ADVERTISEMENT

| Work Life

Por qué tu equipo de liderazgo necesita creativos, no solo estrategas

El futuro de los negocios no será cosa de la gestión. Será cosa de la imaginación.

Por qué tu equipo de liderazgo necesita creativos, no solo estrategas [Fuente Foto: Freepik ]

Durante décadas, el liderazgo corporativo estuvo dominado por la destreza analítica. Ascender en la jerarquía implicaba dominar hojas de cálculo, afinar pronósticos y ejecutar planes con precisión. La visión estratégica era valorada, pero solo si venía respaldada por una hoja de ruta detallada. Ese paradigma, sin embargo, está quedando atrás.

En una era marcada por el cambio vertiginoso, la complejidad emocional y la fragmentación cultural, las estrategias lineales ya no bastan. Los líderes más relevantes hoy no solo analizan el presente: imaginan futuros posibles, tejen conexiones emocionales y convierten la complejidad en narrativas que inspiran. La próxima generación de altos ejecutivos no será solo experta en operaciones; será creadora de significado. No solo estrategas, serán líderes creativos.

Repensando el liderazgo: de la lógica a la imaginación

Históricamente, las empresas priorizaron la lógica sobre la creatividad, lo que dio lugar a culturas de liderazgo ricas en datos, pero deficientes en imaginación. Sin embargo, ahora la creatividad es primordial. Un estudio reciente de Gallup reveló que solo 30% de los empleados se siente conectado con la misión o el propósito de su empresa, lo que marca un mínimo histórico en 2024.

Cabe destacar que los trabajadores totalmente remotos tienen aún más dificultades para lograr esta conexión, ya que la distancia física a menudo se traduce en una desconexión mental con su empleador. Además, un informe de Deloitte reveló que solo 26% de los trabajadores está totalmente de acuerdo en que su empleador los trata como individuos completos, reconociendo sus contribuciones y habilidades únicas. 

Estos hallazgos ponen en el foco un problema crítico: la infraestructura emocional del liderazgo se está debilitando. La eficiencia por sí sola ya no es la respuesta, la resonancia es esencial.

Aquí es donde los creativos entran en escena, no como comercializadores o consultores secundarios, sino como miembros integrales del liderazgo ejecutivo. Imagine un director ejecutivo que lidera con narrativa, no solo con declaraciones; un director de recursos humanos (CHRO) que diseña las experiencias de los empleados con la delicadeza de un artista; una sala de juntas que adopta elementos visuales, metáforas e incluso momentos de contemplación silenciosa para navegar por la complejidad.

¿Qué es lo que hacen diferente los líderes creativos?

Los líderes creativos trascienden la resolución de problemas; replantean los desafíos, anticipan las tensiones y diseñan interacciones con intencionalidad. Consideran el impacto emocional de las decisiones y comprenden que, antes de comprometerse con un plan, las personas deben conectar con su historia. Reconocen que la lógica informa, pero la emoción obliga. 

En tiempos de incertidumbre, la estrategia proporciona dirección, pero la narración fomenta la alineación. Los datos ofrecen explicaciones, pero el diseño inspira la acción. Estos líderes tratan la cultura organizacional como un lienzo, viendo cada iniciativa como una oportunidad para crear significado.

Podrían comenzar el lanzamiento de un producto con un círculo narrativo en lugar de un gráfico de ventas, o concluir una revisión trimestral con una pregunta que invite a la reflexión en lugar de un panel de rendimiento. Estas prácticas no son artimañas, sino herramientas esenciales para el liderazgo en una era donde los hechos por sí solos no bastan.

Cuando los creativos lideran la sala de juntas

Imagine una reunión de liderazgo que no comience con actualizaciones de estado, sino con la pregunta: “¿Qué historia estamos viviendo ahora mismo? ¿Es la que queremos contar?”. En lugar de profundizar en objetivos y resultados clave (OKR), los miembros del equipo reflexionan sobre la narrativa que configura su organización y evalúan su alineación con sus objetivos.

Imagina sesiones de estrategia que se parezcan más a estudios creativos que a centros de mando. Pizarras adornadas con bocetos, no solo indicadores clave de rendimiento (KPI); música ambiental que marca el ritmo; y el silencio como espacio para la contemplación.

En tiempos de crisis, la pregunta inicial no es “¿Cómo gestionamos esto?”, sino “¿Qué nos exige este momento como seres humanos?”. Si este enfoque parece radical, es solo porque hemos separado durante mucho tiempo la creatividad del liderazgo, una separación que contribuyó a equipos desalineados, estrategias ineficaces y organizaciones estancadas.

El ejemplo de Airbnb

La respuesta de Airbnb a la pandemia de COVID-19 es un ejemplo perfecto de liderazgo creativo. Ante desafíos sin precedentes, el director ejecutivo Brian Chesky no se basó únicamente en estrategias tradicionales. En su lugar, adoptó la narrativa y el pensamiento creativo para sortear la crisis.

Chesky escribió emotivas cartas a empleados y anfitriones, comunicando con transparencia los desafíos y las decisiones de la empresa ante el desplome de la industria turística. Priorizó el bienestar de la comunidad, apoyando a los anfitriones e implementando políticas flexibles para los huéspedes. Este enfoque empático reforzó los valores de la marca Airbnb y mantuvo la confianza en tiempos difíciles. 

Además, Airbnb reinventó su plataforma, introduciendo experiencias en línea para adaptarse a la nueva normalidad. Este cambio innovador demostró la capacidad de la compañía para combinar creatividad con visión estratégica, garantizando resiliencia y una interacción continua con sus usuarios.

Un marco creativo para expandir el liderazgo

Integrar la inteligencia creativa en la dirección no requiere una reestructuración organizacional completa. Comienza con un cambio de mentalidad: una apertura al diseño como forma de liderazgo, no solo como una forma de presentación. Estas prácticas no son habilidades blandas, sino competencias estratégicas que ayudan a los líderes a generar mayor compromiso, innovación y confianza. Aquí hay cuatro maneras de empezar.

1. Intuir antes de resolver. Inicia conversaciones importantes explorando el panorama emocional. Pregunta “¿Qué estamos sintiendo?”, para descubrir perspectivas más allá de los datos. Esta práctica crea espacio para la intuición, las dinámicas tácitas y las señales tempranas que a menudo se pasan por alto en las evaluaciones de desempeño o las presentaciones de planificación. Cuando los líderes aprenden a interpretar el entorno, no solo las métricas, toman decisiones que repercuten más profundamente y perduran.

2. Diseña la experiencia, no solo la estrategia. Reconoce que cada política, producto y reunión influye en la experiencia del empleado. Cree estos momentos con detenimiento para que se alineen con las emociones y los valores que desea que las personas transmitan. Ya sea una asamblea pública, un proceso de incorporación o una conversación sobre el rendimiento, el “cómo” importa tanto como el “qué”. Los principios del pensamiento de diseño (empatía, prototipado e iteración) no se aplican solo a los productos; también pertenecen al liderazgo.

3. Usa la narración como herramienta estratégica. Vaya más allá de las declaraciones. Incorpora narrativas que encapsulen la visión, los desafíos y las aspiraciones, fomentando una conexión más profunda y una identidad compartida. Una historia bien contada no solo informa, sino que invita a la participación. Ayuda a los equipos a ubicarse en un arco más amplio de significado y progreso. Los líderes que se comunican en términos narrativos crean alineación no solo mediante la dirección, sino también mediante la coherencia emocional.

4. Involucrar perspectivas diversas. Incorporar voces de artistas, diseñadores, facilitadores y otros pensadores creativos para desafiar suposiciones y ampliar la perspectiva. Estas perspectivas introducen nuevas metáforas, un lenguaje innovador y formas alternativas de comprender la complejidad. Al incorporar a personas que ven el mundo de forma diferente, no diluimos el pensamiento empresarial, sino que lo profundizamos. La innovación prospera en la intersección de la diferencia.

El futuro del liderazgo: un estudio, no solo una sala de guerra

Llegamos al límite de lo que el pensamiento lineal puede lograr. Abordar desafíos como la fragmentación cultural, la disrupción tecnológica y las crisis globales requiere no solo intelecto, sino también imaginación. Los futuros líderes no se preguntarán simplemente “¿ómo crecemos?”, sino “¿hacia dónde nos dirigimos y en quiénes aspiramos a convertirnos?”.

Liderarán de forma diferente:

  • Diseñarán en lugar de simplemente dirigir.
  • Orquestarán experiencias en lugar de centrarse solo en resultados.
  • Imaginarán nuevas posibilidades en lugar de limitarse a analizar la realidad actual.

Porque el futuro de los negocios no es algo que se pueda gestionar hasta que exista; necesita ser imaginado, creado y materializado mediante un liderazgo creativo. No se trata de reemplazar la estrategia con el arte. Se trata de integrar ambas para que las organizaciones puedan liderar no solo con precisión, sino también con visión. Las empresas que prosperen en los próximos años serán las que tengan la audacia de crear lo que aún no existe y la humanidad suficiente para que sea relevante.

Author

  • Tony Martignetti

    es el director de inspiración en Inspired Purpose Partners, donde asesora a líderes para mantenerse centrados en tiempos caóticos. Es autor de los éxitos de ventas Climbing the Right Mountain: Navigating the Journey to An Inspired Life y Campfire Lessons for Leaders: How Uncovering Our Past Can Propel Us Forward.

    View all posts

Author

  • Tony Martignetti

    es el director de inspiración en Inspired Purpose Partners, donde asesora a líderes para mantenerse centrados en tiempos caóticos. Es autor de los éxitos de ventas Climbing the Right Mountain: Navigating the Journey to An Inspired Life y Campfire Lessons for Leaders: How Uncovering Our Past Can Propel Us Forward.

    View all posts

Sobre el autor

es el director de inspiración en Inspired Purpose Partners, donde asesora a líderes para mantenerse centrados en tiempos caóticos. Es autor de los éxitos de ventas Climbing the Right Mountain: Navigating the Journey to An Inspired Life y Campfire Lessons for Leaders: How Uncovering Our Past Can Propel Us Forward.

ADVERTISEMENT

ADVERTISEMENT