La semana pasada, Sony nos soltó la noticia: la PS5 Pro y su precio nada amigable de 700 dólares. La idea de soltar tanto dinero por unas cuantas mejoras en los gráficos y especificaciones ha molestado a muchos gamers, mientras que a otros (me incluyo) nos ha hecho añorar esos tiempos en que los juegos venían en discos y las aventuras se desarrollaban en un televisor CRT en lugar de en un tu equipazo OLED 4K con capacidad de IA de 4,300 dólares o todo apretujado en el celular.
Justo después de que Sony hiciera su anuncio, por pura coincidencia, me puse a leer The Console Chronicles, de Lost in Cult, y, vaya, fue como viajar en el tiempo a una época donde los juegos se sentían más simples. Si tú también estás buscando volver a esos buenos viejos días del hardware de videojuegos, aquí es donde lo vas a encontrar.
ALGO MÁS PERSONAL
Lost in Cult es una editorial del Reino Unido dedicada a documentar la historia, arte y diseño de los videojuegos. El año pasado lanzó A Handheld History: A Celebration of Portable Gaming. Pero en lugar de limitarse a darte un recorrido estilo Wikipedia por el Game Boy y otros aparatos, los editores decidieron enfocarse en ensayos personales y otras historias alrededor de la tecnología.
Este libro marcó un antes y un después en cómo Lost in Cult aborda la historia de los videojuegos –“poniendo lo viejo a dialogar con lo nuevo para abrir camino a través de terreno ya conocido”, comenta Abram Buehner, quien fue pieza clave en la edición de The Console Chronicles, una colaboración entre Lost in Cult y el editor de Time Extension/Nintendo Life, Hookshot Media.
A lo largo del libro encontrarás una historia completa de las consolas, además de relatos que capturan el lado humano y personal de estas, desde anécdotas de títulos pirata de Sega Dreamcast hasta la magia de los lanzamientos a medianoche que dominaron el ambiente de juegos de los 2000.
“Lo que quiero saber es por qué los jugadores guardan ciertos juegos en su corazón; qué pedazos de su pasado traen los desarrolladores a su trabajo”, dice Buehner. “Creo que tienes que entender todos estos diferentes roles, perspectivas y épocas para realmente valorar por qué los juegos se han convertido tan rápidamente en una fuerza motriz en la economía y el entretenimiento global”.
DISEÑANDO CONTRA LA NOSTALGIA
Alguna vez, tanto las consolas de juegos, como los libros impresos, los ensayos extensos, y el arte y diseño personalizado han sido vistos como algo que está en declive o desapareciendo. Y por eso quizás sorprenda que todos estos elementos estén funcionando a todo en el libro.
Buehner comenta que, a diferencia de otros libros de juegos que solo juegan con la nostalgia, o, por ejemplo, el lanzamiento del Nintendo World Championships: NES Edition en Switch, con sus aires retro de vector y vaporwave, él quería evitar todo eso. Una razón: Gente como él, que hoy tiene veintitantos años, no estuvo ahí para jugar esos juegos en los sistemas originales. Su nostalgia viene de reediciones más recientes.
“He vivido la historia de los juegos sin amarras a su contexto original. Para mí, todo es parte de una gran continuidad –por eso hemos diseñado [Las Crónicas de las Consolas] para reflejar eso. Visualmente, estamos sacando ideas de revistas de moda japonesas y buscamos crear algo trascendente”.
Esto se manifiesta en la dirección de arte e ilustración de Stephen Maurice Graham, y un ecosistema de diseño que también aprovecha la fotografía macro y de productos para presentar una gama caleidoscópica de consolas de videojuegos y propiedad intelectual.
“Cada vez que veo una nueva ilustración que hace homenaje a uno de mis juegos favoritos, puedo ver algo que he visto mil veces con ojos nuevos”, añade Buehner. “Eso es magia”.
CONSOLAS OLVIDADAS
Claro, el libro cubre los clásicos –las diversas Nintendos, Xboxes, PlayStations–, y demás. Pero algunos de los relatos más fascinantes detallan sistemas que el tiempo ha dejado atrás o ha olvidado.
Como, por ejemplo, la Magnavox Odyssey de 1972, la primera consola de videojuegos del mundo. Como escribe Lewis Packwood en el libro, “Los humanos caminaron en la luna solo tres años antes de que se lanzara la Odyssey, y la consola parece que podría haber sido un accesorio en la famosa película de Stanley Kubrick de 1968, 2001: Una odisea del espacio. ¿El nombre es una coincidencia? Probablemente no.” Packwood agrega que su legado fue solo un juego: Tenis de Mesa. Atari lo tomó y lo convirtió en el famosísimo Pong.
Entre las otras consolas perdidas que parecen sacadas de un escenario cinematográfico de retrofuturismo, también está la ColecoVision—un aparato que quizás se parece más a una combinación de teléfono y contestadora, que, según detalla Jack Yarwood, es particularmente ignorada comparada con la Atari 2600, pero “trajo la experiencia de los juegos de consola más cerca del arcade que nunca antes”, e incluso influyó en la Nintendo Famicom. Sin ella, él escribe, la industria de los videojuegos probablemente se vería muy diferente hoy.
Y luego está la más conocida Sega Dreamcast (1998/99), que Buehner califica como “una consola con visión de futuro que fracasó”. Agrega que su módem integrado debería haberla convertido en el sistema para llevar el juego en línea a las masas, pero fue limitada por su pequeña biblioteca de juegos, un control problemático y la popularidad de la PlayStation 2. “Si la Dreamcast hubiera tenido éxito, tal vez Sega estaría corriendo en la carrera del hardware junto a Sony y Nintendo en lugar de Microsoft”, destaca. “La Dreamcast estaba corriendo Windows y usando DirectX, así que Microsoft tenía el conocimiento institucional para tomar el testigo de Sega y seguir corriendo con la Xbox original”.
EL FUTURO DEL JUEGO
Entonces: en una era de PS5s de 700 dólares y todo lo relacionado con los juegos móviles, ¿qué les espera a las consolas?
Buehner señala que alrededor de 2012 o 2013, había mucha plática de que los sistemas de juegos dedicados estaban en camino de extinguirse… pero el meteórico ascenso de la PlayStation 4 en 2013 demostró que todos estaban equivocados.
Aun así, él piensa que hoy podríamos estar más cerca de esas predicciones de los analistas. Mientras que la plataforma de juegos basada en la nube de Google Stadia se ha desmoronado y los proyectos de iPhone de Capcom no han despegado, “yo los veo como un vistazo a un futuro que depende cada vez menos de las consolas en casa. Incluso podrías argumentar que los ports de PlayStation para PC y el éxito arrollador del Switch como híbrido también están erosionando el espacio de las consolas tradicionales”.
Él aún no está listo para dar el veredicto final, sin embargo.
“Cuando ves el deseo por lanzamientos de medios físicos boutique en los campos de la música y el cine, creo que ves un camino hacia adelante para los juegos físicos y, a su vez, para las consolas físicas para jugarlos,” dice.
Pero, al final, “como jugador, seguiré los juegos”.
Y eso es clave para todo—y como The Console Chronicles narra, quizás lo que siempre ha estado en el corazón de todas esas máquinas legendarias durante las últimas cinco décadas, también.