La ausencia de educación en consentimiento no solo priva a los jóvenes del derecho a decidir sobre sí mismos, sino que perpetúa ciclos de abuso y culpa.
Este material ya se utiliza en una autopista interestatal y en un rascacielos de Manhattan, y su costo es lo suficientemente bajo como para competir con la versión contaminante.
Cuanto más largos son los trayectos, más personas se detienen a comprar comida rápida de camino a casa. Esto significa que acabar con la congestión vehicular podría tener importantes implicaciones para la salud pública.
El anuncio de la ESA se produce en un momento en que las iniciativas de diversidad, equidad e inclusión han sido atacadas por la nueva administración estadounidense de Donald Trump.