Piensa en subirte al podio para hablar, ir a una entrevista de trabajo o tener una conversación difícil con un empleado. Cuando entras en cualquier situación estresante, la parte más difícil es el comienzo, cuando sube el pico de tu ansiedad.
Ese período de tiempo también es el más crítico porque el cómo manejas los primeros 30 a 60 segundos de una situación estresante va a definir o directamente romper la forma en que la enfoques, dice Ryan Fields-Spack, experto en bienestar para FirstNet de AT&T, una red creada para primeros respondientes como bomberos, paramédicos o personal de protección civil.
SIGNO ESTRESANTE: MARIPOSAS EN LA PANZA
“Cuando piensas en algo que te pone nervioso, sientes mariposas en el estómago y el latido de tu corazón -todas las cosas que causan inquietud en tu sistema-. “Si tratas de empezar a hacer algo durante esos 30 o 60 segundos con todo ese nerviosismo interno, será más difícil pensar claramente y tomar decisiones concisas y de calidad”.
Fields-Spack ha pasado 23 años liderando servicios de emergencias y equipos de bomberos y ha intervenido en numerosas situaciones de vida o muerte, sin tener previamente idea de cuál sería su siguiente emergencia. Uno de sus primeros llamados como técnico en emergencias médicas fue para un hombre mayor que estaba sufriendo un infarto.
“No bien entré por la puerta su familia me miró,” recuerda. “Era mi trabajo manejar esa situación estresante. Durante los primeros 30 – 60 segundos, tuve que calmarme y poder aconsejar y dar órdenes a los que estaban cerca. Si me pongo muy nervioso, todos van a subir a mi nivel. Pero si tomo la situación con voz calma, positiva y confiada, todos van a bajar a mi nivel y podrán lidiar con el incidente en una forma más cohesiva.”
Las técnicas en las que se ha apoyado Fields-Spack durante su carrera pueden aplicar a cualquier circunstancia estresante. El experto comparte cuatro pasos para bajar el estrés y lidiar con una situación demandante.
PRACTICA MEDITACIÓN
Antes de que surja cualquier situación, Fields-Spack controla sus niveles generales de estrés meditando todos los días, incluso si es solo por dos minutos.
“La meditación es súper importante porque es ejercicio para tu cerebro”, dice. “Es como hacer lagartijas con tu mente para ser capaz de enfocarte más tarde… Te prepara para que sepas qué hacer en primer lugar y luego cómo seguir”.
SIMPLEMENTE RESPIRA
El próximo paso es encarar los desafíos físicos que acompañan el nerviosismo. Fields-Spack llama a esta fase “solo respira”, y dice que esencialmente es mindfulness.
“La inquietud que percibes en tu cuerpo es la manifestación física de una descarga de adrenalina y el secuestro amigdalar que ocurre en tu cerebro”, dice. “Esos tienen síntomas físicos y siempre hay una forma de reducirlos”.
Por ejemplo, Fields-Spack cuenta que es normal apretar tus puños cuando estás estresado y no darte cuenta de ello. Mira tus manos y si las tienes cerradas, simplemente agítalas.
Otra zona en la que aflora el estrés es la mandíbula, que con frecuencia se endurece. Fields-Spack recomienda bajar la mandíbula hacia el piso, lo que instantáneamente puede generar un sentido de relajación en tus hombros. Luego, inhala profundamente.
“Si tomas los primeros diez segundos de esa situación estresante para relajar tus puños, relajar la mandíbula y respirar profundamente, podrás bajar el ritmo de tu pulso, reducir la presión sanguínea y liberar la ansiedad dentro de tu sistema”, dice.
TU SUPERHÉROE INTERIOR
Una vez que resuelvas los síntomas físicos del estrés, Fields-Spack le presta atención a su presencia con un enfoque llamado “pose del poder” que se atribuye a la psicóloga Amy Cuddy.
“Tu mente puede, de manera subconsciente, mejorar su habilidad para ejecutar posicionándose como un superhéroe, dice Fields-Spack. “Es una mirada alfa. Si alguna vez volteaste a ver a un perro sumiso, habrás visto que siempre protege su cuello. Un perro poderoso se yergue derecho. Lo mismo puede ocurrir contigo”.
Fields-Spack se asegura de estar parado en una posición que le permita desplegar cada centímetro de su cuerpo, como estirar sus brazos y piernas y respirar profundo, sacando el pecho y manteniendo la cabeza erguida.
ENTRENAMIENTO
La última etapa es entrenar mentalmente, como planear los primeros 30 segundos de tu discurso o sabiendo exactamente cómo vas a presentarte ante un gerente reclutador o posible cliente.
“Si puedes atravesar esa primera neblina de nerviosismo, puedes continuar según lo previsto”, dice Fields-Spack. “Prepárate para el éxito”
El ensayo mental ayuda porque las etapas previas pueden durar esos primeros 60 segundos. Si tienes un modelo de qué decir o hacer, verás que las cosas van bien.
“Cuando entras en una situación estresante, tienes dos caminos”, dice Fields-Spack. “Puedes estresarte mucho y no ser capaz de funcionar bien o puedes calmarte, respirar y decidir cómo vas a actuar en esa situación. Estos pasos no solo aplican para oficiales de policía, bomberos y paramédicos: funcionan para todos”.