Cómo vivir y emprender bajo una visión de colectividad

A finales de 2020, en plena pandemia, nació esta idea de El Futuro es Colectivo. En medio de noticias trágicas, contagios y muertes en subida estrepitosa, la esperanza de una vacuna que no llegaba, el nerviosismo por la economía y las preguntas si respuesta de quiénes nos encontrábamos de vez en cuando con nuestros pensamientos dando vueltas en la cabeza para tratar de entender cómo había pasado esto.

Fue producto del proceso reflexivo de ese momento de reinvención que a muchas y muchos nos tocó atravesar, pero también fue producto de un cúmulo de experiencias profesionales que se beneficiaron de la colectividad y que gracias a ella generaron un impacto positivo.

Un ejemplo del que siempre me gusta hablar es la celebración del Mes de los Museos en la Ciudad de México, que encabecé entre 2013 y 2018. Un festejo que comenzó con un día y que pasó de reunir a 66 recintos culturales y 70,000 visitantes para convertirse en una fiesta de un mes con 156 espacios que recibieron a 1.6 millones de personas. Un esfuerzo conjunto que cambió paradigmas, demostrando que la gente sí quiere consumir cultura, fomentando el sentido de pertenencia, generando ingresos para los museos y recintos participantes, pero en especial probando que sociedad civil, gobierno y sector privado podemos trabajar de manera coordinada por un mismo fin. Una actividad que involucró a empresas de entretenimiento, alimentos y bebidas, transporte, cooperativas, secretarías locales, organismos federales, museos, centros culturales, ONG’s y comunidad. La esencia más pura de la colectividad.

EMPRENDER PARA UN MEJOR FUTURO

Pero volviendo a 2020, la cantidad de iniciativas que surgieron para apoyar a pequeños comerciantes, a vecinas y vecinos, a personal médico y a quién lo necesitara, fue lo que terminó de motivarme para crear este espacio, que primero fue un podcast del que grabé un par de episodios que aún se pueden escuchar en Spotify, pero que hoy se convierte en una serie de textos en los que combino tres temas que me apasionan: el emprendedurismo, la salud mental y la colaboración.

El emprendimiento es una forma de gestar un futuro colectivo, contribuyendo al desarrollo y generando un impacto positivo. Es el motor que mueve el crecimiento de las economías y que impulsa los cambios sociales. En este proceso, el bienestar emocional es crucial para el éxito y la sostenibilidad de cualquier proyecto emprendedor. El bienestar que nuestro proyecto va a generar en la comunidad, pero también el propio, de las y los emprendedores.

Hago hincapié aquí, porque emprender implica enfrentarnos al fracaso y al éxito, así como a las ideas que nos hemos formado sobre estos. Implica presión, estrés, incertidumbre y autoexigencia. En próximas entregas hablaré a detalle sobre esto y sobre sus efectos.

CUATRO BASES PARA VIVIR EN COLECTIVO

El emprendimiento visto como un catalizador del bienestar común, asume que el futuro es un esfuerzo comunitario y conjunto, ejerciendo un modelo de gestión donde la colaboración es un pilar fundamental. En este viaje, el futuro no es solo algo que construimos, sino algo que vivimos juntos, día a día.

¿Cómo llevarlo a cabo? En línea con esta idea muy de moda de los pasos para lograr x o y, he hecho un ejercicio de síntesis de lo que me parece que puede ser una forma sencilla de empezar a activar esta gestión con visión de colectividad y lo he resumido en cuatro acciones:

1. Cuestiona y pregúntate no solo cómo vas a desarrollar tu proyecto o cómo vas a conseguir los recursos para llevarlo a cabo, sino qué hace falta, qué sientes que puedes hacer mejor, qué puede generar un cambio.
2. Sin juzgar a las generaciones pasadas o las otras personas que están haciendo las cosas con otra visión y de otras formas.
3. Piensa en el quién, quién es esa persona o personas que te ayudarán a lograr tus objetivos, a crecer tu idea, a tener un impacto y alcance mayor. Phil Jackson, el exentrenador de Michael Jordan, en su libro Canastas Sagradas, escribe una frase que me encanta usar: “Un gran jugador solo puede hacer algunas cosas por sí solo”.
4. Se agente de cambio y usa tu emprendimiento, tus ideas, tu energía y tus ganas para impactar a tu entorno. Impulsa prácticas que aseguren la sostenibilidad: de las personas (empezando por ti), del planeta y de las finanzas.

Hay un par de cosas que la colaboración me ha enseñado: que rompe paradigmas, que rompe con la inercia, que se vuelve un efecto dominó y que es ese efecto el que genera los cambios.