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Cómo eliminar la positividad tóxica en el trabajo

Reconocer que cierta positividad es tóxica y elegir una comunicación más efectiva, puede cambiar la cultura de tu lugar de trabajo.

Cómo eliminar la positividad tóxica en el trabajo [Foto: Freepik]

Claro, sabemos que los sentimientos son contagiosos, y ser positivo puede ayudar a quienes nos rodean a sentir lo mismo. Pero seamos honestos por un momento: a veces la vida no es todo color de rosa. Algunos días no son geniales, y a veces la positividad no es la mejor manera de afrontarlos. Y algunas investigaciones lo confirman. Un estudio de 10 años sobre la evasión a enfrentar situaciones difíciles —fingir que las cosas están bien, en lugar de abordarlas cuando no lo están— descubrió que puede aumentar el estrés crónico y agudo y estar vinculado a síntomas depresivos a largo plazo. 

En mi experiencia como especialista en inteligencia emocional y comportamiento humano, nuestros lugares de trabajo se centran cada vez más en el bienestar de los empleados. Pero es una manera fácil de inducirnos a fingir optimismo, independientemente de las circunstancias reales. En las culturas laborales, la positividad tóxica impulsa a las personas a mantener el optimismo o a pensar positivamente independientemente de las circunstancias reales, como la pérdida de clientes clave, la pausa de presupuestos y bonificaciones, o los despidos en el equipo. Y es omnipresente: una encuesta del blog sobre entornos laborales Science of People revela que casi 68% de las personas experimentaron positividad tóxica en el lapso de una semana. 

Los fundamentos de las relaciones entre las personas se basan en la capacidad de confiar. La confianza se construye siendo honestos y transparentes, responsables y dignos de crédito, y empáticos y vulnerables. Requiere ser auténtico, y la falsa positividad no lo es. Si veo que tu optimismo es una farsa, ¿cómo puedo confiar en lo que dices o haces? ¿Me siento seguro siendo auténtico o también necesito fingir positividad?

Cuando esto ocurre, afecta a todos los aspectos de nuestro entorno laboral: desde nuestra cultura hasta nuestro rendimiento y nuestra salud mental. En última instancia, afecta el éxito general de cada persona y, a su vez, de su organización.

Aquí tienes 5 pasos para acabar con la positividad tóxica en el trabajo

  1. Acepta la realidad de la situación. El mundo no es perfecto; nosotros tampoco. Las cosas saldrán mal, y a veces nos equivocaremos. Lo único que podemos controlar en este mundo es cómo elegimos responder, y nuestra respuesta debe ser auténtica y genuina. Responde adecuadamente a la situación laboral, con la intensidad adecuada, sin necesidad de una positividad tóxica forzada. 
  2. Afronta las emociones. No existen emociones “buenas” ni “malas”, y aunque solemos pensar que la positividad viene primero, no es así. Deberíamos centrarnos en si una emoción es apropiada para la situación y si la intensidad con la que la sentimos es la adecuada. Sentimos emociones por una razón. Reconoce y comprende qué las impulsa para que podamos procesarlas antes de seguir adelante.
  3. Entender cómo se sienten las personas que nos rodean. Nuestras emociones influyen en quienes nos rodean, pero las personas pueden detectar una emoción falsa desde lejos. Fingir una emoción es establecer un estándar en el entorno laboral sobre lo que es aceptable y lo que no. La confianza y el respeto no se generan cuando las personas no son auténticas ni genuinas. 
  4. Haz las preguntas correctas y responde a las preguntas formuladas. La comunicación siempre es clave en el entorno laboral, y la capacidad de comunicarse eficazmente influye directamente en nuestra cultura. Cuando sentimos cualquier tipo de emoción intensa, tenemos algo que decir. Haz las preguntas correctas para comprender mejor qué impulsa las emociones de otra persona. Responde a sus preguntas y bríndale la información que necesita para avanzar. 
  5. Impulsa la inteligencia emocional. Siendo realistas, sabemos que una buena cultura laboral se da cuando todas las emociones se expresan adecuadamente. En algunas situaciones, puede ser optimismo, y en otras, tristeza, ira, decepción, miedo o frustración. No juzguemos las emociones de los demás. Evalúalas y haz lo necesario para asegurarte de que se sientan y se procesen antes de seguir adelante. 

«El estándar que ignoras es el estándar que aceptas», dijo una vez el teniente general australiano David Morrison. Cada persona contribuye a la cultura laboral. Al enfrentar la positividad tóxica y optar por una comunicación más efectiva, puedes cambiar la tuya.

Author

  • Amy Jacobson

    Especialista en Inteligencia Emocional y comportamiento humano, e imparte programas, conferencias magistrales y talleres sobre inteligencia emocional a nivel internacional. Ha publicado dos libros en Wiley, el más reciente es "The Emotional Intelligence Advantage: Mastering Change and Difficult Conversations".

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Sobre el autor

Especialista en Inteligencia Emocional y comportamiento humano, e imparte programas, conferencias magistrales y talleres sobre inteligencia emocional a nivel internacional. Ha publicado dos libros en Wiley, el más reciente es "The Emotional Intelligence Advantage: Mastering Change and Difficult Conversations".

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