Según una encuesta de Indeed realizada el año pasado a más de 23,000 trabajadores de la Generación Z y millennials, la mayoría de ambos grupos investiga las iniciativas de sostenibilidad de una empresa antes de aceptar una oferta de trabajo y 96% de estos jóvenes desea que sus empresas hagan más.
Un estudio reciente de EY reveló que 54% de los directores ejecutivos considera que la sostenibilidad es una prioridad más alta ahora que hace un año. Sin embargo, EY también encontró que la mayoría de los CEOs ven la sostenibilidad como un enfoque a largo plazo y solo 16% considera la descarbonización de los modelos de negocio y la consecución del cero neto como una de las tres prioridades estratégicas más importantes para los próximos 12 meses.
Lamentablemente, un cambio lento y a largo plazo es un ritmo con el que ya no podemos permitirnos operar. Los líderes empresariales necesitan integrar mejores prácticas sostenibles y equipos en todos los niveles de sus empresas hoy para tener un impacto en nuestro medio ambiente y fortalecer sus negocios.
Las empresas no necesitan elegir entre sostenibilidad y rentabilidad. Un informe de 2023 de Deloitte mostró que 84% de los líderes empresariales están de acuerdo en que se puede lograr un crecimiento económico global mientras se alcanzan los objetivos de cambio climático. También existen numerosos incentivos, como la deducción para edificios comerciales energéticamente eficientes y el crédito para proyectos de energía avanzada, que ayudan a las empresas a invertir en iniciativas de sostenibilidad.
Según un informe publicado por IBM, tres cuartas partes de los CEOs reconocen la necesidad de priorizar la sostenibilidad, pero solo 30% está logrando avances significativos. La sostenibilidad efectiva es un trabajo a tiempo completo. Es evidente que se necesitan más recursos y equipos dedicados para implementar prácticas conscientes con el medio ambiente que ayuden a cerrar la brecha entre intención y ejecución.
Cómo pueden las empresas priorizar la sostenibilidad
Independientemente de la industria, las empresas deben establecer equipos de sostenibilidad que ayuden a desarrollar y ejecutar intervenciones estratégicas que alcancen los objetivos de la compañía. Al centralizar la experiencia y los recursos en estos equipos, con directores de sostenibilidad, se desarrollan e implementan iniciativas que apoyan los objetivos de la empresa y fomentan una cultura de conciencia ambiental y responsabilidad a lo largo de toda la organización. Por ejemplo, un desarrollador de viviendas con propiedades en toda América del Norte debería contratar a un gerente de sostenibilidad en cada ciudad importante donde opere. Este rol garantizará que las prácticas sostenibles se incorporen en sus operaciones para minimizar el impacto ambiental.
Aun así, mientras las empresas inician su camino hacia la sostenibilidad, es crucial recordar que el objetivo final es una mejora significativa en las prácticas sostenibles. El primer paso es identificar los impactos ambientales, incluidas las actividades departamentales, los recursos de fabricación, el uso de energía y los métodos de entrega. Realizar una evaluación de materialidad ayuda a establecer objetivos claros, identificar brechas y desarrollar estrategias para un futuro sostenible. A continuación, las empresas deben garantizar el cumplimiento de las normativas locales, estatales y federales. Además, para operaciones internacionales exitosas, es esencial cumplir con las normativas de sostenibilidad de la Unión Europea (UE). Comprender tanto la materialidad como las normativas según la ubicación asegura un programa de sostenibilidad completo y en cumplimiento.
Algunos ejemplos de iniciativas corporativas más pequeñas que contribuyen a esfuerzos de sostenibilidad más amplios incluyen políticas de trabajo remoto y proyectos comunitarios. Según una estimación, a partir de 2023, 12.7% de los empleados trabaja de forma remota, y se espera que esa cifra aumente a 22% para 2025. Al permitir que los empleados trabajen desde casa, los equipos pueden reducir sus desplazamientos y sus huellas de carbono.
Sin embargo, aunque no todas las empresas pueden ser 100% virtuales, hay muchas formas de reducir su huella de carbono. Por ejemplo, en Aquent, participamos en proyectos con municipios locales para avanzar hacia un futuro con carbono negativo. Pero emprender estos proyectos y discernir dónde se pueden hacer cambios para tener el mayor impacto requiere tiempo y experiencia. Aquí es donde un equipo de sostenibilidad dedicado puede ser especialmente transformador para lograr los objetivos de sostenibilidad.
Después de la inversión inicial, hacer estos cambios solo seguirá ayudando a las empresas. Una investigación de McKinsey encontró que la ejecución de nuevas políticas para abordar la eficiencia de los recursos podría, en algunos casos, afectar positivamente los beneficios operativos de una empresa en hasta 60%. Las iniciativas de sostenibilidad a menudo reducen los costos con el tiempo; por ejemplo, la energía solar suele considerarse el recurso de menor costo, y con los equipos adecuados, estas iniciativas no solo reducen costos, sino que también generan ingresos. Un estudio de 2023 de Sustainable Brands reveló que las empresas con calificaciones más altas en medio ambiente, sociedad y gobernanza (ESG) tuvieron rendimientos anuales de 12.9% a nivel mundial, en comparación con 8.6% de las empresas con calificaciones más bajas.
Los trabajadores, sobre todo los jóvenes, se preocupan cada vez más por el compromiso de las empresas con la sostenibilidad. Priorizar estas iniciativas impacta en la contratación y retención de empleados, y cada vez más se convierte en parte de la reputación pública de la empresa. Invertir de manera significativa —más allá de simplemente comprar compensaciones de carbono— es fundamental. A través de políticas sobre la ubicación de trabajo, iniciativas comunitarias a largo plazo y la integración de equipos de sostenibilidad, las empresas pueden demostrar que están verdaderamente comprometidas a alcanzar sus objetivos de sostenibilidad.
Todavía hay tiempo para mejorar nuestro impacto ambiental, pero el tiempo es esencial. Los CEOs y dueños de negocios deben priorizar las mejores prácticas de sostenibilidad, sin importar la industria. Hacerlo no solo es una decisión financieramente sólida, sino que también establece un precedente para todos los líderes en el futuro.