
No es ningún secreto: conseguir trabajo en la economía actual puede parecer abrumador. Personas con buena preparación aplican a cientos —incluso miles— de vacantes antes de recibir una oferta. De hecho, más de la mitad de las personas desempleadas llevan al menos cuatro meses buscando empleo y si tienen uno, buscan negociar su salario. Esto demuestra lo competitivo que se volvió el mercado.
No solo es el mercado laboral lo que representa un reto. En Estados Unidos (EU) se vive uno de los periodos más turbulentos de la historia reciente:
- La tasa de desempleo en Estados Unidos subió a 4.1%, la más alta en más de dos años.
- Más de 23,000 despidos en el sector tech ocurrieron solo en los primeros tres meses de 2025.
- Casi 50% de los estadounidenses viven al día, de quincena en quincena.
- La deuda de consumo alcanzó un récord histórico de 18.04 billones de dólares, con un fuerte aumento en la morosidad de tarjetas de crédito.
Tener un título universitario ya no garantiza el éxito. Incluso los empleos del gobierno, que antes se consideraban seguros, están en riesgo. No es sorpresa que muchas personas duden o sientan miedo de pedir un mejor salario.
El experto en negociación y coach profesional Ted Leonhardt dice que el miedo a pedir más siempre fue un obstáculo, y en el entorno actual puede sentirse aún más terrorífico. Pero enfatiza: “Las personas trabajadoras, en todos los niveles, son hoy más vulnerables que en ningún otro momento desde la Gran Depresión. Por eso, conocer tu valor y saber defenderlo es más importante que nunca”.
Aquí te compartimos seis consejos esenciales para negociar tu salario con seguridad, incluso en tiempos difíciles:
1. No muestres desesperación
Una encuesta del Pew Research Center reveló que la mayoría de las personas en EU no pidió un mejor salario la última vez que fueron contratadas. Los hombres lo hicieron un poco más que las mujeres (32% vs. 28%).
Aunque estés sobreviviendo con sopa instantánea y necesites urgentemente el trabajo, no lo demuestres. Para los empleadores, el entusiasmo desmedido puede parecer desesperación y llevar a ofertas iniciales más bajas. Tómate tu tiempo para responder —idealmente entre 24 y 48 horas— y da a entender, con sutileza, que estás considerando otras oportunidades. Esto ayuda a mantener tu poder de negociación.
Leonhardt también aconseja: “Siempre trabaja en desarrollar una nueva oportunidad. Un proyecto alterno. Una mejor oferta en otro lado”. Tener otras opciones, o parecer que las tienes, reduce considerablemente la sensación de urgencia.
2. Conoce tu valor y respáldalo con datos
Antes de negociar, investiga los rangos salariales en sitios como Glassdoor, Payscale y LinkedIn Salary. Presenta razones claras, respaldadas con datos, para justificar el sueldo que pides con base en tu experiencia, habilidades y lo que se paga actualmente en el mercado.
Leonhardt lo resume así: “Conoce tu valor y úsalo como palanca. La palanca siempre es tu superpoder”.
Defender tu valor puede tener grandes beneficios. Annie Papp, vicepresidenta ejecutiva de Career Group Companies, recomienda: “Sin importar el mercado, hay que estar listos para pedir un aumento o negociar una mejor oferta. Aunque suene obvio, muchas personas no lo hacen porque suponen que la empresa se los ofrecerá por sí sola… cosa que casi nunca sucede”.
3. Cuantifica tu valor
Haz una lista detallada de tus logros y mide tu impacto siempre que sea posible. Ejemplos: “Aumenté las ventas 300% en un año” o “Dirigí proyectos que generaron $X en ingresos”.
Revisa esta lista antes de cualquier negociación para recordarte lo que has logrado y aumentar tu seguridad.
4. Apuesta por ti y planea a futuro
Si la oferta no está donde te gustaría, busca negociar una ruta clara para llegar ahí en el primer año. Jason Giagrande, CEO de Hospitality Farm, sugiere: “Apuesta por ti. Propón un bono atractivo con metas claras o KPIs ambiciosos que tu jefe estaría feliz de pagar si los alcanzas”.
Esto no solo muestra iniciativa, también alinea tu crecimiento con el de la empresa, lo cual hace más fácil que acepten.
5. Estás en tu derecho de decir que no (si realmente puedes hacerlo)
Una clave en la negociación es estar dispuesto a rechazar la oferta. Escucha con atención, mantén la calma y siempre tómate tu tiempo antes de responder.
6. Negocia también los beneficios, no solo el sueldo
Si la conversación sobre salario se estanca, busca otras formas de compensación. Puedes diversificar tus solicitudes para llegar a un acuerdo que convenga a ambas partes. Bonos por firma, presupuesto para cursos, horarios flexibles o más días de vacaciones pueden tener un gran valor.
“El mercado cambió. Hoy, los empleadores son mucho más cautelosos al contratar y presupuestar”, expresó Papp. “Hace unos años, justo después de la pandemia, las personas podían negociar sueldos altos con más facilidad, porque las empresas estaban desesperadas por retener talento. Ahora ya no es así. El frenesí bajó y las contrataciones son más pausadas”.
Aunque ya no se ofrezcan aumentos inflados como antes, luchar por tu crecimiento sigue siendo crucial. “Perder a un buen talento puede costar mucho más que ofrecer un aumento razonable”, dice Papp. Si el aumento no puede darse ahora, pide una fecha para retomar la conversación más adelante.
Finalmente, Leonhardt deja este consejo que perdura: “Siempre trabaja en construir tu red de contactos, tanto en línea como en persona. Las mejores oportunidades suelen venir de quienes ayudaste antes”.
Negociar puede dar miedo, sobre todo en un mundo incierto. Pero defenderte con estrategia y confianza no solo te prepara para el éxito inmediato, también fortalece tu estabilidad profesional a largo plazo.