
Hasta hace poco, las personas aspiraban a tener puestos de liderazgo en sus trabajos. Pero hoy, los empleados evitan cada vez más dichos puestos o incluso los abandonan.
De hecho, 40% de los líderes han considerado dejar su puesto para mejorar el equilibrio entre su vida laboral y personal, según una encuesta a casi 11,000 líderes realizada por DDI. Una encuesta exhaustiva de Rand en 34 países que involucró a 27,000 adultos encontró que 39% no quería progresar en su carrera y el 57% rechazaría un trabajo si piensa que tendrá efectos negativos en el equilibrio entre su vida laboral y personal. Y según otra encuesta de DDI, la Generación Z tiene 1.7 veces más probabilidades de considerar renunciar a roles de mando porque quieren cuidar su bienestar.
Sin embargo, aún existen razones convincentes para buscar crecer. Y hay excelentes razones para no renunciar si ya ocupas un puesto así.
1. Impacto positivo
El liderazgo es la vía más directa para generar un impacto positivo en una organización. Los altos mandos tienen un rango de influencia más amplio debido al número de personas que reportan a ellos, las prácticas que adoptan y las decisiones que toman.
Los líderes también tienen un gran impacto en los demás. Demostrar respeto y empatía, centrarse en el bienestar e inspirar el rendimiento y los resultados puede ser positivo para los equipos. Además, estos comportamientos pueden tener un efecto dominó en la forma en que las personas se tratan entre sí y se responsabilizan mutuamente en la organización y la comunidad.
Como líder, es probable que trabajes en cuestiones más estratégicas que tácticas, lo que puede tener un efecto dominó en el negocio. Por ejemplo, las decisiones del líder de producto pueden influir en la forma en que el equipo de marca comercializa el producto y el equipo de ventas lo posiciona ante los clientes.
2. Salario y comercialización
Otra razón para liderar son las recompensas. El liderazgo vale la pena porque te recompensa de forma tangible. En la mayoría de las empresas, los puestos de mando siguen siendo la forma más rápida de aumentar tu sueldo y progresar profesionalmente.
Además, es probable que fortalezcas tu marca personal y aumentes tu visibilidad en el mercado. El liderazgo es una de las habilidades más buscadas por los responsables de contratación y las organizaciones. Cuando demuestres experiencia en liderazgo y habilidades para dirigir, entrenar, tomar decisiones, inspirar y motivar a otros, te prepararás para destacar en futuros puestos. Podrás ascender dentro de tu organización actual o en una nueva empresa.
Es un momento excelente para perseguir puestos de mando, ya que hay menos personas interesadas, lo que significa que hay menos competencia y más oportunidades.
3. Autonomía
Independientemente de tu puesto, tienes que rendir cuentas a alguien. Incluso los altos directivos o los fundadores de empresas deben rendir cuentas a las juntas directivas o a los clientes. Pero en los puestos de liderazgo, normalmente tomas decisiones sobre lo que se hace y cómo se prioriza. También puedes beneficiarte de una mayor variedad en tu trabajo y de menos redundancia. Tendrás más control sobre lo que haces, lo cual puede ser empoderador.
Tener opciones y control puede ser especialmente gratificante y, además, puede reducir el estrés. En dos estudios independientes realizados por la Universidad de Indiana en 2016 y 2020, las personas con trabajos muy estresantes y poco poder de decisión tendían a ser menos saludables y a tener una esperanza de vida menor. Por otro lado, quienes tenían trabajos estresantes, pero mayor autonomía y control sobre su trabajo, no presentaban los mismos problemas de salud.
4. Crecimiento
Otra gran razón para ser jefe es la oportunidad de crecimiento. El proceso de aprender cosas nuevas está significativamente correlacionado con la felicidad, según un estudio publicado en el Journal of Happiness Studies. El liderazgo desafía tus capacidades mientras abordas todas las necesidades del equipo, la organización y el entorno competitivo.
Como líder, es posible que se te pida que realices nuevos proyectos, asumas iniciativas o amplíes tus responsabilidades. Todas estas son excelentes maneras de desarrollar tus habilidades, tanto para tu trabajo actual como para los próximos, creando una carrera profesional satisfactoria y significativa.