¿Le agregaste a tu CV alguna historia de ficción? ¿Algún título exagerado? ¿O tal vez una mentira un tanto descarada? Según una encuesta realizada a 1,000 personas que estaban buscando empleo por el generador de currículums en línea Resume Genius, casi la mitad de los postulantes ha mentido o ha considerado mentir en su currículum.
El informe reveló que la mentira más común es ocultar tiempos muertos en la carrera profesional, seguida de inflar los títulos de los trabajos y manipular las fechas de empleo. Los candidatos de la Generación Z son los más propensos a mentir, lo cual tiene sentido, ya que generalmente tienen un historial laboral más escueto. Además, los resultados demostraron que los hombres también son más propensos a mentir que las mujeres, especialmente cuando se trata de títulos laborales.
Las mentiras pueden escribirse de diferentes formas, dice Victoria Potapenko, reclutadora senior del sitio de empleo Jooble. “Si hablamos de información falsa respecto a nombres, lugares de trabajo, educación o títulos académicos, esto, por supuesto, es crítico”, señaló. “Es completamente diferente si la mentira se refiere a responsabilidades, conocimientos o logros. En mi opinión, esas mentiras no se pueden descubrir solo con un currículum, sino a través de una comunicación cara a cara”.
Pon atención a estas red flags
Si estás contratando, algunas señales de alerta podrían indicar que un currículum no es completamente veraz. Nathan Soto, experto en carreras de Resume Genius, sugiere estar atento a responsabilidades y resultados exagerados.
“Los candidatos presentarán sus responsabilidades laborales de la mejor manera posible, incluyendo cifras y destacándose con verbos de acción rimbombantes; que te cuenten algunas historias exageradas no debería sorprenderte y no necesariamente es una señal de alerta”, explicó. “Sin embargo, los números que parecen demasiado buenos para ser verdad –como afirmar que trabajaron con presupuestos de millones de dólares– necesitan ser verificados”.
Lo opuesto también podría indicar que algo no está bien, como enumerar habilidades en términos vagos como “ayudó a aumentar las ventas”, señaló Avery Morgan, experta en productividad laboral y directora de recursos humanos de EduBirdie. “Todos sabemos que los resultados medibles importan en los currículums, así que si los hubiera, se mencionarían”, agregó.
Tetiana Hnatiuk, jefa de recursos humanos en Skylum, una empresa de software de edición de imágenes, está de acuerdo. “Si las descripciones y responsabilidades de trabajos anteriores son demasiado genéricas y no están respaldadas por ejemplos tangibles, como portafolios, es una señal de advertencia para mí”, explicó. “Inmediatamente pienso que el candidato no sabe de lo que está hablando porque nunca trabajó en ese rol”.
Si nunca oíste hablar de una universidad o colegio de la persona que se postula, Soto recomienda buscarlo, así como el título que el solicitante menciona. “Falsificar logros educativos es una mentira seria en el currículum que se puede probar fácilmente haciendo algo de investigación”, agregó.
Una señal más sutil de que un currículum podría ser demasiado bueno para ser verdad es cuando coincide perfectamente con la descripción del puesto, usando las mismas palabras exactas, Morgan señaló que “la IA puede generar fácilmente currículums como este”.
¿Qué hacer si sospechas que alguien está mintiendo?
Antes de contactar a un candidato, verifica la información. “Analiza referencias, confirma títulos de trabajo, haz una verificación cruzada en LinkedIn y solicita verificaciones de antecedentes que puedan confirmar la historia del candidato”, sugirió Morgan. “También puedes ponerte en contacto con alguien que no haya sido directamente recomendado por el candidato en sus empleos anteriores”.
Si un currículum está claramente fabricado y el candidato no encaja con el perfil deseado, Hnatiuk dice que la persona no tiene que pasar a la primera ronda de entrevistas. “Sin embargo, si el candidato es lo que estamos buscando, pero tengo dudas sobre su currículum, siempre investigo sus empresas anteriores y el LinkedIn del candidato”, comentó.
Si decides continuar con la entrevista, Hnatiuk recomienda tomar notas sobre cualquier detalle que quieras verificar. “Es mucho más difícil mentir en una reunión cara a cara”, señaló.
Morgan sugirió hacer preguntas detalladas sobre su experiencia laboral y los desafíos previos. “Presta atención a las brechas o la falta de detalles”, recomendó. “Sin embargo, no presiones demasiado si sospechas que la persona fue deshonesta. Los candidatos suelen estar nerviosos durante las entrevistas y las preguntas excesivamente agresivas pueden generar estrés innecesario, lo que lleva a respuestas defensivas o menos reflexivas”.
¿Una mentira puede terminar con el proceso de selección?
Cuando contratas a alguien, quieres saber a quién es, por lo que es importante identificar las mentiras. Sin embargo, no todas las discrepancias son deliberadas o tiene que descalificar al candidato. A Potapenko le gusta ver los currículums como anuncios.
“En un entorno altamente competitivo, los candidatos pueden usar tácticas para presentarse de la mejor manera posible”, comentó. “Pero las entrevistas con reclutadores siguen siendo esenciales. El mercado es competitivo y los candidatos aprovechan la oportunidad para presentarse de manera ventajosa. Sin embargo, como en cualquier publicidad, no sabrás la verdad hasta que lo intentes. Aquí, tu habilidad como entrevistador determinará cuánto descubrirás sobre el candidato”.
A veces, las personas mienten sobre cosas que ni siquiera son tan importantes, a menudo porque están nerviosas. “Por ejemplo, pueden ocultar brechas en su historial laboral, aunque eso sea completamente normal”, explicó Morgan. “Es importante saber cuándo es una pequeña exageración y cuándo es una gran mentira. Las mentiras graves sobre calificaciones o responsabilidades clave deberían ser una señal de alerta”, dijo.