
La sonda espacial MethaneSAT se perdió en el espacio mientras llevaba a cabo una misión para medir las emisiones de gases de efecto invernadero con una “resolución sin precedentes”. Afectado por problemas técnicos, el satélite dejó de responder el 20 de junio a los controladores desde la Tierra.
“Claramente, se trata de un acontecimiento decepcionante”, declaró Andrew Johnson, alto funcionario de la Agencia Espacial de Nueva Zelanda. “Como saben quienes trabajan en el sector espacial, el espacio es intrínsecamente desafiante, y cada intento —exitoso o no— empuja los límites de lo que sabemos y de lo que somos capaces de hacer”.
MethaneSAT se diseñó para medir las emisiones de este potente gas de efecto invernadero, que impulsa el cambio climático al atrapar calor en la atmósfera terrestre. Y e que, históricamente, ha sido muy difícil obtener estimaciones precisas de las emisiones de metano liberadas por los proyectos petroleros y gasíferos en el mundo.
“Era uno de los satélites más avanzados en rastreo de metano en el espacio, encargado de medir emisiones en regiones productoras de petróleo y gas a nivel global”, señaló el equipo de MethaneSAT.
El satélite obtuvo una financiamiento de 10 millones de dólares por parte del Bezos Earth Fund, el cual pertenece al multimillonario fundador de Amazon y recién casado, Jeff Bezos. El gobierno de Wellington y la organización estadounidense Environmental Defense Fund, financiaron el proyecto. El fondo calificó la noticia como “difícil”, pro aseguró que el contratiempo no marcará el fin de sus esfuerzos por rastrear emisiones de metano.
MethaneSAT no se podrá recuperar
El lunes de esta semana confirmaron que el satélite había perdido toda su energía y que “probablemente no sea recuperable”. “El equipo de ingeniería está llevando a cabo una investigación exhaustiva sobre la pérdida de comunicación”, indicó MethaneSAT. “Esto tomará tiempo. Compartiremos lo que aprendamos”.
A pesar de que su vida útil más corta de lo esperado, el equipo consideró que la misión fue “un éxito notable en términos científicos y tecnológicos”.
El director del proyecto, Steven Hamburg, calificó los primeros datos recopilados por el satélite como “notables”. “Las mediciones recientes en la cuenca pérmica de Texas y Nuevo México revelaron emisiones de metano de tres a cinco veces superiores a las estimaciones de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), mientras que en la región del sur del Caspio las emisiones observadas superaron por más de diez veces lo reportado”, escribió Hamburg en LinkedIn.
MethaneSAT se lanzó al espacio en marzo de 2024 a bordo de un cohete de SpaceX desde California.
El satélite finalmente sucumbió tras superar una serie de fallas técnicas. Entraba repetidamente en modo de suspensión sin razón aparente, lo que obligaba a los ingenieros a realizar complejos reinicios.
Además, uno de sus tres propulsores falló.