Muchas mujeres comprometidas con su trabajo piensan que construir una red en el entorno laboral es una pérdida de tiempo o gusto por el chisme. Pero no importa cuánto trabajes o qué tan buenos resultados tengas, porque si no creas y aprovechas una red, no podrás alcanzar tu desarrollo profesional, asegura Mónica Bauer Mengelberg, experta en temas de empoderamiento femenino asociado al sector empresarial.
Algo muy importante es que te ayuda en el proceso de estudiar el poder, porque a través de tu red puedes tener información sobre reuniones, comentarios y decisiones que te proporcionarán conocimientos clave sobre cómo se mueven las piezas dentro de la organización, lo que sumado a la información que tienes, puede ser una ayuda muy poderosa.
“También podrá detectar riesgos e incluso anunciarlos, lo cual te permitirá protegerte. Imagina que una integrante de tu red se entera de que alguien se atribuye tus ideas, te sabotea, crea rumores sobre ti o te marginaliza. Una red bien articulada te permitirá enterarte casi instantáneamente de que eso está ocurriendo, incluso te defendería en situaciones así cuando tú no estés presente”, menciona Bauer Mengelberg en el libro.
Una red además te puede ayudar como estrategia de persuasión y promoción y ayudarte a difundir tus ideas y logros. Además, es un pilar fundamental en cuanto a apoyo emocional y validación, ya que las personas con las que trabajamos pueden entender cómo nos sentimos e incluso mucho mejor que nuestros amigos y familiares, agrega.
¿Cómo aprovecharla?
Debido a que altos directivos de empresas coinciden en que las mujeres muchas veces son mejor evaluadas por sus habilidades para motivar, involucrar, escuchar y ser empáticas, Mónica Bauer Mengelberg recomienda aprovechar estas cualidades y construir relaciones.
Otro consejo es construir redes dirigidas, es decir, salirte un poco de tu círculo de personas con el que te sientas cómoda y relacionarte con aquellas que te generen un valor común, por ejemplo: si trabajas fuera de las oficinas centrales, elige a quienes estén ahí; o identifica qué áreas de la organización tienen más poder y selecciona a personas que trabajen en ellas.
Sumar a personas con acceso a influencia sobre los agentes de poder de tu empresa y acercarte a quienes siempre parecen saber lo que sucede es otra forma de construir relaciones dirigidas, de acuerdo con la experta.
Otra manera de crear tus redes es a través de oportunidades estratégicas, por ejemplo, si sales de viaje de negocios o conferencias, puedes incluir en tu agenda espacios para convivir con estas personas clave.
O puedes invitarlos a juntas o a cafés: “Arma las citas con antelación; no tienen por qué durar más de 15 minutos. El objetivo es que te conozcan y que de allí nazca una interacción periódica y orgánica. Lleva dos o tres mensajes que quieras transmitir. Comparte información sobre los proyectos en los cuales estás involucrada”, agrega.
Finalmente, Mónica Bauer Mengelberg explica que una red sólida se construye a partir de la reciprocidad y la ayuda mutua, por lo que es crucial que evalúes qué te pueden ofrecer las personas que buscas incluir en tu red y lo que tú puedes aportar.
Una manera de hacerlo es enviarles algún artículo sobre temas que les interesen, presentarles a la persona que querían conocer, recomendarles expertos en salud o ayudarles a los miembros de su familia, estas acciones toman poco tiempo, pero son muy apreciadas y siempre memorables, finaliza Bauer Mengelberg.