Si la IA ocupa trabajos que ni siquiera nos da tiempo de perder, entonces vale la pena preguntarnos: ¿qué podemos hacer para abrirnos paso y generar más oportunidades para nosotros?
El elevado gasto en IA ejerce presión sobre los empleos, ya que, irónicamente, los discursos pesimistas sobre el futuro del trabajo reducen la empleabilidad de los recién graduados.