Nintendo reinventa a Donkey Kong: más expresivo, emocional y listo para su nueva aventura

A poco más de un mes del exitoso lanzamiento de la Nintendo Switch 2, la legendaria compañía de videojuegos está lista para lanzar un nuevo título exclusivo con una de sus principales estrellas como protagonista: Donkey Kong.

Nintendo no ha lanzado un juego original de Donkey Kong desde 2018, cuando Donkey Kong Country: Tropical Freeze llegó a la Switch original. Y aunque han pasado varios años desde que el famoso primate estuvo en el centro de la acción, lo que más ha dado de qué hablar entre los fans no es el regreso en sí, sino el rediseño que acompaña a esta nueva entrega.

Con Donkey Kong Bananza, la compañía japonesa presenta un notable rediseño de uno de sus personajes más emblemáticos. Pero lejos de tratarse de un simple cambio estético, el nuevo aspecto de Donkey Kong responde a una intención clara: hacerlo más expresivo, cercano y visualmente dinámico para una nueva generación de jugadores.

Según explicó Shigeru Miyamoto (creador de Donkey Kong y Super Mario) en una entrevista reciente con IGN, el rediseño fue motivado por el deseo de permitir una mayor gama de emociones y gestos faciales. Gracias al poder gráfico de la Switch 2, Nintendo puede aprovechar animaciones mucho más ricas y detalladas, retomando una línea que ya había explorado en Donkey Kong Jungle Beat, pero ahora llevada a un nuevo nivel. El resultado es un Donkey Kong con ojos más grandes, hocico redondeado y pelaje ligeramente más claro; una versión más caricaturesca que respeta la esencia del personaje, pero que también lo adapta a los estándares visuales contemporáneos, en sintonía con lo visto en The Super Mario Bros. Movie.

El rediseño también cuenta con el respaldo de quienes ayudaron a definir a DK en el pasado. Kevin Bayliss, el artista detrás del diseño 3D original de Donkey Kong Country en 1994, elogió públicamente esta nueva versión. “Sigue siendo DK, solo que se ve mejor”, comentó en redes sociales, donde también invitó a los fans a “abrazar el cambio” como una evolución natural del personaje, similar a lo que ha ocurrido con íconos como Mickey Mouse. Para Bayliss, el nuevo diseño logra algo clave: mantener el legado visual de Donkey Kong mientras lo prepara para nuevos estilos de juego y narrativas más emocionales.

Lejos de tratarse de un simple regreso, Bananza busca reimaginar a Donkey Kong no solo como personaje jugable, sino como protagonista emocional de una aventura diseñada para una nueva era. El rediseño, lejos de ser solo una cuestión visual, responde a una lógica más profunda: hacer de Donkey Kong un personaje con más matices, capaz de conectar con los jugadores a través de expresiones, gestos y mecánicas más intuitivas y envolventes.

El gameplay también se rediseña

Este enfoque se refleja también en el estilo de juego de Bananza, donde Donkey Kong no solo se ve distinto, sino que interactúa con el entorno de maneras mucho más dinámicas.

El gameplay de Donkey Kong Bananza representa una ruptura clara con las entregas anteriores, apostando por una experiencia mucho más libre, mezclando destrucción con creativad. Uno de los pilares de esta nueva aventura es la posibilidad de moldear el entorno a puñetazo limpio: los jugadores pueden romper paredes, excavar túneles o abrir nuevos caminos dentro de niveles. Esta mecánica convierte a los escenarios en espacios maleables, donde avanzar no depende de un solo camino prediseñado, sino de cómo el jugador decida interactuar con su entorno.

El juego, que originalmente estaba siendo desarrollado para la Nintendo Switch original, fue trasladado a la nueva consola para aprovechar sus capacidades técnicas y hacer posible este estilo de juego. En una reciente entrevista con desarrolladores, Wataru Tanaka, uno de los directores de Donkey Kong Bananza, explicó las limitaciones técnicas que enfrentó el equipo al desarrollar inicialmente el juego para la primera Switch. El sistema de destrucción basado en vóxeles, que permite entornos 3D dinámicos, requiere hasta ocho veces más memoria que los sistemas tradicionales en 2D debido a la dimensión adicional de profundidad. Esto dificultaba enormemente su implementación en la consola original, donde las restricciones de memoria y procesamiento limitaban severamente las posibilidades del equipo.

El salto a la Switch 2 lo cambió todo. Gracias a una mayor capacidad de memoria y potencia de procesamiento, el equipo pudo recuperar ideas de juego previamente descartadas, como explosiones a gran escala, colapsos de objetos y una mayor densidad de elementos en pantalla, todo funcionando de forma fluida a 60 fps. Según Tanaka, funciones que antes parecían imposibles se volvieron completamente viables. El director de arte de Bananza, Daisuke Watanabe, concluyó afirmando que la Switch 2 no solo permitió que el juego funcionara bien, sino que hizo posible que existiera.

Otro punto importante es quién está detrás del proyecto. Donkey Kong Bananza fue desarrollado por el mismo equipo de Super Mario Odyssey. Esta decisión marca el regreso de una entrega 3D de Donkey Kong desarrollada internamente por Nintendo, algo que no ocurría desde Donkey Kong Jungle Beat para la Nintendo Gamecube en 2004.

Al estilo de juego destructivo se suman las “formas Bananza”, transformaciones temáticas que Donkey Kong puede activar con la ayuda de Pauline, quien no solo acompaña a DK en la historia, sino que tiene un rol jugable activo. Cada una tiene habilidades únicas que alteran por completo el ritmo del juego: desde un DK gigante que arrasa con todo a su paso, hasta animales veloces o voladores capaces de cruzar obstáculos o acceder a zonas secretas. Estas transformaciones no solo aportan variedad visual, sino que introducen nuevas dinámicas de combate, movimiento y resolución de acertijos.

El diseño de niveles también rinde homenaje a la historia de la franquicia. Aunque la base del juego es completamente tridimensional, hay segmentos con cámaras laterales al estilo 2.5D que remiten a clásicos como Donkey Kong Country, con secciones de plataformas, carritos mineros y desafíos cronometrados. Esta combinación entre lo nuevo y lo clásico da como resultado un ritmo de juego variado y lleno de referencias.

Además, Bananza incluye un modo cooperativo local y remoto gracias a la función GameShare de Switch 2. Un segundo jugador puede unirse a la partida como Pauline. Nuestra heroína puede usar controles tipo puntero con los Joy-Con para ayudar en combate, activar habilidades especiales o incluso potenciar a DK desde la distancia.

Para quienes buscan una experiencia más creativa, el juego también ofrece un modo adicional llamado DK Artist Mode, en el que los jugadores pueden esculpir, pintar y modificar libremente el entorno de ciertas secciones, al estilo de un Mario Paint. Esta función no solo sirve como respiro entre misiones, sino que refuerza la idea de que Bananza es un juego tan expresivo como su protagonista rediseñado.

De esta manera, Nintendo no solo actualiza la imagen de Donkey Kong, sino que reafirma su compromiso con la evolución de sus franquicias clásicas, equilibrando la nostalgia con una visión fresca y adaptada a los tiempos modernos.

Donkey Kong Bananza estará disponible este 17 de julio exclusivamente para la Nintendo Switch 2.