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Sin efectivo y sin miedo— así es como la Gen Z está redefiniendo el dinero en México

En México, los jóvenes ya no usan el efectivo y tienen una nueva relación con sus finanzas: sin sobrevivir por pura “amsiedad”.

Sin efectivo y sin miedo— así es como la Gen Z está redefiniendo el dinero en México [Foto: Towfiqu barbhuiya/Pexels]

Tengo algunos amigos que son unos años más Gen Z que yo. Algunos todavía no entienden nada del SAT (pero quién); tampoco han pisado una sucursal bancaria, hecho trámites bancarios y unos apenas están aprendiendo a usar una tarjeta de débito, pero hay algo que dominamos muy bien: el control de nuestro dinero en nuestras aplicaciones financieras. Ahí guardamos nuestro dinero, separamos lo que vamos a ahorrar, pagamos deudas y de vez en cuando nos damos gustitos (ahora se le dice: “presupuesto emocional”): cine, libros, cafés, ropa, salidas con amigos.

La Gen Z es una generación que no solo está dejando atrás el efectivo, sino también toda una forma tradicional de entender el dinero. Para ellos, el dinero ya no vive en la cartera, sino en el celular. Esa digitalidad no solo organiza sus finanzas, también les da tranquilidad, acceso y hasta un nuevo tipo de bienestar.

Un estudio reciente de Nu México confirma esta transformación. Casi 60% de sus clientes entre 18 y 25 años reportan que usan menos efectivo desde que se integraron a la banca digital. Pero los datos dicen más que eso: detrás de una app, se están cultivando hábitos de ahorro, seguridad emocional y nuevas formas de aprender a manejar el dinero, muchas veces sin ayuda externa.

“En este segmento, observamos una gran disposición por parte de las personas para aprender a utilizar la banca digital y reducir su dependencia del efectivo. La Generación Z, en particular, está muy abierta a dejar atrás el uso del dinero en efectivo”, expresó Camila Gómez, Consumer Research Manager de Nu México.

¿Qué significa para la Gen Z “manejar su dinero” en 2025?

Para muchos jóvenes mexicanos, hablar de finanzas personales ya no se traduce en llenar papeles ni tener su dinero suelto en la cartera. Manejarlo en alguna app financiera es lo que más ocupan, algo que ocurre mientras hacen actividades cotidianas, como tomar una clase o ir al súper. “No es que la generación Z no se preocupe por el dinero, todo lo contrario, pero lo gestionan de una forma más íntima, cotidiana y autónoma”, explicó Gómez.

El dinero digital se volvió parte de su lenguaje. No les asusta moverlo, organizarlo o visualizarlo. Les da una sensación de control que va más allá del número que aparece en pantalla. Manejar su dinero, para ellos, implica tener información clara, decisiones rápidas y la posibilidad de aprender sobre la marcha.

Hace poco leí sobre un estudio que confirma que la Generación Z aprende mejor cuando no solo consume teoría, sino que pone en práctica lo aprendido.

Educación financiera sin mucho drama

En el estudio, publicado en Entertainment Computing, investigadores probaron una app y un juego de mesa diseñados para enseñar finanzas a jóvenes urbanos y descubrieron que, además de mejorar su comprensión financiera, los participantes valoraron mucho la facilidad de uso y el disfrute del proceso. En otras palabras, aprendieron sin darse cuenta, a través de la interacción práctica.

Esto demuestra que, cuando las plataformas digitales están bien diseñadas, no solo muestran números, sino que educan, acompañan y ayudan a tomar decisiones financieras de forma más natural y didáctica.

Por otro lado, el estudio de Nu revela que 60% de los usuarios con cuenta de ahorro activa está utilizando las famosas “Cajitas” para guardar dinero. Para muchos, es la primera vez que ahorran con intención. Ahí es donde la digitalidad se vuelve pedagógica.

No reemplaza la educación financiera estructurada, pero la complementa con algo que para esta generación es todo lo que importa: la experiencia inmediata, la autonomía y mientras más sencillo, mejor.

La banca tradicional no logró conectar con esta generación

La banca tradicional no logró conectar con la Generación Z porque nunca la hizo sentir bienvenida. Más del 36% de los usuarios encuestados por Nu reportaron haber sido rechazados por otras instituciones financieras, y 9 de cada 10 no accedieron a una tarjeta de crédito hasta que apareció una alternativa como Nu.

Lo que falló no fue solo la oferta financiera, sino algo mucho más importante para esta generación: la sensación de pertenencia. “Nos dimos cuenta que no quieren ser tratados como “sospechosos” por no tener historial, ni sentirse ignorados o tontos por no entender los términos bancarios. Rechazan las trabas, las letras pequeñas y las jerarquías”, expresó Gómez. En cambio, busca claridad, autonomía y experiencias que no los hagan sentir juzgados.

En un país donde hablar de dinero siempre causa “ansiedad”, culpa o miedo, la Gen Z está construyendo una relación más ligera, consciente y práctica con sus finanzas.

Author

  • Priscila Peñaranda

    Licenciada en Escritura Creativa y Literatura por la UCSJ, fue editora de la antología Pulso. Antología Urgente (2019) y publicó un libro de relatos, Identidades Disociativas (2020). Su novela Las Hijas del Aceite (2023) explora la violencia sexual en la guerra y la sororidad femenina. Además, como reportera en Business Insider México, destacó por el especial "Mi Primera Chamba" y su análisis de tendencias en estrategia empresarial e historias de impacto social.

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  • Priscila Peñaranda

    Licenciada en Escritura Creativa y Literatura por la UCSJ, fue editora de la antología Pulso. Antología Urgente (2019) y publicó un libro de relatos, Identidades Disociativas (2020). Su novela Las Hijas del Aceite (2023) explora la violencia sexual en la guerra y la sororidad femenina. Además, como reportera en Business Insider México, destacó por el especial "Mi Primera Chamba" y su análisis de tendencias en estrategia empresarial e historias de impacto social.

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Sobre el autor

Licenciada en Escritura Creativa y Literatura por la UCSJ, fue editora de la antología Pulso. Antología Urgente (2019) y publicó un libro de relatos, Identidades Disociativas (2020). Su novela Las Hijas del Aceite (2023) explora la violencia sexual en la guerra y la sororidad femenina. Además, como reportera en Business Insider México, destacó por el especial "Mi Primera Chamba" y su análisis de tendencias en estrategia empresarial e historias de impacto social.

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