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Creer en nosotras mismas —cómo afecta el Síndrome del Impostor a las mujeres en tecnología

Mientras los hombres suelen postularse para un trabajo si cumplen con el 60% de los requisitos, las mujeres lo hacen solo si cumplen con el 100%.

Creer en nosotras mismas —cómo afecta el Síndrome del Impostor a las mujeres en tecnología Depositphotos

De acuerdo con un estudio publicado en Techopedia, en 2023, las mujeres constituían el 14% de los líderes tecnológicos. De acuerdo con Natalia Contreras, Gerente Digital en Robert Walters, 23% de la personas en la industria tecnológica son mujeres.

Esta data se presentó durante el panel “Mujeres en Tecnología”. Este espacio, marcó el inicio del VTEX Connect Latam 2024. El evento sirvió como una manera de conectar con mujeres en el sector digital y fomentar una red de apoyo y colaboración.

Acompañando a Contreras estuvo Giuliana Aguilar, Directora de Estrategia y Academia en AMVO, quien compartió sus reflexiones sobre los retos que enfrentan las mujeres para integrarse y avanzar en roles tecnológicos.

“Una de las barreras más grandes que obstaculizan el crecimiento de las mujeres en tecnología es el Síndrome del Impostor“, dijo Aguilar Fernández. “Este es un fenómeno psicológico que afecta a muchas mujeres en su carrera profesional” añadió.

Más allá del Síndrome del Impostor

Contreras subrayó que mientras los hombres suelen postularse para un trabajo si cumplen con 60% de los requisitos, las mujeres lo hacen solo si cumplen con 100%. “Esta autoexigencia extrema, fruto de la inseguridad y el miedo a no estar a la altura de las expectativas, es un factor que frena a las mujeres a la hora de aprovechar oportunidades laborales”, dijo.

Para Contreras, el Síndrome del Impostor va más allá de la falta de confianza. “Las mujeres tienden a minimizar sus logros y dudan de su capacidad para asumir responsabilidades mayores, lo que resulta en una infravaloración de su talento”, dijo. Explicó que esta autolimitación no solo las aleja de puestos clave, sino que refuerza las estructuras de desigualdad dentro de las organizaciones. “A pesar de tener las habilidades y la experiencia necesarias, el miedo al fracaso y la sensación de no merecer el éxito actúan como barreras invisibles que impiden el progreso de muchas mujeres”, dijo.

Este fenómeno se agrava por los factores sociales y culturales que las mujeres enfrentan a lo largo de su vida. Aguilar explicó que muchas mujeres siguen cargando con la responsabilidad primaria del cuidado de los hijos y de los familiares mayores; “esto limita su disponibilidad para dedicarse a puestos de alta demanda”, dijo. A menudo, las mujeres se ven atrapadas entre dos caminos: el crecimiento profesional o la dedicación a la familia. “Esta presión genera un dilema difícil de resolver, lo que refuerza la percepción de un “techo de cristal” que frena su avance en las empresas”, explicó.

Rompiendo el ciclo

A pesar de estas barreras, tanto Contreras como Aguilar coincidieron en que la clave para avanzar está en cambiar la mentalidad. “Nosotras, como mujeres, somos responsables de nuestra carrera. No es nuestro jefe, no es la empresa, somos nosotras mismas”, afirmó Contreras. Subrayó la importancia de creer en una misma y aprender a “levantar la mano” para pedir las oportunidades que merecen. No se trata solo de hacer un buen trabajo, sino de ser conscientes del valor que se aporta y de ser capaces de comunicarlo.

Un aspecto fundamental para romper el ciclo del Síndrome del Impostor es construir redes de apoyo dentro de las organizaciones. Aguilar señaló que las mujeres deben aprender a jugar el “juego corporativo”, lo que implica establecer relaciones estratégicas con personas clave que puedan apoyarlas y promoverlas. En este sentido, distinguir entre aliados y sponsors es esencial. “Un aliado puede ser alguien en la misma posición que brinde apoyo mutuo. Un sponsor es alguien con poder dentro de la organización que puede impulsar el crecimiento de la carrera de una mujer”, explicó.

Además de la autoconfianza y las redes de apoyo, la representación es otro elemento crucial para reducir la brecha de género en la industria tecnológica. Cuando las mujeres ven a otras en puestos de liderazgo, se sienten motivadas a seguir sus pasos.

“Cuando vemos a una mujer en un cargo de liderazgo, eso nos muestra que también podemos llegar ahí”, señaló Aguilar. Sin embargo, ambas expertas coinciden en que todavía hay un largo camino por recorrer para alcanzar una representación equitativa en el sector. “Aunque 47% de la industria del ecommerce está compuesta por mujeres, solo 3% ocupa roles de liderazgo”, señaló Contreras.

Para superar estas barreras, es necesario que las mujeres tomen acción y aprendan a confiar en sus habilidades. Tanto Aguilar como Contreras coincidieron en que el Síndrome del Impostor y la brecha de género no se superan de la noche a la mañana; sin embargo, con un cambio de mentalidad y el apoyo adecuado, las mujeres pueden avanzar hacia posiciones de liderazgo y transformar la industria tecnológica desde dentro.


Author

  • Emma Sifuentes

    Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad del Valle de México, cuenta con más de 20 años de experiencia en la comunicación, tanto en el sector público, como en el privado. Como editora, busca contribuir a la conversación sobre cómo moldear un futuro que valore la humanidad, la justicia y la igualdad.

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Sobre el autor

Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad del Valle de México, cuenta con más de 20 años de experiencia en la comunicación, tanto en el sector público, como en el privado. Como editora, busca contribuir a la conversación sobre cómo moldear un futuro que valore la humanidad, la justicia y la igualdad.

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