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¿La mala comunicación en tu empresa puede frenar su crecimiento?

En el mundo laboral híbrido actual, la comunicación es una soft skill, pero sobre todo, es una ventaja estratégica.

¿La mala comunicación en tu empresa puede frenar su crecimiento?

El canto de los grillos no siempre significa que la noche está tranquila. A veces es el silencio incómodo de preguntas que nadie responde en la junta virtual o un correo que se pierde en una bandeja de entrada saturada. Sobre todo, ahora que el trabajo híbrido y remoto ya es la norma, la mala comunicación está desgastando poco la cultura de las empresas, haciendo que todo avance más lento y frenando el crecimiento. Un informe de 2024 revela que la falta de comunicación cuesta a las empresas con 100 empleados un promedio de 420,000 dólares al año. Este es el momento para pensar: “¿Por qué no estamos trabajando en la comunicación como soft skill?”.

Los últimos años he visto cómo las empresas prosperan o fracasan, y es evidente que la comunicación no es una habilidad blanda, sino un sistema estratégico. La próxima generación de ejecutivos de alto rendimiento destacará comunicándose con claridad, coherencia y en todos los niveles de la organización.

Aquí hay cinco estrategias para transformar la forma en que te comunicas y ampliar la cultura de tu empresa:

1. Piensa en la comunicación como un sistema bidireccional

Muchos líderes ven la comunicación como una vía unidireccional: “Tengo la idea, tenemos el plan, ahora solo hay que transmitirlo a todos”. Sin embargo, este enfoque descendente desperdicia una oportunidad crucial, especialmente en organizaciones grandes, donde las personas pueden verse fácilmente bombardeadas con información. Cuando los mensajes fluyen constantemente hacia abajo, a los empleados les resulta difícil discernir qué es prioritario leer, lo que provoca que se pierda información importante.

En cambio, deberías replantear la comunicación como un sistema bidireccional. Esto significa crear un espacio para preguntas y aportaciones de su equipo sobre la información compartida. Por ejemplo, en lugar de simplemente enviar un correo electrónico semanal a la división con lecturas obligatorias y opcionales, solicita activamente la retroalimentación o mantenga breves debates en las reuniones semanales de equipo para asegurar que se comprenda la información clave y generar un diálogo en torno a ella. Este cambio de un modelo puramente distributivo a uno interactivo garantiza que su comunicación se procese, se comprenda y se actúe en consecuencia.

2. Romper con la mentalidad de “de arriba hacia abajo” en entornos híbridos

La mayoría de las empresas fracasan al intentar fortalecer su cultura en entornos híbridos o remotos porque solo usan un enfoque de arriba hacia abajo. Se asume que los directivos siempre saben mejor cómo mantener a todos informados. Pero en el trabajo remoto, esto suele traducirse en depender demasiado de correos electrónicos y mensajes de chat, lo que reduce la comunicación directa y la interacción real entre las personas.

En lugar de imponer información, es mejor preguntar activamente a los equipos qué tipo de comunicación necesitan, con qué frecuencia la prefieren y cuál es la mejor forma de compartirla en un ambiente distribuido. Además, es importante revisar constantemente con el equipo qué funciona y qué se puede mejorar en las estrategias de comunicación. Lo que sirve hoy, puede que no funcione el próximo mes, por eso es clave estar dispuesto a adaptar y evolucionar para seguir creciendo.

3. Construir conexiones para romper barreras

Las barreras de comunicación más perjudiciales surgen cuando las personas no están conectadas, un problema que se agrava en entornos remotos. Para derribar estos muros, integra la conexión directamente en los procesos de su equipo. Comienza por involucrar a los miembros del equipo en el proceso de contratación de sus compañeros, lo cual es fundamental para forjar relaciones y facilitar la comunicación. Si un puesto que está contratando interactúa con otro departamento, incluye a alguien de ese equipo en el proceso de contratación. Así, estarás construyendo conexión y comunicación desde el principio.

Más allá de la contratación, trabaja con tu equipo para identificar y establecer expectativas claras sobre cómo trabajarán juntos, se apoyarán mutuamente y se comunicarán. Estos “acuerdos de equipo” deben ser pautas colaborativas que fomenten el compromiso y la responsabilidad, ya que el propio equipo generó las ideas. Por ejemplo, un acuerdo de equipo podría ser “ir a hablar con la persona directamente” cuando surjan problemas, evitando que se agraven y fomentando un diálogo proactivo y respetuoso para aclarar las cosas o encaminarlas.

4. Aprovechar la transparencia, especialmente en tiempos difíciles

Una comunicación eficaz, basada en la confianza y la transparencia, puede generar resultados extraordinarios, incluso ante desafíos importantes. En una ocasión, trabajamos con un cliente que fomentaba una cultura de alto rendimiento, caracterizada por una comunicación abierta y bidireccional y la confianza en las capacidades de sus equipos.

Tras perder un cliente importante y verse en la necesidad de reducir costos rápidamente sin despidos, movilizaron equipos multifuncionales que involucraban a empleados de todos los niveles, desde la alta dirección hasta los operarios de la línea de producción.

En 60 días, estos equipos identificaron ahorros de más de un millón de dólares. Este éxito impulsó significativamente la moral y las ganancias financieras. Los empleados se sintieron empoderados y entusiasmados por su contribución colectiva, y se preguntaron: “¿Cuál es nuestro próximo objetivo?”.

Este ejemplo demuestra cómo la comunicación transparente, especialmente al dar noticias difíciles, y la participación activa de los empleados en la búsqueda de soluciones pueden impulsar a la fuerza laboral y generar mejoras en la ejecución y una mayor moral.

5. Haz más preguntas abiertas

El hábito de comunicación más efectivo que debes adoptar es simple: hacer preguntas. Anima a tus subordinados directos a que les pregunten a sus equipos preguntas como: “¿Qué estamos haciendo para mejorar la comunicación en nuestro grupo?” o “¿Qué ideas tienen tus equipos para mejorar la comunicación?”. Este enfoque destaca la importancia de la comunicación como elemento estratégico y fomenta un pensamiento y una acción diferentes dentro de los equipos. Al final, tu equipo puede apoyar en lo que se necesite.

Las preguntas abiertas son especialmente eficaces, ya que incitan a una reflexión más profunda y permiten una exploración más amplia de las ideas, lo que ayuda a tener una visión más amplia cuando surgen preguntas aclaratorias. Esto fomenta una conversación bidireccional más participativa que genera mayor compromiso y mejores soluciones por parte de los equipos.

Al abordar la comunicación como una calle de doble sentido, desafiando las normas de arriba hacia abajo y haciendo preguntas estratégicas, puede empoderar a sus equipos y garantizar que su cultura prospere, sin importar cuánto crezca su organización.

Author

  • Gloria St. Martin-Lowry

    Gloria St. Martin-Lowry  es la presidenta de  HPWP Group , una empresa que promueve el liderazgo y el desarrollo organizacional a través de la positividad, el coaching y la resolución de problemas. 

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    Gloria St. Martin-Lowry  es la presidenta de  HPWP Group , una empresa que promueve el liderazgo y el desarrollo organizacional a través de la positividad, el coaching y la resolución de problemas. 

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Sobre el autor

Gloria St. Martin-Lowry  es la presidenta de  HPWP Group , una empresa que promueve el liderazgo y el desarrollo organizacional a través de la positividad, el coaching y la resolución de problemas. 

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