Después de más de 15 años trabajando con líderes, he notado un patrón claro: el burnout a menudo proviene de lo que llamo el estilo de liderazgo Superman.
Muchas culturas se aferran a la imagen de un líder fuerte, seguro y capaz de solucionar cualquier problema. Este ideal no es solo una expectativa social, sino también una que los propios líderes se imponen. Sin embargo, esforzarse por ser un líder tipo “Superman” es una receta para el agotamiento, ya que es tanto irrealista como inalcanzable.
El burnout, según lo destacado por la Organización Mundial de la Salud, es un fenómeno ocupacional. Se caracteriza por agotamiento, disminución de la efectividad profesional y una sensación de desconexión con el trabajo. Los líderes que encajan en el molde de Superman son más propensos a estos síntomas debido a la presión constante que enfrentan a diario.
A través de mi trabajo con líderes agotados, he identificado tres tabúes internos que a menudo definen este estilo de liderazgo. Funcionan a nivel subconsciente, pero tienen un impacto significativo. Reconocerlos y desafiarlos puede ser el primer paso hacia un enfoque de liderazgo más sostenible.
1. EL TABÚ DE NO SABER
Las reglas de Superman dictan que los líderes siempre deben tener las respuestas.
Una alta ejecutiva con la que trabajé se sentía abrumada cuando su equipo, al atravesar dificultades, experimentaba una gran ansiedad y esperaba de ella garantías de que todo saldría bien. Además, sus superiores también le exigían lo mismo. Con el tiempo, se dio cuenta de que gran parte de su agotamiento provenía de tratar de proyectar certeza en situaciones donde no la había, especialmente en un entorno de cambio constante.
Ella reflexionó: “Pensé que me pagaban por tener las respuestas. Sentía que debía actuar como si las supiera, porque así entendía mi papel”.
Otro líder compartió: “Siento que debo saber qué hacer en cada situación. Admitir que no sé me hace sentir un fracaso”.
Este tabú obliga a los líderes a aparentar control constantemente, pero la certeza falsa en un mundo impredecible es peligrosa. Como señaló la galardonada autora Maggie Jackson en su libro Uncertain: The Wisdom and Wonder of Being Unsure, es fundamental abrazar la incertidumbre en tiempos de cambio para evitar el pensamiento rígido.
2. EL TABÚ DE PERDER EL CONTROL
Imagina a un médico asegurando que puede curar a todos los pacientes sin importar las circunstancias. Absurdo, ¿cierto? Sin embargo, muchos líderes adoptan una mentalidad similar, creyendo que deben controlar cada resultado para demostrar su valía.
Un ejecutivo con el que trabajé compartió: “Cuando dos miembros clave del equipo renunciaron en un mes, no podía dejar de culparme. Si algo sale mal, siempre siento que es mi culpa”.
La mentalidad de Superman exige que los líderes mantengan un control férreo sobre sus equipos, procesos y resultados. Esto genera la ilusión de que son responsables de todo, incluso de lo que está fuera de su control. Este tipo de líderes ven los errores, fracasos y contratiempos como defectos personales.
Otro líder a quien asesoré describió cómo se sintió después de que el lanzamiento de un producto fallara debido a condiciones del mercado: “No podía quitarme la idea de que era mi culpa, aunque los datos mostraban que el mercado simplemente no estaba listo”. Cuando los líderes se aferran a la ilusión de control, sus equipos se vuelven menos proactivos, esperando órdenes en lugar de tomar iniciativa. Un ejercicio simple para distinguir qué está bajo su control y qué no puede ayudar a liberar presión innecesaria y empoderar a sus equipos.
3. EL TABÚ DE LA VULNERABILIDAD
Un líder lo expresó sin rodeos: “Si quieres ascender, mantén tus problemas para ti mismo”.
Los líderes tipo Superman creen que deben parecer siempre bien, ser seguros, enérgicos e inquebrantables. La vulnerabilidad y la salud mental siguen siendo temas tabú para muchos líderes, a pesar del creciente reconocimiento de su importancia.
Pero mantener una apariencia de fortaleza tiene un costo. Los líderes que reprimen sus luchas pierden la oportunidad de generar confianza y conexión con su equipo.
Melissa Doman, en su libro Yes, You Can Talk About Mental Health at Work, desafía la idea anticuada de que la salud mental es un tema puramente personal y ajeno al trabajo. Argumenta que la salud mental debe tratarse igual que la salud física, y es crucial romper el estigma en torno a su discusión en la oficina.
Una vicepresidenta con la que trabajé tenía dificultades para conectar con su equipo hasta que compartió una historia personal sobre cómo atravesó un divorcio difícil y el impacto emocional que tuvo en ella. Su apertura transformó la percepción que su equipo tenía de ella. Más tarde, un miembro de su equipo le dijo: “Fue la primera vez que te vi como una persona real”.
EL IMPACTO DEL LIDERAZGO SUPERMA
La realidad es esta: los líderes tipo Superman parecen prosperar por fuera, pero sufren por dentro. Funcionan con un desgaste energético máximo, agotando rápidamente sus recursos.
Y no es solo su bienestar lo que está en juego. Los líderes Superman asfixian a sus equipos sin darse cuenta. Al asumir toda la responsabilidad y mantener un control estricto, crean un ambiente donde los demás temen correr riesgos, proponer nuevas ideas o admitir errores.
OTRA PERSPECTIVA SOBRE EL LIDERAZGO
El burnout no tiene por qué ser el precio del liderazgo. Los líderes que abandonan estos tabúes –admitiendo cuando no tienen todas las respuestas, aceptando que no pueden controlarlo todo y abrazando la vulnerabilidad– suelen liderar con más energía, claridad y efectividad.
Si has estado operando como un líder Superman, reflexiona sobre estas preguntas: ¿Es realmente necesario soportar toda esta presión? ¿Cuánto de este peso es autoimpuesto y completamente evitable? ¿Qué pasaría si soltaras lo que ya no te sirve?
Después de todo, el liderazgo no se trata de ser Superman. Se trata de encontrar un enfoque sostenible que empodere tanto a ti como a tu equipo para prosperar.