En la capital mexicana, Xochimilco es famoso por sus coloridas trajineras que navegan los canales de la laguna. Aunque los embarcaderos turísticos siempre están rebosantes, tras bambalinas, el sitio enfrenta retos ecológicos y sociales mientras busca sobrevivir a la mancha urbana.
Estudios recientes señalan que más de 60% de las chinampas en Xochimilco están sin trabajar, asegura la Iniciativa Agroecológica de Xochimilco (IAX). Son más de 2,200 hectáreas que, de ser trabajadas, podrían alimentar a toda la Ciudad de México.
El problema en Xochimilco —y otras zonas rurales de México— es que el campo es cada vez menos atractivo. Los jóvenes optan por dejar atrás la agricultura en busca de una vida mejor.
Para esta zona al sur de la capital mexicana esto no solo significa el abandono de las chinampas, sino el olvido de técnicas milenarias para la siembra y una forma de vida tradicional que data desde antes de la conquista y el Imperio mexica.
Esta problemática llevó a IAX y la plataforma Arca Tierra a diseñar soluciones, una de las cuales se cristalizó en la Escuela Campesina.
¿QUÉ ES LA ESCUELA CAMPESINA DE XOCHIMILCO?
La iniciativa del Centro de Formación Escuela Campesina plantea un modelo de educación integral para futuros agricultores al eliminar la preocupación de comercializar los cultivos.
El programa de seis meses busca recuperar conocimientos de agroforestería previos a la conquista de México. También involucra el policutlivo de hortalizas y el saneamiento del suelo y el agua.
En el proceso, las chinampas se conservan ya que son el terreno donde los alumnos realizan ejercicios prácticos para comprobar la teoría y hacer productivo el terreno. “Es una cuestión de prueba y error”, comenta Sonia Tapia, directora de la Escuela Campesina.
La chinampa Temazcal es un ejemplo del trabajo de los alumnos. Hoy produce hortalizas que germinan mediante la técnica de chapin (las semillas se depositan en pequeños cubos hechos de lodo del suelo lacustre); después son trasplantadas a un sistema de camas en policultivos con el propósito de que crezcan en una relación simbiótica.
Con dos generaciones piloto que tantearon el programa, en septiembre de 2023 se gradúa la primera generación conformada por cinco alumnos, cuatro de ellos mujeres. Cada estudiante recibe una beca económica, alimenticia y de hospedaje para apoyarlos durante la capacitación, cuyas jornadas puden durar más de 12 horas diarias.
AL RESCATE DE LAS CHINAMPAS
Los cultivos se ven esplendorosos, pero Nadia, alumna de la primera generación de la Escuela Campesina, señala algunos centímetros cuadrados de tierra donde no hay plantas.
“Los pedazos desnudos no producen nada, ya que la tierra sigue siendo salina. Para equilibrar el pH del suelo vertimos vinagre y ha funcionado bien en muchas partes de la cama”.
La realidad es que la calidad de las hortalizas sobresalen a simple vista, con colores, olores y tamaños dignos de una competencia.
En el inter ganan en conocimientos culturales y formativos mientras conservan y perfeccionan un conocimiento destinado a mejorar su entorno, un ejemplo de que la intervención de la mano del hombre no siempre es para mal.
Los alumnos limpiaron los apantles –canales terciarios dentro de la misma chinampa– que irrigan sus cultivos y colocaron biofiltros con materiales orgánicos. Estos regresan el agua utilizada, así como el excedente, más limpia y oxigenada al lago.
“Los antiguos xochimilcas crearon las chinampas y ayudaron a conservar su entorno. Lo hicieron habitable sin degradar la laguna, algo que esta primera generación de la Escuela aprendió y ya emplea en esta y otras chinampas”, añade Sonia.
PROPUESTA INTEGRAL PARA RESTAURAR XOCHIMILCO
La Escuela Campesina es una parte del proyecto de Programa de Restauración Biocultural de la zona chinampera; es financiada por Arca tierra y gestionadas por IAX.
Los fondos para financiar los proyectos del programa provienen de eventos y experiencias organizados para ayudar, pero también para dar a conocer la cara de un Xochimilco que también es turístico, pero está alejado del cliché popular.
El público puede asistir a dos eventos gourmet anuales celebrados en los canales y que tienen por protagonistas a los ingredientes originarios de las chinampas. Así mismo, el sitio ofrece experiencias como tours para disfrutar el amanecer en la laguna, clases de ejercicio y horticultura.
Otro ingreso son las propias hortalizas cosechadas en Xochimilco, así como de otros productores en la zona metropolitana, que se comercializan en línea. La premisa es pagar lo justo por productos de calidad.
Para IAX, la idea de hacer esta reconstrucción social surge de la necesidad de recuperar estas tierras no solo por una cuestión cultural sino ambiental.
A futuro, lo ideal sería trabajar de manera responsable las más de 2,000 hectáreas abandonadas, que podrían proveer de hortalizas a toda la Ciudad de México y beneficiar la laguna; sin embargo, aún se deben sortear retos como chinampas sin dueños y la urbanización —legal e ilegal— de los canales.
En el presente, son 28,000 metros cuadrados de chinampas trabajadas los que ya muestran los beneficios culturales y ambientales de proteger la zona.