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La verdad detrás del trabajo freelance: así es la realidad para 52% de trabajadores que usan plataformas digitales

Trabajar desde casa y ser tu propio jefe suena ideal, pero la experiencia de muchos freelancers en plataformas digitales es muy distinta.

La verdad detrás del trabajo freelance: así es la realidad para 52% de trabajadores que usan plataformas digitales [Foto: Depositphotos]

Trabajar desde casa, elegir tus horarios y cobrar en dólares suena tentador, ¿verdad? Para 11.3% de los trabajadores mexicanos que desempeñan sus labores de forma remota esto puede ser una realidad, según datos del INEGI. Sin embargo, para muchos freelancers que trabajan en plataformas digitales como Upwork, Workana o Clickworker, la experiencia no se siente tan glamurosa. Aunque la flexibilidad es un atractivo, la falta de prestaciones, ingresos inestables y la alta competencia internacional son algunos de los desafíos que enfrentan a diario.

Según un nuevo informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), 52% de quienes trabajan en estas plataformas en América Latina y el Caribe no las consideran su principal fuente de ingreso. No es casualidad: solo 17.7% de quienes se dedican exclusivamente a esta modalidad son empleados formales.

El resto debe complementar con otros empleos para cubrir el mes. Por ejemplo, 47.5% tiene otro trabajo fuera de las plataformas y dentro de ese grupo, 41.7% tiene trabajos estables con salario mensual o anual, de acuerdo al informe de la OIT. También hay quienes trabajan por hora, quienes emprenden por su cuenta y quienes están en la informalidad.

La razón no es difícil de imaginar en el mundo que nos toca vivir. A pesar de la promesa de libertad, los ingresos promedio son bajos (USD 5.48 por hora) y las jornadas largas, muchas veces nocturnas. Por si fuera poco, 40% no tiene acceso a seguridad social.

¿Estamos hablando de una nueva forma de empleo o de una precariedad disfrazada de libertad?

En este panorama, surge la pregunta: ¿vale la pena seguir trabajando de esta manera? Aunque la flexibilidad es real, los empleados padecen mucho más la incertidumbre. Para muchas personas, el trabajo en plataformas digitales representa una solución temporal o un “extra” para cubrir gastos, más que un proyecto de vida sostenible.

Además, hay que considerar que 29% sigue una jornada laboral de cinco días a la semana, pero 34% trabaja seis o siete días. En promedio, las jornadas se extienden a diez horas al día, muchas de ellas durante la noche. Esto puede tener efectos acumulativos en la salud física y mental, aunque la mayoría reportó sentirse bien: entre 30% y 40% califican su salud como “muy buena” y más del 90% afirma que su trabajo no ha afectado negativamente su bienestar… todavía.

Sin embargo, los riesgos están ahí: inseguridad financiera (13%), problemas con la conexión a internet que impiden la productividad (11%) y falta de oportunidades de crecimiento (10%) encabezan la lista. También aparecen otras preocupaciones menos visibles pero igual de importantes, como el aislamiento, la sobrecarga laboral o la dificultad para equilibrar vida personal y profesional.

Toca garantizar condiciones dignas

El informe de la OIT es claro: las empresas detrás de estas plataformas digitales no pueden seguir aprovechando la flexibilidad sin hacerse cargo de las condiciones laborales.

Aunque no sean empleadores en el sentido tradicional, sí pueden hacer mucho más para mejorar el trabajo que ofrecen con reglas claras sobre pagos, apoyo para resolver conflictos, evaluaciones más justas, acceso a seguridad social y beneficios para quienes trabajan de forma constante o con buen desempeño.

Las plataformas tienen la oportunidad —y la responsabilidad— de crear un modelo más justo. No basta con conectar a trabajadores y clientes, también deben evitar que la precariedad se vuelva parte normal del negocio. De no hacerlo, corren el riesgo de contribuir a una pérdida significativa de talento y dinero, como ya se evidenció durante la pandemia, cuando la informalidad y la falta de protección laboral provocaron una contracción del PIB del 7.1% en América Latina, según datos de la OIT.

Author

  • Priscila Peñaranda

    Licenciada en Escritura Creativa y Literatura por la UCSJ, fue editora de la antología Pulso. Antología Urgente (2019) y publicó un libro de relatos, Identidades Disociativas (2020). Su novela Las Hijas del Aceite (2023) explora la violencia sexual en la guerra y la sororidad femenina. Además, como reportera en Business Insider México, destacó por el especial "Mi Primera Chamba" y su análisis de tendencias en estrategia empresarial e historias de impacto social.

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  • Priscila Peñaranda

    Licenciada en Escritura Creativa y Literatura por la UCSJ, fue editora de la antología Pulso. Antología Urgente (2019) y publicó un libro de relatos, Identidades Disociativas (2020). Su novela Las Hijas del Aceite (2023) explora la violencia sexual en la guerra y la sororidad femenina. Además, como reportera en Business Insider México, destacó por el especial "Mi Primera Chamba" y su análisis de tendencias en estrategia empresarial e historias de impacto social.

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Sobre el autor

Licenciada en Escritura Creativa y Literatura por la UCSJ, fue editora de la antología Pulso. Antología Urgente (2019) y publicó un libro de relatos, Identidades Disociativas (2020). Su novela Las Hijas del Aceite (2023) explora la violencia sexual en la guerra y la sororidad femenina. Además, como reportera en Business Insider México, destacó por el especial "Mi Primera Chamba" y su análisis de tendencias en estrategia empresarial e historias de impacto social.

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