Los datos recopilados por herramientas de IA pueden residir inicialmente en una empresa en la que confías, pero pueden venderse y entregarse fácilmente a otras.
Hablar con una IA puede sentirse como terapia, pero estos modelos no son profesionales de la salud mental. Su efectividad —y sus riesgos— siguen en debate.
Un número cada vez mayor de solteros están usando herramientas de inteligencia artificial para escribir perfiles, filtrar coincidencias y aliviar el agotamiento de las aplicaciones de citas, según un nuevo estudio de Match y el Instituto Kinsey.