
Los influencers suelen enfrentarse a más negatividad de la que la mayoría de las personas experimentan en su vida, lo que conlleva un importante impacto en su salud mental. Ahora, se ha lanzado un nuevo servicio de terapia específico para creadores de contenido.
CreatorCare —cofundada por la creadora digital Shira Lazar y respaldada por Creators 4 Mental Health y Revive Health Therapy— busca eliminar las barreras financieras y sistémicas que impiden el acceso a la atención de la salud mental. Si bien algunos creadores ganan millones de dólares, muchos tienen dificultades para llegar a fin de mes. Para garantizar que la terapia sea accesible para todos, CreatorCare ofrece tarifas flexibles desde 60 dólares.
Inicialmente lanzado en California, con planes de expansión nacional dentro de Estados Unidos, el programa ofrece terapeutas, tanto presencialmente como a distancia. Estos profesionales se especializan en terapia cognitivo-conductual, terapia de aceptación y compromiso y terapia mindfulness.
Con más de 200 millones de creadores en todo el mundo, la tensión mental que conlleva esta profesión suele pasarse por alto. Detrás de cámaras, los creadores se enfrentan al hate en línea, la presión constante para mantenerse relevantes y la inestabilidad financiera, desafíos que rara vez reciben la atención pública. Los debates sobre el agotamiento suelen venir acompañados con comentarios despectivos que instan a los influencers a buscar un trabajo “de verdad”.
Salud mental real para los influencers
Pero las cifras cuentan otra historia. Una encuesta hecha a influencers por Awin y ShareASale en 2023 reveló que casi 80% de los creadores reportaron agotamiento, y 66% afirmó que este afectó directamente su salud mental. Casi la mitad recurre a fuentes de ingresos alternativas para reducir la presión.
Lazar, presentadora del programa de entrevistas What’s Trending, ahora está ayudando a construir una red de seguridad para los creadores. “La economía de los creadores ha crecido exponencialmente, pero los sistemas de apoyo no han seguido el ritmo”, declaró a Passionfruit. “A medida que más personas de la Generación Z se incorporan profesionalmente a este espacio, debemos tratarlo como el verdadero lugar de trabajo que es. Esto implica sistemas sostenibles no solo para la monetización, sino también para la salud mental”.
Amy Kelly, cofundadora de CreatorCare y directora ejecutiva de Revive Health Therapy, coincidió: “Las redes sociales no son solo una plataforma, sino un reclutador”, afirmó, señalando que 57% de los adolescentes de la generación Z en Estados Unidos afirman que se convertirían en influencers si tuvieran la oportunidad. “Estamos preparando a los adolescentes para una fuerza laboral digital con riesgos comprobados para la salud mental, el equivalente moderno a enviar a los niños a las minas de carbón sin equipo de protección”.
CreatorCare no es la única iniciativa que aborda el bienestar de los creadores. El nuevo comité de influencers de SAG-AFTRA busca ampliar las protecciones laborales, mientras que la Asociación Nacional de Radiodifusores (NARBA) lanzó recientemente un Consejo de Creadores para amplificar la voz de los creadores. El Gremio de Creadores de América (CRAA) también publicó una cláusula contractual para proteger a los creadores en las colaboraciones con marcas.
Porque sí, la creación de contenido es un “trabajo real”.