Un informe comparativo sugiere que en México estamos pagando más dinero por nuestras vacaciones que en países con un poder adquisitivo más alto como España o los Estados Unidos. Resulta cuanto menos frustrante que quienes reservan sus vacaciones con dólares o euros paguen un poco menos en promedio que nosotros, sobre todo considerando que el salario medio mexicano es bastante inferior al estadounidense o al español.
En buena medida, el encarecimiento de nuestras compras vacacionales responde a la divisa con que hacemos estas compras. El mundo en su conjunto entró en un periodo inflacionista después de la pandemia global, una inflación que está siendo más severa en los países cuyas
divisas no se encuentran entre las más buscadas por los inversores. El dólar, el euro y el yuan están mejor posicionados para resistir la inflación que el peso mexicano.
Considerando que las compras vacacionales acostumbran a hacerse con antelación, la previsible devaluación del peso a medida que pasan los meses hace que las agencias de viaje y los agregadores de hoteles cobren un pequeño plus para no perder dinero en contraste con las reservas realizadas en dólares o en euros.
¿Podemos ahorrar con una VPN?
El encarecimiento del precio de las reservas vacacionales derivado de la divisa con que se realizan se puede prevenir hasta cierto punto. Una de las mejores maneras de hacerlo es hacer uso de una VPN la hora de realizar nuestras reservas online. Aunque todavía hay muchos mexicanos y mexicanas que no saben qué significa VPN, lo cierto es que estas aplicaciones están cada vez más extendidas en nuestro país gracias a sus múltiples usos.
Con una VPN podemos cambiar la dirección IP desde la que navegamos por internet. Esto nos permite acceder a las webs de reserva de viajes desde una IP de Estados Unidos, Canadá, España, Francia o Alemania, por citar varios ejemplos. En muchos casos, la web pensará que haremos nuestra compra en divisas como el dólar o el euro, con lo que nos ofrecerá un precio ligeramente más competitivo que en la versión mexicana.
Las VPN nos ofrecen además la posibilidad de cifrar nuestro tráfico para navegar de manera más segura por internet. Esto es particularmente relevante si necesitamos hacer nuestras reservas desde un hotel, una cafetería, un restaurante o un aeropuerto, donde la red Wi-Fi puede verse expuesta a todo tipo de ciberataques. Las VPN, entonces, no solo pueden ahorrarnos dinero en las compras, sino también proteger nuestros datos bancarios.
Otras soluciones para el cambio de divisa
En otros casos, puede que las webs de reserva ajusten el precio cuando introducimos los datos de nuestra tarjeta bancaria. De esta manera, si nuestra tarjeta está en pesos, tendremos que pagar el precio en pesos, con independencia de lo que diga nuestra IP. Este problema es un poco más difícil de resolver, porque para esto necesitaremos una tarjeta bancaria en dólares o en euros, algo que no siempre tenemos a nuestra disposición en nuestro banco.
En México, entidades como Banorte, BBVA México o HSBC México ofrecen cuentas en dólares que podemos usar para este tipo de transacciones. El único inconveniente es que tendremos que comprar los dólares con nuestros pesos desde el propio banco, así que nos conviene
revisar cuál es el tipo cambiario de cada entidad, y si tendremos que enfrentar o no el pago de comisiones para hacer estas conversiones.
En caso de que no contemos con una cuenta en una de estas entidades bancarias, también tenemos a nuestro alcance algunas alternativas como Wise, que pueden servirnos como cuentas secundarias orientadas al pago en otras divisas. Estas plataformas suelen ofrecernos tipos cambiarios mucho más convenientes, con lo que resultan idóneas para ahorrar en nuestras compras internacionales todavía más.
¿Las cookies pueden encarecer el precio de una reserva?
Además de las medidas que acabamos de ver, nos conviene considerar el papel que pueden desempeñar las cookies de nuestro navegador web a la hora de hacer reservas online. Las agencias de viaje y las webs de reserva pueden instalar cookies en Chrome, Safari o Firefox para registrar nuestro comportamiento. Si hacemos una búsqueda varias veces, la web puede detectar nuestro interés e inflar el precio artificialmente para urgirles a comprar.
Esta estrategia tiene éxito porque tendemos a pensar que el precio continuará subiendo, cuando en realidad es muy posible que el precio baje más adelante si el vuelo o el hotel en cuestión no tienen suficiente demanda. Por eso es más conveniente hacer uso de navegadores como Iridium, que borran las cookies de forma automática tras cada uso. Si encontramos el precio que nos interesa, podemos proceder a la compra y ahorrarnos el sobrecosto.