A lo largo de la vida hay situaciones, trabajos o personas que, en vez de aportarnos bienestar, nos generan preocupaciones y estrés e incluso dolor, al grado que si no aprendemos a soltarlas a tiempo, pueden dañar nuestra salud física y mental. Sin embargo, aunque ponen en riesgo nuestro bienestar, muchas veces no es fácil aprender a soltar o no sabemos cómo hacerlo.
Aunque parezca difícil y en ocasiones pueda ser doloroso, aprender a soltar lo que nos hace daño es priorizar nuestro bienestar y, además, nos hace ganar en salud y equilibrio personal. Pero, ¿cómo saber que ya no se puede hacer nada más ahí y es hora de seguir adelante con nuestra vida?
Claudia Estrada, coach profesional especialista en técnicas co-active, explica que una forma de hacerlo es cuando nos damos cuenta que seguir en cierta situación o con cierta persona, va en contra de nuestros valores y de lo que creemos que es correcto hacer.
Menciona la especialista en el coactive coaching, una herramienta enfocada en la creatividad y la mejora del desempeño de quienes trabajan en una empresa.
Algunos de los indicios que debemos tomar en cuenta para saber que es hora de partir es la deslealtad, la deshonestidad, la falta de compromiso, las mentiras y la falta de seguimiento a las propuestas o compromisos y se aplica en cada aspecto de nuestra vida. ¿Se te hace familiar alguna de estas características? Sí es así, tal vez sea momento de replantear cómo quieres vivir y si debes de aprender a soltar.
Lo importante es intentarlo
No es fácil y en ocasiones suele ser doloroso tener que dejar ir algo, aunque ya no nos haga bien. Los apegos son lo más difícil de soltar debido a que tenemos expectativas y nos sentimos seguros; inclusive cuando nuestros apegos están en su lugar, por así decirlo.
Sin embargo, cuando aprendes a dejar ir, tu relación con la realidad cada vez es más objetiva y te puedes relacionar mejor contigo, tus expectativas, construyes inteligencia emocional y un sentido de ti separado de tus emociones.
“Por tanto, aprendes a estar incómodo y que no tienes que tomar decisiones con base en tus miedos, con la creencia de que necesitas de ‘eso’ para estar bien. Entre más te conozcas, más construyes un sentido de ti y puedes soltar porque entendemos que eso no lo necesitas para tu bienestar”, menciona Claudia Estrada.
Pero si no trabajas en ti es complejo aprender a soltar. La especialista recomienda trabajar en tus dependencias emocionales, porque de lo contrario pensarás que tu bienestar viene de tu trabajo, tu pareja o de ser aprobado por otras personas y seguirás sin poder liberarte.
“Siempre digo que cuando trabajas en tus dependencias emocionales es como irle quitando capas a la cebolla y conectas más contigo, con tu esencia, y le das un significado más profundo a tu vida”, menciona.
Además, Claudia Estrada agrega que “cuesta trabajo porque desde niños hemos recibido todo del mundo externo. Cuando somos niños realmente dependemos de los adultos para nuestra supervivencia. Así que cuando crecemos seguimos teniendo esa creencia, por eso cuesta trabajo, por eso necesitas buscar ayuda para que puedas construir esa fortaleza emocional o inteligencia emocional”.
En cambio, si trabajas en ti y en tus emociones, aunque todavía sientas que necesitas algo del mundo para estar bien, podrás darte cuenta que no estás en peligro, que puedes estar sola o solo y no pasa nada. De lo contrario, las consecuencias de aferrarnos a lo que nos provoca dolor y daño, es que no lograremos fortalecernos ni crecer.
“Tomar la responsabilidad de nuestras decisiones y las consecuencias de ellas es madurar, nos hace más fuertes y nos ayuda a construir una autoestima que nos permita ser una mejor versión de nosotros en cada decisión”, finaliza la especialista.