Estamos programados para huir del cambio, resistirnos a los finales y aferrarnos a lo seguro.
Cada mal jefe nos deja lecciones valiosas, podemos aprender de ellos.
El trauma es real, pero también lo es el mal uso casual del término.
Encontrar un propósito cuando no es tan obvio puede ser un desafío.
A medida que la IA se vuelve más compleja, podría desarrollar motivaciones nuevas y extrañas que sus creadores nunca imaginaron, y podrían ser peligrosas.
Con distancia psicológica pensamos en las cosas, ideas o decisiones de manera diferente.
El trabajo es divertido si, juntos, lo hacemos así.
La ambición con propósito es una nueva forma de vivir. Se siente como reencontrarte contigo mismo por primera vez.
Si miramos el apocalipsis que se está produciendo en el mundo, tendremos la oportunidad de participar e incluso ser parte de la transformación.
La sociedad aún puede resistir el entusiasmo desmedido de la inteligencia artificial y evitar que las grandes tecnológicas comprometan nuestro futuro.