No había peor pesadilla que pedir vacaciones.
Hubo una vez, un trabajo de cuyo nombre no quiero acordarme, que hizo que pedir vacaciones fuera una tortura. Ese año, las vacaciones mínimas de ley en México eran seis días, sin embargo, al estar contratada sin prestaciones, mi jefe directo tenía la libertad de elegir cuántos días libres tenía y siempre elegía menos.
Solo cinco días libres al año, a cambio de sí tener que ir a la oficina más de 8 horas diarias y cumplir todas las obligaciones de un asalariado.
Eso se mantuvo incluso después de que la Ley Federal del Trabajo fue reformada 2022 y otorgaba a todos los trabajadores 12 días de descanso al cumplir el primer año de laborar; días que aumentan conforme aumenta la antigüedad.
Sí, pedir vacaciones se volvió una pesadilla. No solo por los escasos días, sino por el estrés de conseguir la autorización con meses de anticipación y preferir evitar planes de descanso para ahorrarme el problema.
MÉXICO, CON CULPA DE VACACIONAR
Esta situación es solo un reflejo del 24º informe anual sobre la Falta de Vacaciones de Expedia, que revela que 64% de los mexicanos admite sentir que le hacen falta vacaciones. Esto coloca a México en el cuarto lugar de los países que tiene menos vacaciones, por detrás de:
- Alemania (84%)
- Francia (69%)
- Estados Unidos (65%)
Aunque la cifra es abrumadora representa un decremento comparado con 77% que afirmó en 2023 necesitar de este tiempo libre, un cambio que coincide con el primer año de implementación de la reforma vacacional de los 12 días.
Algo aún más preocupante es que, según el informe, en México, los trabajadores son dos veces más propensos a esperar seis meses o más antes de volver a pedir vacaciones, comparado al promedio mundial. Sin importar que el promedio de vacaciones tomadas por los mexicanos al año es de 14 días, casi la mitad de los 29 días que los franceses —los que más tiempo libre toman anualmente— utilizan para descansar.
La excusa para guardar los días son viajes que no se concretan o emergencias. ¿El problema? México aún es de los países con menos vacaciones a nivel mundial, el noveno según el informe de Expedia.
¿QUÉ PODEMOS APRENDER?
Descansar es un derecho fundamental. Uno que, como tal, debería de reflejarse en los días libres y en jornadas laborales conforme a la ley (de ocho horas, con pago de horas extra, fines de semana y días festivos).
Pero la protección al trabajador en México ha tenido que abarcar cosas tan absurdas como poder sentarse, algo que estipula la Ley Silla, que prohíbe obligar a los trabajadores a permanecer de pie durante toda su jornada laboral. Este tipo de faltas de descanso han creado conversaciones en X, antes Twitter, sobre el derecho y la necesidad de descansar.
Bien podríamos decir que la moraleja es hacer contar cada hora libre sin culpa, vivir el ahora. Sin embargo, esta no es la realidad de trabajadores informales, independientes o contratados de manera ilegal. Como alguien que además de amar su trabajo, tiene que hacerlo para vivir, solo puedo decir que buscar el derecho a descansar, tomar vacaciones, empieza desde el momento en que eliges un trabajo que respete la ley, un lujo que no todos los trabajadores de México tiene.