Miles de trabajadores de Boeing iniciaron este viernes una huelga en la región de Seattle, en el noroeste de Estados Unidos, tras votar por abrumadora mayoría en contra del nuevo convenio propuesto por la gigante de la aviación.
Se trata de la primera huelga en 16 años en la compañía estadounidense, que dijo estar “comprometida” con las negociaciones en medio de su difícil situación financiera.
La plantilla rechazó un acuerdo propuesto por Boeing con un 94.6% de los votos y aprobó la huelga con un 96%, dijo Jon Holden, presidente del sindicato International Association of Machinists and Aerospace Workers (IAM) Distrito 751.
“Nuestros miembros han hablado claro esta noche”, dijo el dirigente de este sindicato que representa a más de 30,000 trabajadores del fabricante aeronáutico en esta región.
La huelga comenzó a medianoche del viernes (07:00 GMT).
“SEGUIMOS COMPROMETIDOS”
La protesta afecta a dos grandes plantas de montaje en la región del estrecho de Puget y paraliza la producción de los aviones 737, 777 y 767, cuyas entregas ya están retrasadas.
Esto supone un problema añadido, pues el fabricante de aviones cobra la mayor parte del pago (alrededor de 60%) una vez entregados los aparatos.
Pese a la enorme votación a favor de la huelga, el grupo Boeing dijo en un comunicado que está “comprometido” con las negociaciones.
“Seguimos comprometidos con restablecer nuestra relación con nuestros empleados y el sindicato, y estamos listos para volver a la mesa de negociaciones para llegar a un nuevo acuerdo”, dijo la compañía.
Según los analistas aeronáuticos de TD Cowen, una huelga de 50 días privaría a Boeing de entre 3,000 y 3,500 millones de dólares de liquidez y tendría un impacto de 5,500 millones de dólares en los ingresos.
La plantilla se opuso al acuerdo preliminar alcanzado entre la dirección de Boeing y los líderes sindicales de la empresa que preveía un aumento salarial del 25% a lo largo de cuatro años y un compromiso de inversión en esta región.
También contemplaba la construcción del próximo avión, anunciado para 2035, en el área de Seattle, cuna histórica del fabricante, que debía asegurar los empleos para las próximas décadas.
UN AUMENTO “ENGAÑOSO” DETONA HUELGA EN BOEING
Sin embargo, los trabajadores consideraron que el acuerdo no era tan generoso como se pretendía y señalaron, por ejemplo, que el aumento del 25% era engañoso porque al mismo tiempo se eliminaba un bono anual que daba la compañía.
“Están hablando de un aumento del 25% y no es así”, dijo Paul Janousek, un electricista de la planta de Everett que votó a favor de la huelga después de concluir que el giro de Boeing fue “engañoso”.
Janousek, de 55 años y en Boeing desde hace 13, calcula que su aumento es solo de alrededor del 9% si se elimina el bono anual.
El paro ocurre en un contexto delicado para Boeing, cuya reputación se ha visto empañada por distintos incidentes de seguridad aérea.
El fabricante esperaba que sus concesiones fueran suficientes para evitar la huelga, en medio de su situación económica precaria tras los accidentes de sendos 737 MAX 8 en 2018 y 2019, que cobraron la vida de 346 personas, y por multitud de problemas de calidad de producción.
“No es ningún secreto que nuestro negocio está pasando por un momento difícil, en parte debido a nuestros propios errores en el pasado. (…) Una huelga pondría en peligro nuestra recuperación”, advirtió el miércoles por la noche Kelly Ortberg, quien asumió las riendas de la compañía en agosto.
El directivo, que una semana después de asumir se comprometió a “reiniciar” las relaciones con el sindicato IAM, instó a los empleados a no “sacrificar” el progreso futuro por “frustraciones vinculadas al pasado”.
La huelga se enmarca en un contexto de creciente conflictividad laboral en Estados Unidos, que ha tenido protestas similares en el sector automovilístico, el entretenimiento y otras industrias.