
Todo emprendedor se enfrenta a retos en su trayectoria profesional. Muchas mujeres emprendedoras, en particular, comparten experiencias de duda y dificultad para que las escuchen. Sin embargo, existen métodos probados para superar estos obstáculos y retomar el buen camino.
En mis dos décadas de carrera en la casa de subastas Christie’s, aprendí a desenvolverme en estas dinámicas. Cuando finalmente me fui para fundar mi propia agencia de talentos, tuve que usar estrategias que aprendí en el mundo corporativo, dominado por hombres, para conseguir la aceptación de nuevos clientes. Mi capacidad para hablar con confianza en salas llenas de hombres, presentarles ideas y sentirme segura al hacerlo resultó crucial.
Lo cierto es que la vida empresarial tiene una mayor barrera de entrada para muchas mujeres. Pero los obstáculos comunes no tienen por qué detenerte. Aquí tienes cinco obstáculos ocultos que las mujeres deberían anticipar, para que tú también puedas afrontar cualquier reto empresarial con confianza en tu capacidad para asumirlo.
Los que toman las decisiones no se parecen a ti
Uno de los retos más comunes que enfrentan muchas mujeres al presentar una idea es entrar a una sala llena de personas que no se parecen a ellas. Esa falta de identificación puede hacer que el mensaje no conecte y que el acuerdo se diluya rápidamente.
Pero anticiparlo te da una ventaja poderosa. Investiga a fondo antes de llegar: quién estará en la sala, cuál es su perfil, qué los motiva. Entre más sepas, menos sorpresas habrá. Busca puntos en común o sinergias naturales que te ayuden a establecer conexión desde el primer momento.
Una vez que hagas ese trabajo previo, podrás dirigir la conversación con preguntas clave y presentar tu propuesta de manera estratégica. Ensaya con personas que se asemejen a tu audiencia para pulir tu discurso y afinar el tono. Entre más preparación hagas, más segura y efectiva serás al momento de presentar.
Hacer malabarismos con el trabajo invisible
¿Te sientes agotada al final de la jornada laboral y al llegar a casa descubres que también estás a cargo de todo? El segundo turno es una trampa común para las mujeres trabajadoras. Esto puede acabar hoy mismo.
Habla con tu pareja desde el inicio —y con regularidad— sobre cómo van a repartir las tareas domésticas invisibles. Cuanto antes encuentren un ritmo en el que ambos sean conscientes de lo que implica mantener el hogar, menos discusiones tendrán en el futuro.
Hagan una lista con todo lo que requiere atención en casa y divídanlo según lo que a cada uno se le facilita o disfruta hacer. Cuando lleguen a esas tareas que ninguno quiere asumir, enfréntenlas juntos. No tienes que hacerlo todo sola… y tampoco deberías.
Acceso limitado a la financiación
Las mujeres acceden a menos de 3% del capital de riesgo: una desigualdad tan alarmante que no puede pasarse por alto. Por eso, es momento de alzar la voz. Esta cifra solo empezará a cambiar cuando la visibilicemos, la nombremos y exijamos soluciones concretas.
Corre la voz: las mujeres necesitan mayor acceso al capital. Si buscas financiamiento de capital de riesgo, acércate a organizaciones como Female Founder Collective o Female Founders Fund (o alguna parecida en tu país), que conectan a emprendedoras con inversores y también fomentan la inversión entre mujeres. Visibilizar la brecha es el primer paso para cerrarla.
Acceso limitado a las redes
Mi papá decía: “Crea redes o desaparece”. No porque vayas a desaparecer tú, sino porque tu red, si no la alimentas, sí lo hará. La realidad es que, en un entorno donde hay menos mujeres que hombres en puestos de liderazgo, construir conexiones sólidas no es opcional, es esencial.
Si notas que tu red profesional se estanca o que tu círculo ya no te impulsa, es momento de activarte. Organiza un desayuno con una amiga y pídele que invite a seis personas que no conozcas.
Haz lo mismo con tus propios contactos. Que sea una reunión significativa, no solo una transacción. Deja que cada persona comparta algo de su trabajo y su historia personal. Luego lanza una pregunta que todos deban responder, eso rompe el hielo y construye lazos auténticos.
Líneas de tiempo artificiales
En un mundo saturado de actualizaciones, logros públicos y métricas de éxito inmediato, es fácil sentir que vas tarde. Las redes sociales pueden alimentar esa ansiedad, porque todos parecen avanzar más rápido que tú.
Pero no olvides esto: tu camino es único. Recuérdatelo cuando lo necesites: “Vivo mi proceso a mi propio ritmo. Las cosas llegarán cuando deban llegar. Estoy exactamente donde necesito estar”.
Confía: vas más lejos de lo que crees y muchos obstáculos ya están en tu espejo retrovisor.