Este septiembre se destacó como un momento clave para analizar el impacto de las catástrofes naturales en la industria aseguradora de México, un país que es constantemente afectado por huracanes, terremotos y otros desastres. La década transcurrida desde el último gran huracán ha sido testigo de un cambio significativo no solo en la percepción del riesgo sino también en las estrategias de mitigación y respuesta de la industria aseguradora.
De la voz de Jose Manuel Athie, Head Property Treaty Underwriting LA de Swiss Re y Francisco Díaz, Head Reinsurance Mexico & Central America de Swiss Re, pudimos conocer más al respecto.
Evolución en la percepción y estrategias de riesgo
La industria aseguradora ha experimentado una transformación radical en su enfoque hacia las catástrofes naturales. Anteriormente, el aseguramiento de estos riesgos no era considerado una prioridad. Sin embargo, con el aumento de la frecuencia e intensidad de los desastres naturales, se ha vuelto esencial ampliar la cobertura y mejorar las respuestas a estos eventos. Las aseguradoras han comenzado a revisar sus políticas y a desarrollar nuevos productos que puedan responder mejor a las necesidades actuales.
El Reto de la Brecha de Protección
Uno de los mayores desafíos que enfrenta la industria es la “brecha de protección”, que se refiere al alto porcentaje de riesgos no asegurados en el país. A nivel global, aproximadamente el 75% de los riesgos no están cubiertos por seguros, pero en México, esta cifra es aún mayor. La falta de cobertura adecuada es particularmente crítica en el contexto de desastres naturales, donde las consecuencias de no tener un seguro adecuado pueden ser devastadoras tanto a nivel personal como comunitario.
El reaseguro, facilitado por grandes corporaciones internacionales como Swiss Re, desempeña un papel fundamental. Al asumir parte de los riesgos más grandes, el reaseguro permite que las aseguradoras locales ofrezcan cobertura sin comprometer su estabilidad financiera. En México, el sector del reaseguro es robusto y esencial, ayudando a sostener la industria durante períodos de recuperación post-desastre.
Los peligros secundarios, como las inundaciones, incendios forestales y tormentas convectivas, están emergiendo como causantes principales de pérdidas. Anteriormente considerados como menos significativos, estos riesgos están complicando las estrategias de predicción y mitigación. Su naturaleza impredecible y frecuente hace que sean particularmente desafiantes para la industria aseguradora.
La Respuesta de la Industria a Recientes Catástrofes naturales
La industria ha respondido de manera proactiva a eventos recientes como el huracán Otis, que impactó severamente las costas mexicanas. Las aseguradoras han demostrado eficiencia en el manejo de reclamaciones y en la rapidez del desembolso, facilitando procesos de reconstrucción rápida. Este nivel de respuesta es vital para la recuperación económica y social de las áreas afectadas.
Mirando hacia el futuro, se hace evidente la necesidad de innovar en el desarrollo de productos aseguradores. Los seguros paramétricos, por ejemplo, ofrecen un gran potencial para agilizar los pagos y simplificar el proceso de reclamaciones basándose en parámetros preestablecidos de eventos. Aunque su implementación y aceptación aún están en desarrollo en México, representan una dirección prometedora para la industria.
La industria aseguradora en México se encuentra en un punto de inflexión, necesitando adaptarse rápidamente a un mundo donde los desastres naturales son más frecuentes y destructivos. A medida que esta industria evoluciona, su papel se vuelve cada vez más crucial en la construcción de una sociedad más resiliente frente a los desafíos naturales.