
Desde plantas que obstruyen ríos hasta insectos transmisores de enfermedades, el costo económico directo de las especies invasoras en todo el mundo ha tenido un costo promedio de unos 35,000 millones de dólares anuales durante décadas, señalaron investigadores a la revista Nature Ecology & Evolution.
Desde 1960, los daños provocados por plantas y animales no nativos que se expanden a nuevos territorios han costado a la sociedad más de 2.2 billones de dólares. La cifra es 17 veces mayor a las estimaciones previas. Ya se sabía que los cálculos anteriores, basados en datos muy incompletos, subestimaban gravemente la realidad.
Para elaborar una imagen más precisa, el equipo internacional liderado por Ismael Soto, científico de la Universidad de Bohemia del Sur en la República Checa, recopiló datos de 162 especies invasoras cuyos costos han sido bien documentados en al menos varios países.
Luego modelaron el impacto económico para otros 78 países, como Bangladés y Costa Rica, para los que anteriormente no existían datos. “Esperábamos una subestimación de los costos de la invasión, pero la magnitud fue impactante”, dijo Soto a AFP.
La expansión acelerada de especies invasoras —desde mosquitos hasta jabalíes y plantas difíciles de erradicar— afecta la agricultura, propaga enfermedades y acelera la extinción de especies.
El problema de las especies invasoras
Debido principalmente al alto volumen de comercio y viajes, decenas de miles de especies animales y vegetales se han establecido lejos de sus lugares de origen. Europa es, con mucho, el continente más afectado por este fenómeno, seguido por América del Norte y Asia.
“Las plantas fueron el grupo más perjudicial económicamente, tanto por los daños como por los costos de manejo”, explicó Soto. “Los puntos críticos de costo incluyen zonas urbanas costeras, especialmente en Europa, el este de China y Estados Unidos”.
Los animales también pueden causar daños devastadores. Por ejemplo, los jabalíes destruyen cultivos, campos de maíz y viñedos. Los mosquitos —cuyo rango se ha expandido por el calentamiento global— imponen costos directos a la salud humana al propagar enfermedades como el dengue y la malaria.
Otro ejemplo es el knotweed japonés, una planta invasora muy común en Europa, que requiere costosos programas de erradicación.
“Nuestro estudio se basa en solo 162 especies”, señaló Soto. “Probablemente nuestra cifra sigue siendo una subestimación de un problema mayor, por lo que los costos económicos reales podrían ser incluso más altos”.
Utilizando una definición más amplia —que incluye costos indirectos como la pérdida de ingresos—, el grupo de expertos en biodiversidad de la ONU (IPBES) ha calculado que el costo total de las especies invasoras para la sociedad asciende a unos 423,000 millones de dólares anuales.