ADVERTISEMENT

| Design

Los diseñadores están emocionados con la IA, pero la mayoría no sabe cómo utilizarla

El nuevo informe anual de Figma sobre el estado de la IA generativa para diseñadores y desarrolladores muestra lo complicada que puede ser la transición a la Inteligencia Artificial.

Los diseñadores están emocionados con la IA, pero la mayoría no sabe cómo utilizarla [Fuente de las imágenes: Ruangrit/Getty Images, Andriy Onufriyenko/Getty Images, Enis Can Ceyhan/ Unsplash]

Inteligencia Artificial (IA)… supongo que ¿es genial? Mira esos videos tan chulos. Y las miles de iteraciones de diseño de productos solo para poner en marcha la creatividad. Claro. Genial. ¿O no? Quizás. Quién sabe. Todo eso parece ser el resumen del Informe de IA 2025 de Figma, basado en una encuesta a 2,500 diseñadores y desarrolladores.

Si bien, herramientas como ChatGPT y las funciones de IA de Figma están integradas en los flujos de trabajo diarios, el informe revela una marcada desconexión. El entusiasmo por el potencial de la IA es alto, pero su impacto práctico sigue siendo desigual, como muestran las cifras, limitado por objetivos imprecisos, preocupaciones sobre la calidad y expectativas cada vez más frías. El informe subraya una paradoja: Los profesionales consideran la IA esencial para su futuro, pero les cuesta aprovecharla de forma significativa hoy en día. En cierto modo, coincide con mi propia experiencia. Está ahí, pero aún no.

El estudio de Figma muestra que un asombroso 76% de los proyectos de IA priorizan objetivos vagos como “experimentar con IA” sobre objetivos concretos como el crecimiento de los ingresos, con un asombroso 9%. Me hace llorar por todos los gigas que se evaporan en nombre de una revolución que en realidad no está ocurriendo, al menos para los diseñadores y desarrolladores. 

La ambigüedad refleja el estado incipiente de la tecnología, según me comenta Andrew Hogan, director de Insights de Figma, en una entrevista telefónica. “Hay mucha experimentación y juego; es natural”, explica, comparando el momento actual con las primeras etapas del desarrollo de aplicaciones móviles. Un encuestado comparó el desarrollo de productos de IA con “gestionar un restaurante donde el menú cambia a diario”, una metáfora que Hogan denomina “la cita de la encuesta”.

Tanta contradicción sobre la IA

No estoy tan seguro de ese paralelismo con el desarrollo de aplicaciones móviles, que me pareció una revolución mucho más rápida e impactante que la IA, en términos económicos prácticos y tangibles, no solo en ganancias teóricas. Avances tecnológicos anteriores, como la autoedición o el iPhone, generaron cambios radicales en la industria en cuestión de meses. En comparación, el impacto de la IA parece gradual y anecdótico. Claro que hay ejemplos brillantes de grandes impactos de la IA en algunas industrias —principalmente la audiovisual—, pero tener un asistente de investigación sintético, un asistente de tareas repetitivas o un compañero creativo artificial no parece tan revolucionario como mil millones de teléfonos inteligentes que dominan nuestras vidas. 

Hogan reconoce la tensión y, al mismo tiempo, advierte que las empresas corren el riesgo de descartar la IA demasiado pronto si los experimentos no generan resultados rápidos, lo que podría desperdiciar ventajas estratégicas. También afirma que, si bien la investigación destaca estas contradicciones entre las expectativas/deseos y la realidad, los datos muestran un progreso real: 34% de los usuarios de Figma enviaron productos de IA este año, frente a 22% en 2024. La pregunta es si los objetivos imprecisos —de nuevo, volviendo a la cifra de 76% de las empresas que dicen “a jugar, a ver si pega”— se concretarán en un ROI medible antes de que llegue la desilusión.

La IA, una dicotomía

La investigación muestra que hay ganancias de eficiencia gracias a la IA. Pero aquí también hay una dicotomía. 78% de los profesionales dice que agiliza su trabajo —frente a 71% del año pasado—, pero solo 58% cree que mejora la calidad, mientras que 47% siente que los hace mejores en sus trabajos. ¿Qué pasa con aquellos que piensan que la calidad es igual o peor, y 53% que no cree que la IA los haga mejores en sus trabajos? Es una yuxtaposición extraña y desconcertante. Los desarrolladores reportan mayor satisfacción —67% dice que la IA mejora la calidad del trabajo— que los diseñadores —40%—, en parte porque las herramientas de generación de código ofrecen una utilidad más clara. Los diseñadores, por su parte, lidian con los resultados impredecibles de la IA generativa.

Hogan atribuye esta brecha a las “limitaciones de cómo los humanos interactuamos con estas cosas”, no a la tecnología en sí. Cita la Ley de Amara: Sobreestimamos el cambio a corto plazo y subestimamos la transformación a largo plazo. “La tecnología móvil tardó años en transformar las industrias”, afirma, señalando la evolución de Uber. Sin embargo, herramientas como ChatGPT generaron expectativas de una rápida disrupción, similar a la del iPhone, un obstáculo que la IA aún no ha superado.

Expectativas de enfriamiento

A pesar de que 85% de los profesionales considera que la IA es esencial para el éxito futuro, las expectativas sobre su impacto a corto plazo se están enfriando. Solo 27% predice que la IA influirá significativamente en los objetivos de las empresas el próximo año, sin cambios desde 2024. Hogan lo define como una recalibración, no como una desilusión.

“La expectación se adelanta a lo que la mayoría de la gente puede hacer hoy”, afirma, comparando la trayectoria de la IA con la adopción gradual de Internet. Sin embargo, la “explosión cámbrica” de las aplicaciones de IA, como la que se produjo con las aplicaciones del iPhone, aún está por llegar. Claro que existen aplicaciones de nicho como los intérpretes de documentos médicos o las herramientas de mantenimiento predictivo, pero ¿dónde están las aplicaciones verdaderamente transformadoras más allá de poder comunicarse con los gloriosos oráculos de Wikipedia? ¿Dónde está el Uber de la IA?

La respuesta podría estar en la IA con agentes, la categoría de producto con mayor crecimiento. Estas herramientas, que automatizan tareas de varios pasos, experimentaron un aumento interanual de 143% en su desarrollo —de 21% en 2024 a 51% en 2025—. Sin embargo, Hogan advierte que requieren un replanteamiento de los principios de diseño. “¿Cuándo debería un agente contactar con los usuarios? ¿Qué información debería compartir?”. El papel del diseño en este caso es crucial. El 52% de los desarrolladores afirma que el diseño es más importante para los productos de IA que para los tradicionales, ya que las interfaces intuitivas reducen la brecha entre la capacidad y la usabilidad.

Los equipos de trabajo deben avanzar al mismo ritmo

La paradoja de la IA —ubicua pero infrautilizada, y en gran medida decepcionante— proviene de su adolescencia. Diseñadores y desarrolladores se encuentran atrapados entre la emoción, la histeria colectiva y el pragmatismo, navegando en un panorama donde el prototipado y la iteración son más importantes que nunca. El potencial de esta tecnología es real, sin duda. La generación de código ya acelera el desarrollo y 59% de los desarrolladores la utilizan. Las herramientas de agencia prometen revoluciones en el flujo de trabajo, y su adopción está en aumento. Pero sin objetivos más claros, confianza en los resultados y un refinamiento basado en el diseño, la IA corre el riesgo de convertirse en una caja de herramientas sin un plan.

Como dice Hogan: “Aún estamos en las primeras etapas”. El reto no es si la IA transformará el diseño, sino si los equipos pueden evolucionar sus procesos con la suficiente rapidez para cumplir con su desigual promesa. Por ahora, el futuro pertenece a quienes tratan la IA no como una varita mágica, sino como arcilla maleable, exigente y lejos de estar completamente moldeada.

Author

  • Jesús Díaz

    es guionista y productor, cuyo trabajo más reciente incluye la miniserie documental Control Z: The Future to Undo, el diario futurista Novaceno y el libro The Secrets of Lego House.

    View all posts

Author

  • Jesús Díaz

    es guionista y productor, cuyo trabajo más reciente incluye la miniserie documental Control Z: The Future to Undo, el diario futurista Novaceno y el libro The Secrets of Lego House.

    View all posts

Sobre el autor

es guionista y productor, cuyo trabajo más reciente incluye la miniserie documental Control Z: The Future to Undo, el diario futurista Novaceno y el libro The Secrets of Lego House.

ADVERTISEMENT

ADVERTISEMENT