
Volar genera muchas emisiones de carbono, pero no todos los asientos de avión son iguales en términos medioambientales. Los asientos que ocupan más espacio, como los de clase ejecutiva o primera clase, implican una huella de carbono personal mayor que los asientos más compactos de clase turista. Los jets privados, que suelen tener menos de 20 asientos, son aún más contaminantes por persona. Ahora, una coalición de ocho países se ha comprometido a gravar a los llamados viajeros premium como forma de recaudar fondos para la acción climática.
Los países de la coalición son Francia, Kenia, Barbados, España, Somalia, Benín, Sierra Leona y Antigua y Barbuda. Ellos son miembros del Grupo de Trabajo sobre Gravámenes de Solidaridad Global, creado durante la conferencia climática COP28 en 2023. Cada vez más municipios consideran impuestos sobre actividades contaminantes, como el uso de jets privados o las emisiones de carbono. Esto busca ser una manera de desincentivar la contaminación y financiar iniciativas de desarrollo sostenible. Esta iniciativa también contará con el apoyo de la Comisión Europea.
Los impuestos a los viajes premium afectarán a los boletos de primera y clase ejecutiva, así como a los pasajeros de jets privados. Sin embargo, aún no está claro cuál será el monto del gravamen. Un estudio reciente sobre el uso de jets privados, no relacionado directamente con esta medida, encontró que aplicar un impuesto de 1.95 dólares por galón de combustible para jets privados podría generar 3,000 millones de dólares (mdd) al año para esfuerzos de descarbonización. Otro estudio se realizó para el Grupo de Trabajo de Gravámenes de Solidaridad Global. Este concluyó que una combinación de impuestos amplios sobre la aviación —incluidos los combustibles de vuelos comerciales, los pasajeros frecuentes y los jets privados— podría generar hasta más de 220,000 mdd al año.
Algunos países ya han intentado reducir las emisiones de la aviación mediante otras medidas, como la prohibición de vuelos cortos. En 2021, Francia anunció que prohibiría cualquier vuelo que pudiera sustituirse por un viaje en tren de hasta 180 minutos. Francia también ha presentado planes para reducir drásticamente las emisiones del transporte marítimo.
¿A quién impactará más los impuestos a jets privados?
Solo un pequeño porcentaje de la población mundial es responsable de las emisiones de la aviación. En conjunto, la aviación representa 2.5% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Sin embargo, su efecto sobre el calentamiento es mayor. Ha contribuido aproximadamente con 4% al aumento de la temperatura global desde la era preindustrial. Y esas emisiones provienen de un grupo limitado: solo alrededor de 10% de la población mundial vuela en la mayoría de los años, y apenas 1% de la población mundial es responsable de más de la mitad de las emisiones del sector aéreo. A este grupo se le ha denominado “superemisores”.
“Volar es la forma de transporte más elitista y contaminante, por lo que este es un paso importante para garantizar que los grandes usuarios de este sector subgravado paguen su parte justa”, declaró Rebecca Newsom, de Greenpeace International, sobre el compromiso de la coalición. “Con el aumento de los costos de los impactos climáticos en los países menos responsables de la crisis, una acción audaz y cooperativa que haga pagar a los contaminadores no solo es justa, sino esencial”.
No obstante, Newsom advirtió que el grupo de trabajo, y otros países ricos, deberían ir aún más lejos. “El siguiente paso evidente es exigir responsabilidades a las compañías de petróleo y gas”, señaló, y se comprometió a “mayores impuestos sobre las ganancias y la extracción de combustibles fósiles de aquí a la COP30”.