha estado marcada por la inconsistencia. Google fue una de las primeras en experimentar con gafas de RA, ofreció a millones de personas su primera experiencia con la RV mediante visores móviles de bajo coste e incluso lanzó un dispositivo de RV inmersivo independiente antes de Meta, solo para abandonar cada proyecto uno tras otro, dejando a sus socios frustrados.
“Google ha quemado muchos puentes en la comunidad de la realidad extendida (XR)”, advierte una fuente de la industria que habló bajo condición de anonimato por temor a represalias.
Aun así, existe un optimismo cauteloso entre los desarrolladores de RA y RV de que esta vez podría ser diferente. Una razón: el panorama competitivo ha cambiado. Con Apple y Meta invirtiendo decenas de miles de millones en tecnología inmersiva, la presión es alta. Android XR también se alinea con las fortalezas actuales de Google, especialmente en Inteligencia Artificial y en su esfuerzo por expandir el alcance de Android.
Un portavoz de Google se negó a hacer comentarios para esta historia.
llusiones y agujeros de cristal
La primera incursión de Google en la realidad aumentada y virtual sigue siendo uno de los errores más infames de la industria. Presentadas en 2012, las Google Glass combinaban una cámara con una pantalla diminuta y se promocionaron como un vistazo al mundo post-smartphone. Sin embargo, se convirtieron en una advertencia. Los críticos se mostraron desconcertados por la cámara siempre activa del dispositivo, tachándolos de “glassholes“. Su precio de 1,500 dólares y su limitada utilidad sellaron su destino, y Google pronto abandonó sus ambiciones de consumo con las Glass.
A pesar de esa experiencia tan dura, la compañía no se retiró del todo del sector. En 2014, Google presentó Cardboard, un visor casero que convertía los smartphones en dispositivos de realidad virtual rudimentarios. Esta iniciativa evolucionó posteriormente a Daydream, unas gafas más cómodas con mando, compatibles con videos inmersivos y juegos sencillos.
Cardboard y Daydream llegaron a millones de usuarios, pero su dependencia de los smartphones los hacía poco prácticos para un uso prolongado. “Buscábamos esa chispa de adopción”, dice un exempleado de Google que trabajó en Daydream. —Fast Company también concedió el anonimato a los exempleados por temor a represalias—. Esa chispa nunca llegó. “Nunca se convirtió en un caso práctico para el cepillo de dientes”, añade el empleado, refiriéndose al objetivo de convertir el dispositivo en algo de uso diario, como cepillarse los dientes.
Con el tiempo, Google lo logró con muchos de sus productos: miles de millones de personas usan Gmail, Chrome y Maps a diario. Pero ese éxito puede haber distorsionado las expectativas sobre la realidad virtual. “Se tiende a olvidar lo difícil que es conseguir miles de millones de usuarios”, afirma otro exempleado de Google involucrado en la realidad virtual.
Esperar demasiado y demasiado pronto podría haber condenado al fracaso estos proyectos. “Es una profecía autocumplida”, afirma el primer exempleado.
Android XR llega tras una larga lista de proyectos cancelados
Google finalmente trascendió la realidad virtual basada en smartphones con un dispositivo independiente desarrollado en colaboración con Lenovo en 2018. Con Daydream, el dispositivo tenía potencial para competir con el Quest de Meta, pero Google lo descartó un año después. “Al no convertirse en un gran éxito de la noche a la mañana, cambiaron de rumbo”, afirma el experto del sector.
Daydream se unió a una lista creciente de esfuerzos AR/VR abandonados de Google: la serie de narración inmersiva Spotlight Stories, la plataforma de video basada en la nube Jump y su línea de cámaras profesionales, la herramienta de modelado 3D Blocks, la plataforma de activos Poly y varias cámaras VR de consumo creadas con socios de hardware.
Algunos de estos proyectos se convirtieron en código abierto tras su cancelación. La popular aplicación de pintura en realidad virtual Tilt Brush, por ejemplo, sigue vigente como proyecto comunitario en Meta’s Quest. Otros sobrevivieron a las reorganizaciones internas: Owlchemy Labs, adquirido por Google en 2017, sigue prosperando. Su peculiar título, Job Simulator, sigue siendo uno de los juegos más vendidos en Quest.
Muchos de los primeros proyectos de RA/RV de Google tenían un gran potencial, si la empresa hubiera mantenido el rumbo. “Google tuvo un montón de proyectos y adquisiciones raros, geniales y divertidos que realizó desde el principio, pero simplemente no los llevó adelante”, afirma el experto del sector.
Falta de convicción
Más allá de las altas expectativas, fuentes internas señalan un problema más profundo: la evasiva de Google a comprometerse públicamente con la RA y la RV. “Google no estaba dispuesto a implementarlo como lo hizo Meta”, afirma el primer exempleado.
“La diferencia fue que Mark [Zuckerberg] estaba ahí, diciendo públicamente: Me juego mi futuro con esto”, coincide el segundo. “Nunca sentí que tuviéramos esa convicción por parte de Sundar [Pichai, director ejecutivo de Google]”.
El entusiasmo de Zuckerberg por la realidad virtual y el metaverso ha sido ampliamente ridiculizado, pero la persistencia de Meta ha dado sus frutos. La compañía ha vendido decenas de millones de gafas Quest, y sus gafas inteligentes Ray-Ban han tenido un éxito sorprendente. Vision Pro de Apple y sus supuestas inversiones en gafas inteligentes confirman aún más este sector.
Ahora Google regresa con grandes ambiciones. Tras convertir Android en el sistema operativo móvil más utilizado del mundo, la compañía quiere replicar ese éxito con Android XR. A diferencia de Apple y Meta, Google planea construir este futuro mediante alianzas, empezando por Samsung, en lugar de depender de hardware propio.
Hay precedentes de este tipo de cambio. Tras un inicio decepcionante, la plataforma Android TV de Google se convirtió en uno de los principales ecosistemas de televisores inteligentes, con más de 270 millones de usuarios activos mensuales en dispositivos con Google TV.
Los activos de Google: Android XR e IA
Para replicar ese éxito en XR, Google volverá a aprovechar su ecosistema móvil. “Google buscará colaborar con los desarrolladores para portar las apps de Android existentes a Android XR, de forma similar a como Apple llevó las apps de iPadOS al Vision Pro”, afirma Leo Gebbie, analista de CCS Insight. “Esto podría dar a Google una ventaja sobre Meta”.
Las enormes inversiones de Google en IA también podrían ser cruciales. La compañía ya ha demostrado cómo la IA puede mejorar las gafas de RA, y Gebbie cree que la IA será clave para simplificar la interacción dentro de los sistemas de computación espacial.
Con la tecnología implementada, el futuro de Google en XR depende de un factor: el compromiso. “Esta vez, Google debe comprometerse plenamente con Android XR si quiere construir un ecosistema serio”, afirma Gebbie. “Si Google vuelve a dar un paso en falso, sus socios podrían buscar en otra parte”.
“Mientras Google tenga convicción, nunca apostaría contra ellos”, coincide el segundo ex empleado.