
Empezar un nuevo trabajo puede ser emocionante e intenso, pero la mayoría de los recién contratados caen en trampas que pueden llevar directamente al burnout: esforzarse al máximo para impresionar a sus jefes o simplemente intentar sobrevivir a la transición. El problema no es que los nuevos trabajos sean exigentes, sino que estos enfoques predeterminados casi siempre te perjudican.
Buscar un equilibrio perfecto entre la vida laboral y personal desde el inicio no es la solución, pues puede generar expectativas poco realistas sobre tu rol en esta etapa y causar una impresión equivocada. Más que establecer reglas rígidas, es mejor enfocarte en crear que sea realmente sostenible y real para tu vida profesional y personal.
Tu primer mes exigirá más tiempo y energía que el resto, pero con una gestión estratégica puedes evitar el burnout. Comienza por motivarte, enfocarte y administrar bien tu energía.
Haz tuya la motivación para potenciar tu esfuerzo
Generar motivación en nuestro trabajo impacta directamente en nuestro éxito. Según un estudio de BetterUp, la motivación representa 80% de lo que impulsa nuestro rendimiento. Si bien muchos esperamos que nuestros empleadores den sentido a nuestro trabajo, podemos tomar el control y moldear nuestra motivación.
La Dra. Ayelet Fishbach, experta en motivación, escribe en su libro Get It Done sobre cómo podemos impulsarnos moldeando nuestras circunstancias. Tenemos más capacidad de motivación de la que creemos para impulsar nuestras acciones y alimentar nuestra energía.
Puedes desarrollar tu motivación a través de tres estrategias:
- Vincula el rol con tus valores personales. Conéctate con lo que es significativo e importante para ti y cómo se alinea con tu identidad. Esto aprovecha lo que se denomina “motivación identificada”, y estudios académicos demostraron que conducen a una mayor satisfacción, mayor persistencia y un mayor logro de objetivos.
- Pídele a tu líder que te cuente historias sobre el impacto real de tu trabajo. Según una investigación de Adam Grant, hacer estas asociaciones puede aumentar la motivación hasta un 400%.
- Cultiva estratégicamente relaciones con colegas positivos y motivados, evitando a los cínicos que te quitan energía. Las personas que te rodean no solo te brindan un apoyo esencial para alcanzar tus metas, sino que su actitud también es contagiosa. Evita ser negativo sobre el trabajo al principio, ya que esto puede agotar tu energía y minar tu motivación.
Gestiona tu esfuerzo con estrategia para ganar confianza
Los nuevos empleados a veces se entusiasman y asumen responsabilidades que no pueden cumplir. Esto puede ser agotador y contraproducente, impidiéndoles enfocar sus esfuerzos donde realmente importa, para ganar confianza y demostrar competencia. En cambio, prioriza lo que realmente importa en tus primeros 30 días.
Empieza por gestionar tus propias expectativas de rendimiento. Durante tu primer mes, estarás en modo de aprendizaje, no de prueba. Invierte tiempo en comprender las normas culturales de tu organización y de tu equipo.
A continuación, trabaja con tu jefe para tener claras las prioridades y cómo se verán los resultados positivos y excelentes en sus primeros 30, 60 y 90 días. Con esta claridad, podrás canalizar tus esfuerzos para desarrollar gradualmente confianza sin excederte.
Desde el primer mes, no esperes que tu gerente dirija tu aprendizaje. Demuestra compromiso asumiendo la responsabilidad de tu propio desarrollo. Busca retroalimentación de manera proactiva para aclarar expectativas, ajustar el rumbo y mejorar constantemente. Así, mostrarás a tu líder tu creciente competencia y fortalecerás tu confianza profesional.
Administra tu energía de manera proactiva para mantener tu esfuerzo y bienestar
Darlo todo al empezar un nuevo trabajo no será sostenible y gestionar tu tiempo no es suficiente. Es útil ser perspicaz con la gestión de tu energía, considerando dos estados humanos: usarla y reponerla.
Gestiona tu esfuerzo para evitar el agotamiento con estas estrategias:
- Sé selectivo con lo que merece tu esfuerzo. No todas las tareas necesitan la misma inversión. Identifica dónde es importante poner el esfuerzo, teniendo en cuenta las expectativas de tu líder. Antes de profundizar demasiado en los resultados, desafía las tendencias perfeccionistas preguntándote si es suficiente. Busca retroalimentación para asegurarte de que vas por buen camino antes de invertir demasiado tiempo.
- Sé inteligente al establecer límites en tu vida y trabajo para proteger lo que te sustenta. Desconectarte del trabajo y apagar los dispositivos es fundamental para nuestra supervivencia. Pero desconectarse puede ser contraproducente si no demuestras compromiso. Al establecer límites en tu horario laboral y capacidad de respuesta, sé transparente, fomenta la confianza mutua y evita sorpresas. Colabora con tu líder, considera las normas del equipo y mantén la flexibilidad mientras aprendes el ritmo de tu equipo.
- Saber qué necesitas y tener un plan te ayuda a mantener la energía. Durante el período intenso al comenzar un puesto, es poco probable que pueda hacer todo lo que desearía. Pequeñas acciones pueden ayudar, como tomar descansos regulares a lo largo del día ( la mitad de los trabajadores del conocimiento lo omiten, a pesar de los beneficios comprobados de las pausas cortas, como paseos breves, soñar despierto y la atención plena).
- Participa en actividades que te permitan desconectarte psicológicamente del trabajo para recuperarte mental y emocionalmente. Las actividades activas, como los deportes o los talleres creativos, nos revitalizan mejor que las pasivas, como navegar por las redes sociales o ver la televisión.
Tu primer mes en un trabajo marca el inicio de patrones que van a esta contigo a largo plazo. Los profesionales exitosos no son quienes se agotan al principio, sino quienes construyen un plan sostenible desde el primer día. Adoptar estas prácticas te ayudará a evitar el burnout y desarrollar resiliencia profesional.