
En un mundo cada vez más agitado, donde el descanso parece haberse vuelto un lujo, la startup Eight Sleep tiene un objetivo ambicioso: lograr que cualquier persona pueda tener una noche de sueño perfecta. Para alcanzarlo, la compañía busca emplear una propuesta basada en inteligencia artificial y sensores biométricos.
Fundada hace más de una década, mucho antes de que dispositivos como el Apple Watch o el Oura Ring existieran, la empresa surgió de una necesidad personal: su cofundador, Matteo Franceschetti, sufría problemas de sueño y no encontraba soluciones tecnológicas reales. Así nació la idea de usar tecnología no solo para monitorear, sino para mejorar activamente el descanso.
“Eso es el realmente la base de lo que hacemos. No solamente son datos y la información, sino que hay que utilizar tecnología para resolver los problemas. Ese es el pilar de lo que hacemos hoy en día y con lo que estamos obsesionados. Con todos los productos que creamos siempre nos preguntamos: ‘¿cómo podemos resolver problemas y darle a las personas que duermen en nuestros productos una mejor calidad del sueño?'”, señala en entrevista Alexandra Zatarain, cofundadora y vicepresidenta de Marketing de Eight Sleep.
Zatarain agrega que entendieron desde el inicio que para mejorar el sueño de las personas, primero tenían que entender cómo duermen. “Los datos siempre fueron clave. Descubrimos rápidamente que la personalización del entorno de descanso era esencial para lograr una mejora real en la calidad del sueño. Pero para lograrlo, necesitábamos construir un sistema capaz de detectar con precisión cuándo estás despierto, dormido o en diferentes fases del sueño”, dice Zatarain.
Desarrollar ese primer algoritmo les tomó años de investigación y validación, para alcanzar un nivel de precisión confiable y útil para el consumidor. No se trataba solo de recolectar datos, sino de interpretarlos correctamente y convertirlos en acciones personalizadas.
Sin embargo, gracias a los avances tecnológicos en IA y al uso de datos sintéticos, el proceso ha evolucionado radicalmente. “Ya no dependemos exclusivamente de datos reales; podemos entrenar nuestros algoritmos con millones de horas de sueño y dejar que la inteligencia artificial descubra patrones por sí sola”, señala Zatarain.
El algoritmo del ronquido y otros factores de sueño
Eight Sleep ha evolucionado con el tiempo y con el progreso tecnológico, incorporando algoritmos avanzados y sensores cada vez más precisos. Hoy, su producto insignia, el Pod, es un colchón inteligente que no solo recopila horas de datos biométricos de los usuarios, sino que también actúa en tiempo real para optimizar la temperatura corporal durante la noche, uno de los factores clave en la calidad del descanso.
Un hito reciente en esta evolución ha sido el desarrollo de un algoritmo para la detección y mitigación del ronquido, incluido en la versión Pod 4.
Esta innovación, impulsada por inteligencia artificial, monitorea la respiración del usuario en tiempo real. Si detecta un episodio de ronquido, el sistema puede elevar automáticamente la parte superior del cuerpo para mejorar la respiración y reducir el ruido, sin interrumpir el sueño. Esta solución, que hace una década habría tomado años de desarrollo, se logró en menos de un año gracias a avances en machine learning y la disponibilidad de grandes volúmenes de datos.
La empresa continúa expandiendo sus capacidades con el próximo lanzamiento del Pod 5, que incluirá un algoritmo llamado Health Check. Este sistema convierte cada noche de sueño en una oportunidad para detectar señales tempranas de posibles problemas de salud, al analizar de forma pasiva signos vitales como el ritmo cardíaco y respiratorio. Todo esto sin necesidad de que el usuario lleve dispositivos puestos.
“Estamos transformando la cama en un espacio de prevención de la salud”, afirma Zatarain.
Una inversión en salud
La aceptación del producto, aunque de momento centrada en segmentos de alto poder adquisitivo, ha sido sorprendentemente positiva, incluso en mercados como México. “Los usuarios no lo ven solo como un gadget, sino como una inversión en su salud”, dice Zatarain.
En cuanto a resultados, estudios clínicos internos de Eight Sleep indican que sus usuarios se duermen más rápido y experimentan una mejora de hasta 32% en la calidad del sueño, además de reportar niveles de energía 34% más altos al despertar. Todo esto se logra principalmente mediante el control térmico inteligente y adaptativo durante la noche.
El Pod 5 también ofrecerá nuevas funciones como controles físicos más intuitivos, integración de sonidos relajantes personalizados —como el contenido exclusivo del neurocientífico Andrew Huberman— y una cobija inteligente que extiende el control térmico a todo el cuerpo, creando un microclima ideal para dormir.
A futuro, Eight Sleep aspira a ofrecer versiones más accesibles de su tecnología en los próximos años, así como a expandirse a nuevos mercados como Asia. Pero su objetivo va mucho más allá: “Queremos que cualquier ser humano, desde el primer día hasta su última noche, pueda tener un sueño perfecto gracias a nuestros productos”, concluye Zatarain.